Mercedes-Benz ya no quiere coches autónomos como taxi: “No queremos correr una carrera que ya no se puede ganar”
Malos tiempos para los coches autónomos, en cuanto a los fabricantes tradicionales de automóviles. Si en primavera Audi paralizó sus planes en este sentido, ahora es Daimler la que pospone sine die su proyecto de convertirse en un proveedor de servicios de movilidad con coches autónomos compartidos.
Según publica RedaktionsNetzwerk Deutschland y recoge Motor.es, el actual CEO de Daimler, Ola Källenius, ha decidido dar un golpe de timón ante el rumbo que había tomado el fabricante de Stuttgart: “La transformación de Mercedes-Benz en proveedor de movilidad es cosa del pasado”, ha sentenciado contrariamente a lo que comunicó Daimler cuando el nuevo directivo tomó el relevo a Dieter Zetsche.
La razón es, sobre todo, económica. En palabras de Källenius, “los inversores esperan que obtengamos ganancias, y por tanto no queremos correr una carrera que ya no se puede ganar”, ha declarado, en alusión al papel que empresas como Waymo han tomado en este ámbito.
Los coches autónomos compartidos de Daimler, aparcados mientras los camiones apuntan al futuro
Atrás quedará, por tanto, aquel Mercedes-Benz F 015 que incluso llegamos a probar en Estados Unidos. Allí, en Arizona, Waymo ya tiene avanzados muchos kilómetros como proveedor de movilidad con coches autónomos compartidos, y esto le da una ventaja tremenda frente a los fabricantes tradicionales.
De todas formas, cabe recordar que precisamente con Waymo tiene un proyecto Daimler para fabricar camiones autónomos, de manera que la idea que puede subyacer es que simplemente se estén repartiendo ya el mercado. Coches autónomos compartidos para Waymo, camiones autónomos para que los explote Mercedes-Benz. Habrá que ver cómo se desarrolla todo.
Por ahora, Källenius ha recortado la inversión en I+D para los coches autónomos. De hecho, un movimiento clave fue la ruptura con BMW para desarrollar tecnologías de conducción autónoma, un saco sin fondo que exige enormes sacrificios a las automovilísticas.
¿Por qué Waymo sí puede llegar donde no llega Daimler? Según declaraciones de un portavoz de Mercedes-Benz a RedaktionsNetzwerk Deutschland, “el software es el gran escollo”, para sorpresa de… nadie. La ingente cantidad de datos que debe mover un coche cuando recibe información, la analiza, elabora una respuesta y la ejecuta, eso que los conductores hacemos durante el tiempo de reacción, necesita mucha experiencia en tecnologías de la información. Y en Stuttgart son especialistas en fabricar coches, no software de inteligencia artificial.
De hecho, el mismo portavoz de Daimler reconoce esta diferencia: “Waymo está formada por especialistas en tecnologías de la información”, explica, para detallar una de las principales bazas de la firma de Google: “No les importa en qué marca o modelo transplanten su software”. Y esa libertad de movimientos es, a la vez, el principal lastre de unos fabricantes de automóviles que se pelean entre ellos por ver quién reinventa antes la rueda de la tecnología de primer nivel.
Tampoco han ayudado en este sentido la ausencia de una regulación clara sobre la conducción autónoma, ni en Europa ni en América, ni una reciente encuesta realizada en Alemania, en la que muchos conductores se niegan a que un ordenador les quite el volante de las manos: un 34 % dicen sentir miedo a la máquina, un 30 % manifiestan que quieren conducir por sí mismos, un 27 % afirman que conducir sólo es divertido cuando lo hace uno mismo, y un 17 % aseguran que la conducción autónoma no les da autonomía, sino que se la quita.
‘Zapatero, a tus zapatos’: el lujo, principal objetivo ahora para Daimler junto a los coches eléctricos
Fabricar “coches deseables” es la nueva estrategia de Daimler, junto al impulso de los coches eléctricos con la futura plataforma MMA, que en 2024 dará paso incluso a un Clase G eléctrico. Y esto supone fortalecer el segmento de lujo y las marcas Maybach y AMG dentro del grupo. El objetivo de Ola Källenius es duplicar sus ventas a nivel mundial.
Daimler aparca los servicios de movilidad con coches autónomos, pero eso no supone que se eche atrás con los sistemas de asistencia avanzada a la conducción. De hecho, el objetivo para el fabricante es que los conductores puedan quitar las manos del volante y relajarse en los atascos o en la autopista.
Así, Mercedes-Benz sigue trabajando con Bosch para desarrollar y probar el software necesario para lograr el nivel 4 de conducción autónoma, según su portavoz: “Nos enfocamos en áreas que están asociadas con beneficios específicos para el cliente y, por lo tanto, con estudios de viabilidad positivos”.
En este sentido, el fabricante de Stuttgart remarca que “por ahora vemos aplicaciones para la conducción automatizada en vehículos de serie, más en el sector privado” que en el transporte de viajeros.
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por
Josep Camós
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