El puente de la isla Russki tiene truco para tener un récord mundial: la longitud de vano

El puente de la isla Russki tiene truco para tener un récord mundial: la longitud de vano

A veces parece que la cuestión sea que ningún puente se construya en vano en cuanto a cumplir algún récord mundial, y en este caso nunca mejor expresado dada la calidad en la que esta construcción es campeona mundial. El puente de la isla Russki no es el más largo en su clase ni el más alto, pero logra hacerse un hueco en los múltiples rankings a los que aspiran estas megaconstrucciones (no hablamos de puentes pequeños).

El de la isla Russki es el puente atirantado de mayor longitud de vano del mundo. Hasta que se construyó el impresionante viaducto de Millau fue también el puente de este tipo con las pilas más altas, de 320 metros, pero la construcción que cruza el valle de Tarn le arrebató ese oro subiendo hasta los 343 metros.


Desde Rusia con pastón

Rusia es el país más grande del mundo, toca varios océanos y mares y con miles de kilómetros de costa (y más de 50 islas) se presta bastante a que puedan hacerse puentes largos. Mientras se resiste la idea de crear un puente que una Alaska y el punto más oriental de Rusia (aunque quizás lo hubo en algún momento de la historia, los rusos han ido creando puentes en entornos menos exigentes y con buen timing si hablamos del de la Isla Russki. Por supuesto, nada es casualidad.

La isla Russki es una formación geográfica situada en el mar de Japón, a unos 600 metros de la parte continental de Vladivostok, ciudad bajo cuya administración se encuentra. Entre la isla y la ciudad rusa se produce el llamado estrecho del Bósforo Oriental, de manera que el puente une a esta isla con la masa continental.

Russki Mapa

Esta isla, de unos 96 kilómetros cuadrados de superficie, tuvo cierta importancia militar durante la era soviética, sirviendo de bastión para Vladivostok por el sur. Pasados los conflictos bélicos en la zona, la estrategia con ella es diferente y el interés se centró en aumentar el valor de la misma como recurso turístico.

¿La idea? Sencilla: no hay distancia más corta entre dos puntos que una línea recta. Así que edificar un puente sobre esos 600 metros se convertía en una atractiva y vistosa solución que también podría apañar ciertos asuntos político-económicos.

Según escribió The Economist en 2012, tras su inauguración, el puente era “un símbolo de los planes de Moscú para el desarrollo del extremo oriental de Rusia y estrechar lazos con Asia, la ‘tarea geopolítica más importante’ según el presidente Vladimir Putin”. Aunque posteriormente haya locales, según algunos visitantes, que lo consideren tan bonito como “inútil”.

Dejando a un lado el contexto histórico de su construcción, el caso es que se pusieron manos a la obra para crear esta estructura cuyas dimensiones, pese a no quedar en su mayoría en los récords mundiales, tampoco pasan desapercibidas. La distancia de costa a costa más corta es de 1.460 metros, midiendo 1.885 kilómetros de longitud y esos 320 metros que hemos comentado de altura de las torres.

Su longitud no se acerca a los 164 kilómetros del puente más largo del mundo (en China, dónde iba a estar si no), pero casi mejor. Hablamos de una zona con una oscilación térmica muy amplia, pudiendo ir de los 37 grados centígrados a los -31ºC.

Puente Russki 01 Imagen: Andshel

El hielo (llegando a más de 70 centímetros de espesor sobre el mar) y la nieve no son las únicas dificultades relacionadas con el clima que esta estructura ha de soportar. La zona se ve azotada por tifones que pueden alcanzar los 100 kilómetros/hora y las olas llegan a los seis metros.

La sección central del puente es la protagonista: más allá de las vistas que se tienen, su sección central suspendida por cables es de 1.104 metros (es decir, la longitud de vano, que como define la RAI es la distancia horizontal entre los puntos de sujeción del conductor en dos apoyos consecutivos).

El puente de la isla de Russki se construyó en el marco de la Conferencia de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), que tuvo lugar en la misma isla en septiembre de 2.012, el año de su inauguración. Una obra que costó unos 1.100 millones de dólares (de aquel momento), formando parte del pellizco que costaron las cumbres (unos 20.000 millones).

Imagen | Константин Сергеевич


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El puente de la isla Russki tiene truco para tener un récord mundial: la longitud de vano

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Xataka

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Anna Martí

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