Guía de compra monitor vs televisor: cuáles son las diferencias y cómo saber cuál elegir

Aunque tradicionalmente siempre hemos asociado los monitores a los ordenadores y los televisores al visionado de contenidos y al juego en consola, la línea que los separa cada vez es más difusa. Como resultado, ciertos usuarios se plantean qué es mejor para su escenario de uso: un monitor o un televisor. Si bien dependerá de diferentes factores, lo bueno es que cada uno goza de sus ventajas e inconvenientes. En este artículo trataremos de despejarlos para que, elijas lo que elijas, aciertes.

Televisor vs monitor: comparativa de características

Aunque en Xataka disponemos de una amplia colección de artículos sobre factores relativos a las pantallas como la tecnología, tipo de panel, resolución, HDR, tamaño, etc., en esta comparativa abordaremos las diferencias entre los televisores y monitores desde un punto de vista práctico.

Asimismo, tendremos en cuenta los puntos fuertes y debilidades de televisores y monitores en general, es decir, que aunque haya excepciones, existen una serie de factores que habitualmente se cumplen dentro de los mismos rangos de precios.

Cuando la diagonal y resolución son los factores determinantes

Una de las grandes ventajas de los televisores frente a los monitores como periférico de salida para el ordenador es que para una misma diagonal y resolución, generalmente nos resultará más asequible comprar un televisor.

Si por ejemplo tomamos las 32″ y la resolución Full HD – bajar de los 1080p en este tamaño sería crítico en nuestra experiencia, rondando los 200 euros podemos encontrar televisores de marcas de primer nivel con paneles IPS o VA que cumplen nuestros criterios y aunque en menor medida para una calidad de imagen similar, también haremos lo propio con monitores. Conforme subimos de diagonal y resolución, la ventaja se hace más evidente

Para empezar, es difícil encontrar fabricantes de televisores que ofrezcan 2160p por debajo de las 40″, algo que sí se produce en monitores a partir de las 27″. Y bueno, para ciertos usuarios esta diagonal quizás se les antoje excesiva. No obstante, para quienes editen vídeo o foto, modelado en 3D o trabajen con muchos datos, estos tamaños resultan muy convenientes para productividad.

Cuando la diagonal crece y nos importa la calidad de imagen, incorporamos a la ecuación el alto rango dinámico o HDR, una tecnología cuyo objetivo es ofrecer imágenes con una gama de luminancia muy amplia, que en la práctica se traduce en su capacidad para entregar un conjunto de niveles de diferente intensidad luminosa en la que influyen factores como el color y el brillo. Para estos tamaños y rangos de precios, tendremos que “conformarnos” con el básico HDR10.

Aquí los televisores vuelven a ganar: es más habitual encontrar modelos con tecnología HDR, que no solo mejorará nuestra experiencia para visionado de contenido, sino también para jugar a títulos ambiciosos, que a menudo implementan esta innovación.

Un aspecto fundamental a la hora de elegir un televisor para conectarlo a un ordenador es que incluya el “modo presentación” o “modo PC”. Al activarlo se deshabilitará el recorte y estiramiento que ejecutan algunos TV para eliminar los marcos de las imágenes (conocido como overscan), así como el procesamiento de imagen, que tiene como consecuencia unas imágenes más nítidas… a costa de incrementar la latencia de entrada, un factor crítico en gaming.

Para jugar: ojo al tiempo de respuestas, latencia y tasa de refresco

Atendiendo al punto anterior, por la terna diagonal-HDR-resolución 4K sería fácil decantarse por los televisores para el juego en consola. Pero no siempre es así. Si además de jugar vamos a competir online – especialmente si lo hacemos a alto nivel –, los monitores marcan la diferencia por el tiempo de respuesta y la latencia.

Mientras que los fabricantes de televisores no suelen proporcionar el tiempo de respuesta – aunque en la web Displayspecifications puedes encontrar bastantes –, normalmente en modo modo juego suelen estar entre 10 y 20ms, un tiempo elevado en comparación con monitores gaming no demasiado ambiciosos (especialmente si son TN).

La frecuencia de refresco nos interesa especialmente si vamos a jugar en PC y a conectarlo al televisor o monitor. Profundizaremos más adelante en cómo lograrlo, pero unas cifras respetables son las de gestionar señales de 2160p a 60 fps. No obstante, hay monitores y TV ambiciosos y que permiten superar esa barrera de los 60 fps… pero ni son baratos ni con las consolas de esta generación pueden aprovecharse.

