Los meteorólogos llevan días persiguiendo un “calentamiento súbito estratosférico”. Por un motivo: traerá nieve

Los meteorólogos llevan días persiguiendo un

Las piezas del dominó atmosférico están colocadas y solo falta un movimiento para que, en cuestión de días, este invierno “poco invernal” se transforme en algo completamente distinto. En los próximos días, veremos nieve y veremos frío, sí. Pero si los modelos de estos días tienen razón (y su fiabilidad va cambiando por horas) la enorme ‘nortada’ de la semana que viene será solo el simulacro de un final de enero que puede congelar casi todo el país.


Uno de los vórtices polares más fuertes que se recuerdan. Uno de los motivos por los que el invierno está siendo tan suave es que la ‘Oscilación del Ártico’ es positiva. Muy positiva, de hecho. Es decir, el vórtice polar es fuerte y, como consecuencia, el aire frío se queda contenido en latitudes altas. En estas condiciones, es difícil que las mangas de aire frío se acerquen a zonas como España. No obstante, ‘difícil’ no es ‘imposible’.

¿Qué es eso de ‘calentamiento súbito estratosférico’? Durante las últimas semanas, los meteorológicos han estado persiguiendo una posible alteración del vórtice que aparecía en los modelos de forma recurrente: un ‘calentamiento súbito estratosférico‘. Para entender de qué hablamos tenemos que tener en cuenta que la circulación del aire en la troposfera es relativamente independiente de la estratosfera. Son dos capas de la atmósfera que suelen funcionar con sus propias lógicas.

En los ‘calentamientos súbitos estratosféricos’ lo que ocurre es que (normalmente por los mares y los océanos) una parte de la troposfera se calienta rápidamente. Como el aire caliente tiende a subir, la masa invade la estratosfera provocando una profunda alteración de la circulación a gran altura. Vamos, que el polo, el vórtice y las corrientes de chorro se vuelven completamente locas durante cortos periodos de tiempo.

A nivel práctico, lo que nos interesa es que cuando esos “calentamientos” son lo suficientemente intensos, la fuerza del vórtice se diluye y el aire frío puede circular a latitudes bajas con muchísima facilidad. Es decir, nos podemos encontrar con una manga de aire polar que “barra” con todo lo que se encuentre a su paso. Pero, y esto es importante tenerlo en cuenta, también puede que no pase absolutamente nada. Hay cientos de ejemplos de “calentamientos súbitos” que no afectaron a la estratosfera.

¿Eso es lo que va a pasar en los próximos días? No exactamente. Los modelos meteorológicos dibujan ese posible ‘calentamiento súbito’ para el 20 de enero. Sin embargo, los meteorólogos (con la AEMET a la cabeza) han avisado que en los próximos días veremos como caen las temperaturas y la cota de nieve llega a los 400 metros en algunas zonas del país. Algo que, curiosamente, llega justo después de que la AEMET alertara de los bajos niveles de nieve que teníamos este año.

Sin embargo, la ola de aire frío de la semana que viene no parece que tenga que ver directamente con el ‘calentamiento súbito estratosférico’ del que estamos hablando. Más bien, parece que dos grandes borrascas en latitudes altas están modificando la corriente de chorro apuntándola directamente a nuestro país. Las consecuencias las vamos a ver en los próximos días porque, si todo va como esperamos, veremos las primeras nieves el domingo día 15 y la semana siguiente.

Imagen | ECMWF


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Xataka

por
Javier Jiménez

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