Primer contacto con el nuevo Ford Explorer: nos subimos al SUV eléctrico que quiere ser para todos y mejorar al Volkswagen ID.4
Ford ya tiene listo su siguiente coche eléctrico. Se llama Ford Explorer, pero no tiene nada que ver con el Ford Explorer que conocemos y seguirá vendiéndose en Norteamérica porque es un SUV compacto exclusivo para el mercado europeo.
Se pondrá a la venta a finales de este año y comparte plataforma con algunos modelos eléctricos del Grupo Volkswagen, como delatan algunos detalles de su interior que hemos podido ver en la primera toma de contacto, aunque también incorpora soluciones nunca vistas.
Cada mercado tendrá su Ford Explorer
Si piensas en el Ford Explorer, lo primero que vendrá a tu cabeza es la imagen de un gran SUV con un diseño 100% “made in USA”. Desde el lanzamiento de la primera generación del gigante americano en 1991 ha sido así y su última entrega cumple todavía más con el estereotipo, puesto que es todavía más grande (mide 5,06 metros de largo) y tiene un diseño aún más robusto.
Sin embargo y, a pesar de tener un ADN tan americano, el Ford Explorer tiene cierta relación con Europa porque su segunda generación se vendió en nuestro mercado en los años 90. Y lo mismo sucede con el Explorer actual, que es el buque insignia de la marca en nuestro continente y solo se vende con una mecánica híbrida enchufable de 457 CV.
Pues bien, a partir de ahora hay que entender el Ford Explorer de otra manera. En Norteamérica, el Explorer seguirá existiendo tal y como lo conocemos, pero en Europa tendremos nuestro particular Ford Explorer. Y lo cierto es que es radicalmente distinto al modelo que se vende actualmente.
En lugar de ser un gigante americano equipado con un conjunto electrificado en el que el protagonista es un enorme motor V6, nuestro Ford Explorer es un SUV compacto completamente eléctrico.
Y tampoco es genuinamente americano porque, además de fabricarse en el Centro de Vehículos Eléctricos que tiene Ford en Colonia, Alemania, se asienta sobre la plataforma MEB del Grupo Volkswagen, la misma que utilizan algunos de sus rivales, como el Volkswagen ID.4 y el Skoda Enyaq iV.
No es la primera vez que Volkswagen y Ford colaboran, de hecho, en la gama comercial de ambos fabricantes, la Volkswagen Caddy y la Ford Tourneo Connect comparten plataforma, de la misma forma que la nueva Ford Transit Custom y la próxima Volkswagen Transporter.
Eso sí, el Ford Explorer es más pequeño que sus contrincantes del Grupo Volkswagen con los que comparte arquitectura. Si bien es cierto que su diseño cuadriculado y con mucho músculo invita a pensar que es un SUV grande, apenas mide 4,46 metros de largo, por lo que se sitúa entre el Ford Puma (4,22 metros de largo) y el Ford Kuga (4,61 metros de largo).
Si hablamos únicamente de la gama eléctrica de Ford, el segundo modelo de cero emisiones de la firma estadounidense es bastante más pequeño que el Ford Mustang Mach-E, que mide 4,71 metros de largo. Más adelante, esta familia eléctrica se ampliará con el Ford Puma 100% eléctrico. El objetivo de Ford es tener una gama de turismos totalmente eléctricos para 2030.
Dos de ellos se fabricarán en Almussafes y otro será el Ford Explorer ensamblado en Colonia, que aterrizará en las calles a finales de este año, aunque ya lo hemos conocido, si bien faltan por confirmar algunos detalles, como la batería que utilizará, sus dimensiones exactas o cuáles serán los motores con los que estará disponible.
Sea como sea, como hemos dicho medirá menos de 4,46 metros de largo y estrena un lenguaje de diseño completamente nuevo que disimula perfectamente su parentesco con los modelos del Grupo Volkswagen, aunque por dentro hay ciertos componentes que delatan su origen.
Es el caso de los elevalunas, que de la misma forma que en el Volkswagen ID.4 son compartidos para las ventanillas delanteras y traseras. Pero también de los controles de las luces situados a la izquierda del volante y del selector de cambio, que es idéntico al del ID.4, pero está mejor posicionado porque no se encuentra anclado al cuadro digital, sino en el lugar donde normalmente irían los mandos de los limpiaparabrisas, es decir, a la derecha del volante.
El secreto que esconde la pantalla
Por lo demás, el interior del Explorer recuerda al del Ford Mustang Mach-E, tanto por su aspecto como por los materiales utilizados, que en la primera toma de contacto con el coche parecían de mejor calidad que los del Volkswagen ID.4, aunque la unidad en la que nos subimos era de pre producción, por lo que hay que esperar al coche de serie para confirmarlo.