También la latencia de entrada de los monitores es inferior a la de los televisores, si bien el “modo juego” de estos permite reducirla sensiblemente gracias a desactivar la mayoría de procesado de imagen. Aun así, los monitores salen ganadores en este duelo.

Tecnología Freesync

Si lo queremos para jugar, apostar por un modelo con tecnología Freesync permitirá lograr unos movimientos más fluidos, reducir los artefactos de las imágenes y tiene un efecto positivo sobre la latencia.

Un punto a favor de los monitores es que está presente prácticamente en aquellos con cierta vocación gaming en todas las gamas. En el caso de los televisores, algunos modelos de Samsung también lo implementan, si bien la diferencia de precio entre un TV y un monitor con esta tecnología es notable.

Conectividad

En general la oferta de puertos de los televisores es más limitada que la de los monitores. Para empezar, normalmente carecen de entradas DisplayPort.

Asimismo es habitual que cuenten con varias entradas HDMI, pero que estos se queden en la norma HDMI 2.0 – capaz de recibir una señal de 2160p con una tasa de refresco de 60 FPS – o incluso HDMI 1.4 – hasta 2160p pero la tasa de refresco baja a 30 FPS –. Para modelos ambiciosos como la gama alta OLED y LCD de LG encontramos la norma HDMI 2.1, que abre las puertas a enhanced ARC, tasas de refresco variable VRR y modo automático de ajuste de latencia ALLM.

Calibración

Si el objetivo de nuestro futuro televisor o monitor es el retoque fotográfico, entonces mejor apostar por un monitor específico para tal fin. ¿El motivo? La calibración, lo que permite visualizar una reproducción de color mucho más precisa gracias a los espacios de color Adobe RGB y DCI-P3.

Sonido

Otra característica en la que ganan los televisores a los monitores es el sonido… aunque siempre podremos recurrir a un equipo de sonido externo. Pero si nos conformamos con los altavoces integrados, en general los televisores superan a los monitores y es posible encontrar modelos con Dolby Atmos por encima de los 300 – 400 euros.

TV destacados

Philips 32PFS5603/12

Es difícil encontrar estas diagonales en paneles IPS por el precio de la Philips 32PFS5603/12 (179 euros), al alcanzar las 32″ con un panel IPS, aunque eso sí se queda en resolución Full HD. Viene con dos entradas HDMI y altavoces integrados de 16W, constituyendo una buena alternativa para visualización de contenido.

LG 43LM6300PLA

Es cierto que por esta diagonal de 43″ merece la pena dar el salto a las 4K (y esta se queda en FHD), pero si únicamente quieres una pantalla grande para conectar a tu ordenador o consola, esta dispone de HDR (HDR10 y HLG), altavoces de 20W y tres HDMI 1.4. Destaca asimismo por la precisión de entrega de color y para ser un televisor, tiene una baja latencia (11,4 ms)

Philips 43PUS6704/12

Y es que por poco más dinero, mantenemos diagonal pero nos vamos a las 4K implementando una amplia oferta de HDR como HDR10, HDR10+, HLG y Dolby Vision muy interesantes para consumo de contenido, algo que se refuerza con su sonido de 20W con Dolby Atmos. En cuanto a puertos, viene con 3 HDMI, uno de los cuales nos permitirá recibir señales a 2160p @60 fps.

Hisense H50BE7000

Siguiendo la premisa de buen tamaño, 4K y HDR, la Hisense H50BE7000 (309 euros) se va hasta las 50″ implementando la tecnología HDR 10+ y Wide Color Gamut para una mayor fidelidad en la reproducción de color, acompañado de tecnologías de mejora de sonido.

Samsung Crystal 55TU8005

Si las QLED se nos van de presupuesto, la nueva Samsung Crystal 55TU8005 (539 euros) de este año con panel de 55″ y resolución 4K comparte características como su bajo input lag, el modo juego con baja latencia automática, la tecnología Freesync y la tasa de refresco variable que harán que, pese a que no alcance los valores de un monitor gaming con la misma diagonal, sea un modelo interesante para jugar. Eso sí, la tasa de refresco es de 60 Hz.

