El Baltasar Revolt es “un Lotus” eléctrico español de 500 CV y 1.000 Nm. Y sí, se puede matricular
Un superdeportivo eléctrico de carreras, pero homologado para carretera, de 500 CV, 1.000 Nm de par y español: estas son las credenciales del recién llegado Baltasar Revolt, el primer retoño de la firma catalana Baltasar.
Acaba de ser presentado en sociedad y su desarrollo, desde cero aunque su parecido con los Lotus no se puede negar, le ha llevado a esta empresa un total de diez años. Y ya puede reservarse, previo pago de 1.000 euros. Aunque no es precisamente barato, pues su precio es de 230.000 euros antes de impuestos.
Las entregas, según ha adelantado esta incipiente y recién llegada marca, se esperan para la segunda mitad de 2022. Se suma a otros superdeportivos nacidos para circuito pero que son matriculables, como el Lamborghini Huracán STO o el Donkervoort D8 GTO-JD70 R, aunque en su caso es cero emisiones.
De 0 a 100 km/h en 2,5 segundos
Este Baltasar Revolt, de aerodinámicas formas, que carece de parabrisas y puede personalizarse en hasta 16 tonalidades, es toda una bestia de propulsión trasera nacida para devorar circuitos, aunque también puede circular por la calle. A lo que se suma que es cero emisiones.
De 3,95 m de largo, 1,85 m de ancho y solo 88 cm de altura, 1,11 m con la barra antivuelco necesaria para homologarse por la FIA, para la báscula en los 770 kilos gracias a su dieta rica en materiales livianos como la fibra de carbono: en este ligero elemento se concibe su chasis, así como los paneles de la carrocería y numerosos elementos de su interior.
El Revolt cobra vida gracias a dos motores eléctricos independientes que, en conjunto, le confieren una potencia de 500 CV y un par máximo de 1.000 Nm, disponibles al primer toque de acelerador. Así, su relación peso/potencia se fija en 1,54 kg para cada caballo.
Además, todo queda en casa con este superdeportivo eléctrico, pues su mecánica toma su energía de un paquete de baterías firmado por la startup igualmente catalana Millor Battery. Con ella homologa 600 km de autonomía en carretera (WLTP) o 40 minutos en pista. Presume asimismo de cagar hasta 100 km de rango en solo cinco minutos.
Con estas credenciales pasa a colocarse en ese Olimpo de supercoches, aunque cada vez más concurrido, que bajan de los 3,0 segundos para hacer el 0-100: lo firma en 2,5 segundos.
En el menú también encontramos unas suspensiones de competición de tipo push-road de doble horquilla, que recurren a materiales como el aluminio, la fibra de carbono y el kevlar, y disponen de amortiguadores ajustables de competición de 4 vías y barras estabilizadoras regulables.
Al acceder a su minúsculo habitáculo, encontramos dos asientos de tipo bucket de carreras, que asimismo son de fibra de carbono y van equipados con un arnés de seis puntos.
Además, todo el salpicadero o lo paneles interiores son de fibra de carbono, así como el volante, que es de competición y extraíble, yendo forrado en Alcántara.
Baltasar López, fundador de esta marca española, señala que el logotipo de la firma, y que luce en el frontal y otros puntos de la fisonomía escultural de Revolt, está formado por una C y una D, correspondientes al conocido latinismo ‘carpe diem’ y que se traduce como aprovecha el presente. Y este superdeportivo, según López, presume de hacerlo. Bienvenido.
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El Baltasar Revolt es “un Lotus” eléctrico español de 500 CV y 1.000 Nm. Y sí, se puede matricular
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Motorpasión
por
Alejandra Otero
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