El Hubble se ha empeñado en demostrar que no está obsoleto: acaba de recalibrar cómo medimos el universo
La Agencia Espacial Europea (ESA) ha desvelado una nueva imagen del Telescopio Hubble. Se trata de una fotografía de la galaxia NGC 7038. Más allá de su estructura espiral un tanto hipnótica, esta galaxia guarda la clave para calibrar los métodos que utilizamos para medir distancias en el Universo.
NGC 7038.
La galaxia 7038 del Nuevo Catálogo General (NGC 7038) está situada a unos 220 millones de años luz de nosotros (unos 67,45 millones de parsecs). La última imagen del Hubble nos la muestra con inusitado detalle. La galaxia, que también es conocida con los nombres ESO 286-79 y LEDA 66414 (ninguno de ellos memorable) fue descubierta por el astrónomo John Herschel hace casi dos siglos, en 1834.
El Hubble dedicó 15 horas de su tiempo a observar esta galaxia. El motivo de semejante atención es que NGC 7038 puede servirnos para calibrar dos de las formas en las que medimos la distancia a las galaxias de nuestro alrededor.
Una escalera hacia las estrellas.
La escalera de distancias cósmicas hace referencia a una serie de mecanismos con los que medimos las distancias entre nuestro planeta distintos objetos repartidos en el cosmos. Cada escalón representa un método con un rango de distancias asociado.
En los primeros escalones nos encontramos el paralaje, un método geométrico que aprovecha la órbita terrestre que la Tierra realiza en torno al Sol para estimar la distancia de estrellas y otros objetos dentro de nuestro entorno galáctico. Al final de la escalera, para calcular la distancia a las galaxias más lejanas del Universo conocido, tenemos la ley de Hubble y el desplazamiento al rojo (o redshift).
Calibrando escalones.
A diferencia de una escalera normal, en la de distancias cósmicas contamos con cierto solapamiento entre los distintos escalones. Esto nos permite calibrar encadenadamente una medida con las anteriores.
Ahí el motivo por el cual el Hubble ha prestado especial atención a esta galaxia, situada en un área que permite vincular dos de las medidas más utilizadas en esta escala: las supernovas de tipo 1ª y las variables cefeidas.
Candelas estándar.
Las variables cefeidas pertenecen al conjunto de medidas conocidas como candelas estándar. Se trata de objetos de luminosidad regular y por tanto calculable. Esto permite medir su distancia en función de cómo llega esta luminosidad a nuestros cielos, es decir, según su magnitud.
Variables cefeidas.
Las variables cefeidas son un tipo de estrella que “pulsa”, es decir, cuyo brillo cambia a intervalos regulares, como si tubera pulso. A principios del siglo XX, la calculadora de Harvard Henrietta Swan Leavitt estimó la relación entre la luminosidad de éstas y el periodo o frecuencia con el que estas pulsiones se daban.
Gracias a esto fue posible calcular la distancia a la que se encontraban estos objetos en base al periodo con el que pulsaban y la magnitud de estas al observarse desde la Tierra. Un siglo después de este descubrimiento, estas estrellas siguen resultando de utilidad a la hora de medir las distancias de una multitud de objetos a distancias intermedias dentro del universo conocido.
Tan importante fue el descubrimiento que valió a Leavitt la nominación al premio Nobel, aunque al haber llegado tras su muerte quedó fuera de las candidaturas finales.
Las supernovas.
Algunas estrellas (las que tienen masas semejantes a nuestro Sol) se convierten en enanas blancas al final de sus vidas. Cuando se encuentran en un sistema binario, la enana blanca pueda comenzar a atraer parte de la materia de su compañera. Esto hace que su masa aumente poco a poco, hasta alcanzar un punto crítico.
En ese momento la enana blanca estalla en una explosión apreciable desde galaxias lejanas, una supernova de tipo Ia. Como las cefeidas, es posible para los astrónomos calcular su distancia en base a la luz que nos llega de ellas. El hecho de que estas explosiones puedan apreciarse desde mucho más lejos que las cefeidas las convierte en un útil paso más allá de éstas.
**Un telescopio que se resiste a jubilarse. **
Hubble hace honor a su nombre, y es que los trabajos de Edwin Hubble y el telescopio epónimo están muy vinculados a la medición de aquello que nos rodea en el universo y cómo se desplaza con respecto a nosotros.
No puede decirse que los años no pasen por el Hubble, pero el veterano telescopio orbital sigue ofreciéndonos imágenes y datos vitales para la exploración espacial. Su trabajo, ahora en conjunto con el telescopio James Webb continúa siendo útil, por lo que la NASA está ya considerando propuestas para extender su vida útil.
Imagen | ESA/Hubble & NASA, D. Jones, G. Anand, L. Shatz
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El Hubble se ha empeñado en demostrar que no está obsoleto: acaba de recalibrar cómo medimos el universo
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Xataka
por
Pablo Martínez-Juarez
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