‘Falcon y el Soldado de Invierno’: la cara más continuista del MCU se muestra en lo que apunta a ser una aventura menor de los héroes Marvel

'Falcon y el Soldado de Invierno': la cara más continuista del MCU se muestra en lo que apunta a ser una aventura menor de los héroes Marvel

Si hay algo relativamente reconfortante en la ametralladora de series con la que Disney está manteniendo vivo el MCU es que pese a que los personajes iniciales escogidos para protagonizarlas no son los más atractivos, hay cierta intención de asumir riesgos. Especialmente en algunos enfoques argumentales, como hemos comprobado -con toda la moderación del mundo, eso sí- en el primer episodio de ‘Falcon y el Soldado de Invierno’

Lo vimos en ‘Wandavision‘ con su estrafalario homenaje a la historia de las sitcoms como estado mental. Hay que tener en cuenta, eso sí, que la serie de la Bruja Escarlata debería haber sido estrenada cuando ‘Viuda Negra’ hubiera pasado por cines y en segundo lugar en Disney+, después de esta ‘Falcon y el Soldado de Invierno’. Es decir, cuando los fans hubieran calentado motores con un par de ficciones algo más convencionales.

Con todo, ‘Falcon y el Soldado de Invierno’ es una aproximación a un par de Vengadores secundarios que sí, tiene fan service para dar y tomar (esa secuencia de persecución aérea es puro estilo clásico de acción Marvel, hasta el punto de que parece salida de una película de ‘Iron Man’), pero también toma algún riesgo agradecido, aunque a mucha distancia de la locura meta de la serie de la Bruja Escarlata. Para empezar, no junta a los héroes titulares en ningún momento, y se detiene en la carga dramática que ambos acarrean en sus vidas privadas.

Es en esos momentos más emocionales donde Kari Skogland se permite cierta creatividad temática y en la puesta en escena (a diferencia de la citada secuencia de acción aérea, posiblemente supervisada a fondo por un equipo que se ha encargado de asegurar la continuidad estética con las películas de Marvel). Por ejemplo, en la mejor secuencia de este primer episodio, la visita del Soldado de Invierno a su psiquiatra, rodada con primerísimos planos deformados, y con un diálogo que rebosa un estupendo humor amargo. Es significativo que sea lo mejor del episodio.

Héroes perdidos

Por desgracia, el resto del episodio no termina de encontrar un tono y un rumbo temático, y es una pena porque sabemos que esta primera temporada solo va a contar con seis episodios. Y en esta primera entrega hay un levísimo acercamiento a un villano que esperamos que tenga el espacio que merece en los episodios que quedan (menos Thanos y más Helmut Zemo, es lo que yo pienso de las primeras tres fases del MCU), pero desde luego van a tener que darse algo de brío.

De momento, lo que sí tenemos es una levísima lectura política que quizás acerque a la serie más al thriller de conspiración de ‘Capitán América: El Soldado de Invierno’ que a propuestas más escapistas como el resto de las películas de los Vengadores. Eso no es necesariamente positivo o negativo per se, pero sin duda definirá lo que está por venir: el grupúsculo radical que posiblemente acabe uniendo los destinos de los dos protagonistas (que hace resonar el recuerdo de disturbios politizados recientes en Estados Unidos) o el claro dilema de Mackie, que se ve a sí mismo como sucesor del Capitán América siendo afroamericano, pueden ser algunas de esas lecturas.

En cualquier caso, es pronto para dar demasiadas cosas por sentado, aunque lo que nos queda por ver sea previsible -pese a esos riesgos argumentales que comentábamos que parece tomar este primer episodio-. El motivo es que, como en ‘Wandavision’, aún seguimos explorando las consecuencias del chasquido de Thanos: el eco de aquel evento aún se hace notar en cuestiones como los aprietos económicos que atraviesa la familia de Falcon. Quien aspire a ver cómo el MCU sigue avanzando tendrá que seguir esperando: aquí seguimos viviendo de rentas / holocaustos del pasado.

Si ‘Falcon y el Soldado de Invierno’ es un paso atrás o simplemente una pieza más en la construcción de la obra faraónica de Disney y Kevin Feige es una impresión que debe extraer cada espectador. Quienes esperen continuidad, ver cómo evolucionan personajes que ya conocían, seguir el destino del laberíntico bosque de relaciones de los héroes Marvel, aquí tienen seis cucharadas soperas. Los que quedamos fascinados con la inventiva aislada de los primeros episodios de ‘Wandavision’ disfrutaremos moderadamente de este interludio y pondremos nuestras esperanzas en ese carnaval superheroico al que apunta ‘Loki’


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‘Falcon y el Soldado de Invierno’: la cara más continuista del MCU se muestra en lo que apunta a ser una aventura menor de los héroes Marvel

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John Tones

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