China se pone las pilas con la conducción autónoma: ya ha concedido la primera licencia para operar con taxis sin conductor
China sigue los pasos de Estados Unidos y ya permite utilizar taxis sin conductor en la ciudad de Guangzhou. La empresa encargada de poner en marcha este servicio es Pony.ai.
De momento, Guangzhou tendrá una flota de 100 robotaxis, todos ellos basados en el Lexus RX. El servicio se puede pedir y pagar a través de la app de la compañía y tiene precios similares a los de un taxi convencional.
No solo taxis autónomos
Los taxis y Estados Unidos están siendo clave para el desarrollo de los coches autónomos. Desde hace tiempo, operan robotaxis (taxis sin conductor) de empresas locales, como Waymo y Cruise, en varias ciudades de ese país, como San Francisco y Phoenix.
Hoy por hoy, los robotaxis son los únicos vehículos completamente autónomos que pueden circular por la vía pública y, aunque todavía tienen mucho desarrollo por delante, sirven para recopilar información fundamental para llevar los coches totalmente autónomos a producción.
China es consciente de ello y no quiere quedarse atrás en esta particular carrera. De hecho, el gigante tecnológico chino Baidu lleva utilizando robotaxis desde 2020, pero siempre prestando servicio bajo la supervisión de una persona, por lo que realmente no son taxis sin conductor.
En cambio, la compañía Pony.ai acaba de tomar la delantera convirtiéndose en la única empresa con licencia para utilizar taxis sin conductor en China. Esta firma se fundó en California en 2016 y mantiene acuerdos con fabricantes chinos de la talla de SAIC, FAW Group y GAC Group, aunque también con la japonesa Toyota.
Esta última es la que suministra los primeros robotaxis autónomos de China a Pony.ai, que ha elegido un Lexus RX modificado para prestar este servicio en la ciudad de Guangzhou. Uno de los requisitos para conseguir la licencia de China es que un operador monitorice los coches de forma remota.
Según Reuters, Pony.ai utilizará una flota de 100 robotaxis y prestará servicio en un área de 800 metros cuadrados. Los pasajeros pueden pedir el servicio y pagar a través de la app de Pony.ai y las tarifas son similares a las de un taxi convencional.
Más allá de estos taxis sin conductor que acaban de estrenarse en Guanzhou, Pony.ai está probando otra pequeña flota de robotaxis en Beijing y ya trabaja, con la ayuda de SAIC, en su primer robotaxi completamente eléctrico.
La empresa también está probando robotaxis en Estados Unidos, concretamente en Tucson, Arizona, en este caso utilizando como base un Hyundai Kona de la generación anterior. Al mismo tiempo, Pony.ai está probando camiones autónomos en carreteras públicas chinas, aunque todavía bajo la supervisión de un conductor.
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Motorpasión
por
Álvaro Ruiz
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