Análisis de Cuphead en Nintendo Switch, el maravilloso run & gun vuelve a deslumbrar con esta fantástica adaptación

El Nindies Showcase que se celebró el mes pasado no pudo comenzar con una mejor noticia cuando se anunció que el excelente Cuphead iba a dar el salto a Nintendo Switch. Parecía una locura que una de las grandes exclusividades de Microsoft iba a estar disponible para la consola de Nintendo, lo que demostró una vez más la buena relación de los de Redmond con la gran N.

Además, no iba a hacer falta esperar demasiado a su lanzamiento, porque se producirá hoy mismo. Así, ya podéis haceros con esta magnífica obra creada por Studio MDHR que ya tuvimos la oportunidad de jugar y analizar en su momento cuando fue publicada en Xbox One y PC.

No obstante, nosotros hemos tenido la suerte de poder disfrutar de ella desde hace unos cuantos días para así contaros qué nos ha parecido esta versión de Cuphead para Nintendo Switch en el siguiente análisis que os invitamos a leer. 

Las deudas hay que pagarlas, pero de qué manera

Por si acaso alguno no ha jugado aún a Cuphead o no sabe de qué va la cosa, el argumento es muy simple y sirve como una buena excusa para todo lo que se avecina después. Nuestros protagonistas con cabeza de taza, Cuphead y Mugman, estaban jugando por la isla en la que viven hasta que un día se alejaron demasiado de su hogar y fueron a parar a la casa del mismísimo Diablo.

Ahí se encontraron con que tenía un casino y se animaron a echar unas partidas. La suerte les sonreía y empezaron a apostar y ganar dinero sin parar, hasta que el Rey Dados les animó a nuestros personajes a jugar una ronda más aumentando el premio gordo. En cambio, si perdían sus almas iban a pasar a ser propiedad del Diablo, así que os podéis hacer una idea de cuál es el resultado.

Al final Cuphead y Mugman llegaron a un trato que consistía en que este malvado villano les perdonaba la vida a cambio de convertirse en una especie de cobradores del frac, teniendo que hacerles una visita a los habitantes de la isla con el fin de que paguen las deudas que tienen pendientes. No obstante, este tipo de noticias no suelen ser muy agradables, así que no esperéis una cálida bienvenida al llegar hasta ellos.

Por lo tanto, esto dará pie a lo que más abunda con inmensa diferencia durante el juego como son las batallas contra jefes finales. No es que tengamos que recorrer niveles y al final de cada uno de ellos nos estará esperando un jefazo, como ocurre por ejemplo en otros run & gun como Contra o Metal Slug. Aquí la mayoría de fases sólo consistirán en batallas contra estos enormes enemigos.

Eso sí, ya podéis prepararos a conciencia porque estos combates no serán coser y cantar. Los jefes finales no querrán pagar sus deudas y podéis tener por seguro que los enfrentamientos contra ellos nos harán morder el polvo varias veces.

Entretenimiento asegurado, pese a su elevada dificultad

Sin ninguna duda las batallas contra estos jefes son uno de los puntos más destacados de Cuphead. En total son cerca de 20 combates los que libraremos durante todo el juego. Una cantidad que quizás no puede parecer muy elevada, pero viendo el formidable trabajo que hay detrás de cada una de ellas, resulta más que suficiente.

Los combates transcurrirán en una pantalla fija por la que los jefes se irán moviendo o por la que se mantendrán fijos mientras nosotros deberemos ir esquivando todos sus ataques. Lo mejor de estas batallas es que no hay ninguna idéntica a la anterior. Todas son tremendamente desafiantes y nos ofrecen un reto único a superar mientras disparamos sin parar a nuestros enemigos para acabar con ellos.

A medida que les vayamos reduciendo la vida, algo que no se verá en ningún momento, los jefes irán modificando su aspecto o parte de los elementos del escenario. A su vez esto provocará que sus patrones cambien y haya que adaptarse a los nuevos ataques que realizarán para aniquilarnos. Por lo tanto, se podría decir que, desde cierto punto de vista, serán más de 20 combates los que deberemos de superar.

De hecho, no faltarán algunos que se dividirán directamente en varios jefes. En cualquier caso, todos ellos serán de lo más variopintos, teniendo que plantar cara a una pareja de ranas, un pájaro, un dragón de tres cabezas, un payaso, una abeja gigante y hasta una flor maligna, entre otros tantos. Tal vez sea difícil eliminarlos, pero las batallas serán tan entretenidas que no nos cansaremos de repetirlas una y otra vez, incluso cuando ya las hayamos dominado por completo.

Y es que el juego se divide en varios niveles de dificultad, cada uno de ellos con su propia puntuación, así que ahí tendremos otro aliciente más para seguir jugando hasta obtener la nota más alta que dependerá del tiempo que tardemos en superar los combates, si nos han golpeado o no o los ataques que ejecutemos, por ejemplo. Lo que podéis tener claro es que superar el nivel Experto no estará al alcance de cualquiera.