Tiene un diseño muy limpio, apenas hay botones, el cuadro digital es más bien pequeño y todo el protagonismo recae en la gran pantalla táctil central, que en este caso es de 15”, está dispuesta de forma vertical y no tiene integrado un mando para regular el volumen del audio.
A cambio, justo debajo de la pantalla hay un panel táctil háptico (al tocarlo responde con una pequeña vibración) con el que se puede controlar el volumen, entre otras cosas. Ford promete que estos mandos tienen retroiluminación, a diferencia de los que utiliza el Grupo Volkswagen en algunos de sus coches.
A simple vista, parece una pantalla táctil más, pero no lo es. Ford ha incorporado un mecanismo que permite ajustar la inclinación de la pantalla en varios niveles. De esa forma, puede quedar completamente vertical o inclinada (el arco de ajuste es de 30 grados), como prefiera el conductor. Es una solución que no habíamos visto hasta ahora y al moverla se descubre un hueco portaobjetos con dos tomas USB-C.
Según nos ha contado Ford, el cierre de este mecanismo forma parte del cierre centralizado y al salir del coche y cerrarlo se queda completamente bloqueado, como si fuese una guantera con llave (Ford lo llama My Private Locker).
De manera que los objetos que se depositen en su interior tienen una protección extra. Si falta más hueco, debajo del reposabrazos central hay una guantera enorme en la que cabe un ordenador portátil de 15 pulgadas o tres botellas de 1,5 litros.
En lo que respecta a la habitabilidad, aunque no va a ser de los coches más grandes del segmento y es más pequeño que los Volkswagen ID.4 y Skoda Enyaq con los que comparte plataforma, sale bien parado.
En las plazas traseras hay espacio de sobra en todas las cotas para dos adultos; también caben tres personas, pero el asiento central es incómodo (más duro), estrecho y más alto, aunque el suelo plano deja mucho sitio para las piernas.
El maletero también es grande. Ford todavía no ha confirmado su capacidad, pero tiene alrededor de 450 litros, formas muy limpias y una boca de carga bastante ancha. El suelo se puede ajustar en dos alturas y hay un hueco bajo el piso para dejar el cable de carga.
La marca del óvalo tampoco ha desvelado muchos detalles técnicos del Explorer. De hecho, ni siquiera ha confirmado cuáles serán los niveles de potencia con los que estará disponible, aunque todo apunta a que, inicialmente, se ofrezca con tres motorizaciones similares a las que encontramos en el ID.4.
Tracción trasera y tracción total
No hay confirmación por parte de la marca pero posiblemente la versión de acceso tenga un solo motor eléctrico para una configuración de tracción trasera por debajo de los 200 CV, una versión tope de gama con más de 300 CV y tracción total y alguna motorización intermedia a caballo entre las dos anteriores.
También es una incógnita la batería, pero Ford ha señalado que, dependiendo de la configuración, el Explorer se podrá cargar del 10% al 80% en 25 minutos y ofrecerá hasta 500 km de autonomía, una cifra que recuerda mucho a la que ofrecen las distintas versiones del Volkswagen ID.4 y Skoda Enyaq iV, por lo que podríamos pensar que también compartirá la batería de 77 kWh con ellos. No obstante, habrá que esperar para confirmarlo.
Otra de las cosas que ha desvelado Ford es su precio, al menos de forma aproximada. La marca americana ha dicho que el Ford Explorer básico estará disponible desde menos de 45.000 euros.
De ser así, sería bastante más asequible que sus rivales, puesto que el Volkswagen ID.4 parte desde los 51.375 euros y el Skoda Enyaq iV desde los 53.200 euros. Es más, el Volkswagen ID.3 del segmento inferior con el que también comparte plataforma está a la venta desde 45.010 euros.
Falta por ver también si Ford sigue la misma estrategia que Volkswagen y Skoda y lanza una variante con carrocería de inspiración coupé del Ford Explorer, como sucede con los Volkswagen ID.5 y Skoda Enyaq Coupé iV.
Antes de desvelar la información que nos falta por conocer, Ford dará a conocer el nuevo Explorer de la mano de Lexie Alford, la persona más joven en visitar todos los países del mundo.
Lexie viajará por todo el planeta con el Explorer eléctrico y lo contará a través de las redes sociales de Ford y de las suyas, donde es conocida como Lexie Limitless. El objetivo es replicar la aventura que vivió Aloha Wanderwell visitando 43 países con el Ford Modelo T en los años 20 del siglo pasado viajando.
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La noticia
Primer contacto con el nuevo Ford Explorer: nos subimos al SUV eléctrico que quiere ser para todos y mejorar al Volkswagen ID.4
fue publicada originalmente en
Motorpasión
por
Álvaro Ruiz
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