Borgward, el camión que tiró de un tren durante dos décadas en la isla de Sylt
La isla de Sylt, entre Dinamarca y Alemania, es hoy uno de los destinos más privilegiados del norte de Europa. A menudo se le compara con los Hamptons de Nueva York, tanto pos su condición de isla como por acoger a ricos y famosos del norte europeo en sus vacaciones veraniegas. Claro que no siempre fue así. De hecho, hasta no hace mucho se usaban unos camiones Borgward convertidos a tren para desplazarse por la isla.
Sylt es la más grande de las isla del archipiélago de las islas Frisias, entre Dinamarca y Alemania (pertenece a Alemania) y tiene una extensión de tan sólo 100 km². Es más bien poco, pues la longitud es de 38 km y en algunas zonas el ancho de la isla no supera los pocos cientos de metros.
Es famosa por sus dunas de arena de hasta 50 metros de alto en ocasiones. Hasta los años 60, Sylt era una isla más de pescadores en el báltico y un balneario local, pero las fotografías de la actriz francesa Brigitte Bardot veraneando en la isla pusieron a Sylt en el mapa de la jet set. Y desde entonces es una suerte de Hamptons a la alemana.
100 km² pero con ferrocaril propio
El acceso a la isla de Sylt siempre fue complicado. El ferrocarril estándar no llegó hasta 1927 vía el dique de Hindemburgo y que hoy permite acceder a la isla con su coche vía el ferrocarril. Antes, sólo era accesible en barco. Sin embargo, cuando en 1927 el ferrocarril estándar llegó a la isla, Sylt ya contaba con su propio ferrocarril.
En 1888, la administración del balneario construyó el primer ferrocarril entre sus instalaciones en Westerland y el puerto del ferry en Munkmarsch, en el norte de la isla, al verse rechazada la propuesta de una carretera. La naviera HAPAG, por su parte, no podía operar en el puerto del norte de la isla por lo que sus barcos llegaban a la sur de la isla, a Hörnum.
Pero para llegar al centro neurálgico de la isla, el pueblo de Westerland, quedaba por recorrer un largo camino a través de la isla, que conducía por caminos arenosos y llenos de baches. HAPAG también construyó entonces su propio ferrocarril de vía métrica de Hörnum a Westerland.
Las dos líneas no estuvieron conectadas del todo hasta 1927. En 1929, ambos líneas formaron una sola empresa, la Sylter Inselbahn AG. En la Segunda Guerra Mundial, el ferrocarril fue de vital importancia para Alemania, pues alimentaba una multitud de bunkers. Tras la contienda, tocó reconstruir.
Cuando los británicos devolvieron la isla a Alemania, el ferrocarril local solo contaba con viejas locomotoras a vapor que tenían más de 50 años de servicio. Se necesitaba una solución más económica y pragmática.
Un semiremolque y un autobús para crear un tren
Así, el nuevo operador del ferrocarril de la isla, Ruy Prahl, que también poseeía también una compañía de autobuses, tuvo la idea de construir un tren en su propio taller sobre la base de un semirremolque Borgward que tenía en stock.
En lugar de realizar una tren automotor como muchos otros fabricantes, utilizó la cabina tractora del semiremolque como locomotora, siendo un vagón de pasajeros creado ex profeso el vagón. La primera “locomotora” fue una cabeza tractora Borgward B4000 de 90 CV, para la cual hubo que construir unos nuevos ejes de tipo ferroviarios.
El vagón de pasajeros era una superestructura realizada con los componentes entonces disponibles para la construcción de los autobuses. Básicamente era un cruce entre un camión y autobús convertidos a tren. Y de tren propiamente dicho, poco tenía, pues sólo el bogie (o boje) trasero había sido recuperado de un viejo vagón de pasajeros. El 5 de octubre de 1952, el primer viaje de este semiremolque de pasa jeros hizo su viaje inaugural.
Pronto, empezaron a fabricar otros cinco trenes y sus correspondientes vagones. Hubo varias versiones, en función de los elementos disponibles y camiones que sirvieron de locomotora, en algunos se usaron camiones Borgward B6 y B7.
La reutilización de bogies de vagones de pasajero de la antigua línea sirvió también para la construcción de los vagones En funcionamiento, los LT (así se llamaban a esos Borgward convertidos a tren) pudieron llevar dos vagones a lo largo de los gradientes empinados hasta List o Hörnum; un tren LT con dos vagones ofrecía hasta 129 asientos.
Debido a su construcción ligera (carga por eje de menos de 5 toneladas), con respecto a un tren de vía estrecha convencional de la época los Bogrward LT se mantuvieron en activo hasta 1970. De hecho, eran tan ligeros que para dar la vuelta al tren en la plataforma giratoria manual, bastaban dos operarios. El 31 de diciembre de 1970 se realizó el último viaje. Fue un LT.3 tirando de un vagón Talbot.
Tras el cese de actividad, varios museos y entidades compraron las locomotoras y vagones de la isla de Sylt. Diez de ellos fueron a parar a un proyecto de parque temático del ferrocarril que nunca llegó a ver la luz. Sólo quedaría una unidad, la LT4, que estuvo medio abandonada a la intemperie en el museo del tranvía de Hannover. Esta unidad está actualmente en fase de restauración desde 2014.
Fotos | Inselbahn; Sylter-duenenexpress; Sagen; Pixabay; Wikimedia
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La noticia
Borgward, el camión que tiró de un tren durante dos décadas en la isla de Sylt
fue publicada originalmente en
Motorpasión
por
Daniel Murias
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