LG 49SM9000

Con el LG 49SM9000 (715 euros) tenemos un TV que bien sirve para propósitos generales gracias a la calidad de imagen lograda con su panel de 49″ 4K con retroiluminación Full Array, pero que también da la talla para gaming – aunque por este precio hay monitores especializados que ofrecen mejor experiencia – por detalles como sus 120Hz de tasa de refresco nativo y la norma HDMI 2.1. Si activamos su modo juego, la latencia es inferior a los 20 ms.

Samsung QE55Q60T

La Samsung QE55Q60T (699 euros) pertenece a la familia más humilde de las QLED para este 2020 y ofrece un buen equilibrio entre diagonal, calidad de imagen y características gaming. Su panel es de tipo VA con retroiluminación Edge LED con 55″ de diagonal, resolución 4K y amplia oferta de HDR (HDR10, HDR10+, HLG y Quantum HDR).

En cuanto a gaming, si bien se queda en 60 Hz de tasa de refresco, ofrece una latencia de 10 ms, baja para ser un TV, y detección automática del modo juego.

Monitores

BenQ EW2780

La nueva versión del veterano BenQ EW277HDR (185 euros) destaca por su calidad de imagen, aportada por su panel IPS de 27″, su fiel reproducción de color reforzada por el HDR, si bien nos quedaremos en resolución Full HD. Con unos sencillos altavoces integrados, es una buena opción para consumo de contenido. Pese a que no es un monitor gaming (su tiempo de respuesta es de 5ms y se queda en 60Hz), implementa AMD Freesync.

BenQ ZOWIE XL2411P

Si buscas una pantalla para jugar de forma moderada con presupuesto ajustado, el BenQ ZOWIE XL2411P (199 euros) es una buena opción gracias a su rapidísimo tiempo de respuesta de 1ms y la tasa de refresco de hasta 144 Hz, todo ello en un panel de 24″ con resolución Full HD y amplia oferta de puertos. Eso sí, estamos ante un panel TN, lo que se traduce en una calidad de imagen, ángulos de visión y reproducción de color más pobres.

LG 32MP58HQ-P

Subir a las 32″ de este LG 32MP58HQ-P (199 euros) manteniendo este rango de precios supone renuncias como la resolución, Full HD, y la ausencia de modos HDR. Y es que el principal reclamo de esta pantalla es la diagonal de su pantalla IPS y sus altavoces integrados, logrando así un modelo para uso general que alcanza un tiempo de respuesta de 5ms y 75 Hz de tasa de refresco.

Philips 278E1A/00

Con el Philips 278E1A/00 (299 euros) subimos a la resolución 4K pero a costa de quedarnos en las 27″, constituyendo un modelo para uso general muy atractivo gracias a su alta entrega de brillo, nitidez y colores vivos. Viene con altavoces incorporados y su tiempo de respuesta es de 4ms.

HP Z27n G2

La vocación profesional del HP Z27n G2 (360 euros) queda patente en su calidad de imagen, ya que pese a su tamaño de 27″, alcanza la resolución QHD y viene calibrado de fábrica, y también en su oferta de puertos. Y una característica común a los monitores que no solemos encontrar en TV: es ajustable en altura y giro

Ozone Gaming Gear

Este monitor gaming que ofrece un equilibrio entre sus prestaciones y coste y, si bien es un modelo diseñado eminentemente para jugar, la resolución 2K y las 32″ de su panel IPS le permiten ofrecer una buena experiencia en uso general y calidad de imagen, pese a carecer de modos HDR. Eso sí, destaca por su tiempo de respuesta de 1ms, la implementación de las tecnologías NVIDIA G-SYNC y AMD Freesync y su frecuencia de refresco de 144 Hz

Philips BDM4350UC

Con este Philips BDM4350UC logramos un equilibrio entre una buena diagonal para ser un monitor y calidad de imagen, alcanzando las 43″ 4K en su panel LED IPS. Su vocación es claramente profesional, con una buena oferta de puertos, pantalla multisplit y altavoces.

Millenium MD49

Gaming de altos vuelos con este Millenium MD49 (779 euros) con panel QLED de 49″ de tipo panorámico (32:9). Viene con HDR y su panel QLED VA ofrece unas imágenes a través de sus dimensiones contundentes atractivas para el consumo de contenido, aunque se queda en una resolución 3840x1080P. Sus puntos fuertes son para el juego, con tasa de refresco de hasta 144 Hz y un tiempo de respuesta de 4ms.

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La noticia

Guía de compra monitor vs televisor: cuáles son las diferencias y cómo saber cuál elegir

fue publicada originalmente en

Xataka

por
Eva Rodríguez de Luis

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