Para hacer frente a los jefes finales nuestros protagonistas podrán equiparse con distintos tipos de armas que cambiarán su potencia o su alcance. Además, a base de golpear y realizar paradas contra cierto tipo de ataques, conseguiremos cartas para ejecutar unos ataques más poderosos dependiendo de las habilidades especiales que tengamos equipadas. Y por supuesto no hay que olvidar que la diversión aumenta más todavía gracias a que un segundo jugador se puede unir a la partida en cualquier momento.

Las fases de run & gun no terminan de enganchar

Recuerdo que originalmente, cuando se anunció el desarrollo de Cuphead, se dijo que el juego simplemente iba a contar con batallas contra jefes finales y nada más. Parecía una locura pensar que un run & gun no fuese a disponer de sus propias fases de avanzar por ellas con plataformas y enemigos de por medio, pero la verdad es que, tras jugar a todas ellas, tampoco las hubiésemos echado de menos.

Lo único verdaderamente negativo que podemos decir de Cuphead es que Studio MDHR no ha logrado crear unos niveles a la altura de la calidad que ofrece el resto del juego. Lo único por lo que realmente merece la pena jugar a ellas es porque contienen monedas que nos servirán para canjearlas en la tienda por nuevas armas y otro tipo de mejoras, pero por lo demás son completamente opcionales.

Es decir, aquellos que prefieran pasarlas por alto y no superarlas, podrán seguir avanzando sin problemas, llegar al final y ver los créditos. Al menos tampoco son fáciles de superar, así que aquellos que se cansen de tanto jefe final también pueden adentrarse en ellas con el fin de desbloquear el 100% del juego, pero no esperéis encontraros en ellas adversarios gigantes, ya que solo habrá enemigos normales de por medio y muchas trampas y plataformas hasta llegar a la meta.

Tampoco es que sea un suplicio jugar estas fases, porque son únicas y diferentes al resto y vienen bien para cambiar de aires, pero se nota que se han incluido por añadir algo más a la experiencia, porque tan solo habrá un total de seis de ellas en toda la aventura y ninguna será especialmente larga.

La excelencia personificada en su apartado visual y su banda sonora

Cuphead ha recibido hasta la fecha una cantidad de galardones y muy merecidos, estando la mayoría de ellos destinados a su apartado artístico. Ya no solo es que jugablemente Cuphead sea una delicia. Es que sus gráficos son tan sobresalientes que podríamos decir sin temor a equivocarnos que estamos ante uno de los juegos más bonitos y especiales en este sentido de los últimos años.

En todo momento da la impresión de que estamos viendo unos dibujos animados como los de la década de 1930, por las animaciones tan logradas de los personajes y los villanos a derrotar, como por todos los elementos que aparecen por el escenario. Las batallas están plagadas de guiños y de curiosidades que también merecen nuestra atención y que es otro motivo más por el que deberemos repetirlas varias veces hasta darnos cuenta de hasta el mínimo detalle que esconden.

Está claro que Cuphead está influenciado por los dibujos de Disney y Fleischer Studios de hace casi un siglo y nosotros estamos tan contentos de ello porque es difícil encontrarse un videojuego que consiga imitar tan bien este apartado y que logre entrar por los ojos al instante desde el primer segundo.

Por si esto no fuera suficiente la banda sonora es otro apartado con el que hay que aplaudir sin parar a Kristofer Maddigan, el compositor de todos estos temas tan memorables y orquestados con una banda de jazz. Todas las melodías les sientan como un guante a las batallas y no nos cansaremos de escucharlas una y otra vez.

Por otro lado, la versión para Nintendo Switch trae de serie la actualización más grande que ha recibido el juego hasta la fecha, lo que nos permite seleccionar a Mugman como personaje si jugamos en solitario o que las cinemáticas que aparecerán de vez en cuando esta vez sí estarán animadas en lugar de presentarnos imágenes estáticas y que por fin estarán localizadas al castellano.

La opinión de VidaExtra

Cuphead nos conquistó hace un par de años y ahora lo ha vuelto a hacer con su llegada a Nintendo Switch. Si el título ya os gustó en su momento, ahora lo volverá a hacer por la versión es prácticamente idéntica al verse igual de bien e ir igual de fluida en todo momento, tanto al colocar la consola en el Dock como al jugar con ella en el modo portátil, luciendo en ambos modos igual de bien.

En lo único que no va igual de bien en comparación con las otras versiones es que las pantallas de carga son más largas, teniendo que esperar a veces un buen rato hasta que da comienzo cada batalla. Por todo lo demás sigue siendo una compra recomendadísima y un título que no debería faltar jamás en vuestra colección.

Da igual que juguéis en solitario o junto con otra persona. Cuphead es siempre muy adictivo, entretenido y uno de los mejores run & gun que se han llegado a desarrollar. Ahora toca esperar a que se anuncie la fecha de lanzamiento de su expansión porque estamos deseando ampliar nuestra aventura con más desafíos que se sumen a los más que satisfactorios que incluye de base el juego. 

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Análisis de Cuphead en Nintendo Switch, el maravilloso run & gun vuelve a deslumbrar con esta fantástica adaptación

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por
Sergio Cejas (Beld)

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