Slack y los 27700 millones de dólares: por qué el “pero si sólo es un chat” de Stewart Butterfield es un gran incomprendido
Quizás lo más extraño de la operación de compra de Slack por Salesforce no sea tanto el enorme cheque – 27700 millones de dólares que es imposible no elevar al titular – sino el hecho de que la “herramienta de chat” venía de un paso por la pandemia bastante discreto. Explotó Zoom, explotó Teams, lo hizo incluso Discord, pero la niña bonita entre las herramientas profesionales en Silicon Valley se mantuvo con una discreta continuidad.
Como usuario desde hace varios años tengo dos hipótesis ante este bajo rendimiento. Una tiene que ver con el hecho de que Slack no tenía un uso fuera de la “oficina digital”, mientras que Zoom o Discord jugaban muy bien las cartas de integrarse en la vida personal. La otra es que en el lado de la videoconferencia Slack ofrece una experiencia mediana frente a otros (en el móvil directamente no tiene), como Meet o el Teams de Microsoft que se aprovecha de la experiencia de Skype.