Por qué nunca deberías poner una piscina en tu terraza, explicado con cálculos estructurales por un arquitecto
Con la llegada del calor y del verano es posible que mucha gente se pregunte: ¿Puedo poner una piscina en mi terraza o mi balcón?
La respuesta corta: NO.
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La respuesta larga: acompáñenme en este apasionante viaje de cargas y cálculos estructurales
¿Por qué no puedo poner una piscina en mi terraza?
La razón fundamental por la que no se debe poner una piscina en una terraza es porque no se diseñó para aguantar su peso. Lo que ocurre es que con esa respuesta no nos hacemos una idea con cuánto peso de más estamos sobrecargando la estructura.
Vamos a hacer unos números rápidos. Una piscina hinchable circular de 3 metros de diámetro y 76 centímetros de altura como esta de Amazon tiene una capacidad anunciada de 3.600 litros si se llena al 90% (no es completamente cilíndrica, si no, serían 4.836 litros).
Una piscina hinchable tiene una masa de 500 kg/m2; el suelo de la terraza está diseñado para aguantar 200 kg/m2.
Sabiendo que la densidad el agua es de aproximadamente un kilogramo por litro, eso son 3.600 kg de masa (3,5 toneladas, que impresiona más) repartidos en un superficie de 7,07 m2, lo que sale a 509 kg/m2.
¿Sabéis cuál es sobrecarga de cálculo del Código Técnico de Edificación (pag 9.) para una terraza en un edificio de viviendas? 200 kg/m2. (En realidad 2 kN/m2 porque son cargas, no masas, pero he hecho el cambio de unidades -y redondeado- para que se entienda).
Es decir, que con una piscina de ese tamaño estamos haciendo a la estructura soportar más del doble de la carga para la que fue diseñada.
Este tuit lo resume muy bien usando unidades de medida más visuales
A ver cómo lo explico para que se entienda:
– Una piscina de 3×3 tiene 9 m2
– El peso de 50cm de agua son 500 kg por m2 (lo que pesa un toro de lidia)Aunque seas de Pamplona ¿A que no meterías 9 toros de lidia en tu terraza? pues eso
NO PONGAIS PISCINAS EN LAS TERRAZAS
— Fran Castro (@FranCastroEsp) June 4, 2020
Esto aplica también a piscinas más pequeñas, porque se trata de una cuestión de peso por superficie. Cualquier piscina que se llene 50 centímetros tendrá una masa de 500 kg/m2 y, por tanto, supondrá una sobrecarga de dos veces y media la prevista.
Pero, ¿y los coeficientes de seguridad o la redistribución de las cargas?
Es cierto que en los cálculos se introducen coeficientes de seguridad, pero esos están ahí para, bueno, seguridad. Por si los materiales no se comportan como lo esperado, para asumir imperfecciones o defectos de la construcción, distribuciones irregulares de las cargas, pérdida de capacidad portante por agotamiento… Además, nunca son mayores de dos. Incluso contando con este coeficiente, estamos llevando al límite al forjado (lo que hay bajo el suelo de la terraza) e incluso a las vigas y los pilares.
Cuando se trata de piscinas hinchables, ni siquiera los coeficientes de seguridad o la distribución de las cargas son suficientes.
Por otro lado, también hay que considerar que los forjados tienen una capa de compresión que redistribuye la carga para que esta sea asumida por una mayor parte de la estructura, pero esta capa está más pensada para repartir cargas puntuales, como una estantería o una bañera. De hecho, hablando de bañeras, que se mencionan mucho en estos casos: llenar la bañera suelen ser unos 200 litros de agua (aka, 200 kg), una masa mucho menor que además sí puede distribuirse fácilmente, nada comparable con 3,5 toneladas de agua.
Entonces, ¿qué piscina hinchable puedo poner en mi terraza?
Siguiendo con los números que hemos hecho antes, teóricamente podríamos poner cualquier piscina en la teraza siempre que no la llenáramos con más de 20 cm (eso da los 2 kN/m2 de carga máxima). Pero claro, eso es literalmente un palmo de agua. Y ahí, además, sí que hay que habría que añadir al cálculo los ocupantes de la piscina (75 kg por adulto), porque no podemos considerarlos sumergidos en un palmo de agua.
Así que, teniendo eso en cuenta, la piscina más grande que deberíamos poner en la terraza es una pequeña para bebés y llenarla como mucho hasta los 20 centímetros de altura.
Por ejemplo, en una piscina como esta de 120 cm de diámetro y 30 cm de altura caben hasta 340 litros si la llenamos hasta arriba.
Eso ya son 3 kN/m2 (300 kg/m2 para entendernos), un 50% más de la sobrecarga de cálculo. Lo que pasa es que, en este caso, la capa de compresión es más efectiva redistribuyendo la carga, por lo que a efectos de cálculo podemos considerar que se reparte por una superficie mayor que la que ocupa la piscina. Aún así, lo adecuado es no llenarlas más allá de 20 centímetros, porque la piscina no es lo único que hay en una terraza.
Pues mi cuñado tiene una en su terraza y no se ha caído
Y un señor que fumaba como un carretero vivió hasta los 105 años.
Las terrazas con piscinas se caen. Pasa.
POR CAUSAS DESCONOCIDAS
"Por causas desconocidas, la terraza cedió y se desplomó sobre el garaje que hay debajo"https://t.co/rxP6TIFevP— Ojete 🧻 (@doctorojete) June 3, 2020
Así que nada de piscinas en las terrazas y en los balcones. Por favor. Si quieres refrescarte, una manguera o, como mucho, una “bañera” o su volumen equivalente en la terraza.
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La noticia
Por qué nunca deberías poner una piscina en tu terraza, explicado con cálculos estructurales por un arquitecto
fue publicada originalmente en
Xataka
por
Minue
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