ASUS Zenfone 8, análisis: la potencia no es exclusiva de los móviles gigantes
La gente que queremos móviles más pequeños somos legión (bueno, o quizás no, pero no somos tan pocos), y es algo complicado de conseguir si buscamos lo más potente del mercado, normalmente asociado a grandes tamaños por tendencia en pantalla, grandes baterías y complejas cámaras. ASUS ha querido atender a este perfil de consumidor y en el análisis del ASUS Zenfone 8 comprobamos de qué forma lo han hecho y, sobre todo, cómo resulta en la práctica.
El ASUS Zenfone 8 es “el móvil normal” atendiendo a su lanzamiento junto al ASUS Zenfone 8 Flip, que sí hereda esa algo más loca cámara giratoria del ASUS ZenFone 7 Pro. Es el buque insignia de la marca para quienes primen lo compacto ante la versatilidad fotográfica sin renunciar a la máxima potencia.
Ficha técnica del ASUS Zenfone 8
ASUS Zenfone 8 |
|
---|---|
Dimensiones y peso |
148 x 68,5 x 8,9 mm |
Pantalla |
Samsung E4 AMOLED 5,9 pulgadas |
Procesador |
Qualcomm Snapdragon 888 5G |
RAM |
6/8/16 LPDDR5 |
Almacenamiento |
128/256 GB UFS 3.1 |
Cámaras traseras |
SONY IMX686 64 MP |
Cámara frontal |
Sony IMX663 12 MP |
Batería |
Android 11 con ZenUI 8 |
Sistema operativo |
4.000 mAh + 30 W carga rápida |
Conectividad |
WiFi 6, 6E, 2×2 MIMO |
Otros |
Estéreo, Dirac HD, OZO Audio Zoom |
Precio |
Desde 699 euros |
Asus Zenfone 8 ZS590KS 8 128GB Obsidian Black ship from EU
Diseño: un móvil hecho para ser usado con tranquilidad
La trasera del ASUS Zenfone 8 es de ésas que recuerdan al policarbonato bueno, de calidad, pero que en realidad está construida en vidrio con acabado mate. Con esto tendremos un tacto distinto al de smartphones con acabado en brillo, sin que esto signifique que la sensación sea de algo de menor calidad.
Es un smartphone discreto, con una estética basada en la sencillez y alejado de los degradados y destellos de colores. Quizás no encaje en quienes buscan precisamente lo vistoso, pero llega a ser cierto respiro si lo más llamativo no se nos ajusta y recuerda mucho a lo que presenta Google con su Pixel 4a.
Es muy cómodo en mano en relación a la ligera curvatura de su parte trasera y no resbala, aunque es una lástima que la grasilla de los dedos quede con facilidad en ese acabado mate. Eso sí, se limpia con facilidad y junto al móvil se entrega una funda, aunque esto engrosará un poco más el móvil.
El módulo de cámaras sobresale poco y tiene forma rectangular, de modo que las lentes no sobresalen (más que el módulo). En el lateral cuenta con los botones físicos, viendo que el de encendido es de color azul, lo cual tiene relación con algunas funciones asociadas que veremos más adelante (más allá del toque estético que da).
Una de las particularidades de este smartphone es que es el primero de la marca en tener la certificación de resistencia a agua y polvo IP68. Dispone de ella con Corning Gorilla Glass Victus en la parte frontal y un marco de aluminio que guarda las apariencias con la trasera y es de su mismo tono.
En la parte superior vemos el jack de 3,5 milímetros, una ubicación que no es la más habitual, disponiendo también de altavoces estéreo (uno en la parte frontal y otro en el borde inferior, junto al USB tipo C). Aunque lo que es menos habitual de todo es que el LED de notificaciones está en el borde inferior.
La marca explicó que la decisión fue motivada por querer despejar el frontal en la medida de lo posible, el cual como veremos en el siguiente apartado encaja la cámara frontal con un agujero y tiene un marco con algo de barbilla. Entre colocarlo aquí o no colocarlo en ninguna parte, se decidió esta ubicación y al menos que presentase esta característica para quienes lo prefieren, según resumieron.
Más allá de estas particularidades, según de qué móvil vengamos nos llamarán la atención las dimensiones y el peso. En la gama alta actual es raro ver una opción por debajo de las 6 pulgadas y, sobre todo, que no llegue a pesar al menos unos 180 gramos, y a ambas cosas logra escapar este smartphone.
En esta selección hemos puesto móviles de gama media y gama alta, buscando además que no fuesen modelos particularmente grandes. De éstos, el ASUS Zenfone 8 no es el más compacto, quedando después del Pixel 4a y del Xiaomi Mi 11 Lite 5G, empatando con batería con el Samsung Galaxy S21 y siendo más voluminoso que el iPhone 12. Eso sí, queda bastante cerca del Huawei P40 y del S21, que son rivales más directos por gama en cuanto a volumen.
Altura (milímetros) | Anchura (milímetros) | Grosor (milímetros) | Peso (gramos) | Pantalla (pulgadas) | Batería | Superficie (cm2) | Volumen (cc) | |
---|---|---|---|---|---|---|---|---|
ASUS Zenfone 8 | 148 | 68,5 | 8,9 | 165 | 5,9 | 4.000 | 101,4 | 90,23 |
Pixel 4a | 144 | 69,4 | 8,2 | 143 | 5,81 | 3.1400 | 99,93 | 81,95 |
Realme 8 Pro | 160,6 | 77,3 | 8,1 | 176 | 6,4 | 4.500 | 124,14 | 100,36 |
Xiaomi Mi 11 Lite 5G | 160,53 | 75,73 | 6,81 | 159 | 6,55 | 4.250 | 121,57 | 82,79 |
iPhone 12 | 146,7 | 71,5 | 7,4 | 162 | 6,1 | 2.815 | 108,56 | 77,61 |
Vivo X51 5G | 158,46 | 72,8 | 8,04 | 181,5 | 6,65 | 4.315 | 115,43 | 92,81 |
OnePlus 8T | 160,7 | 74,1 | 8,4 | 188 | 6,55 | 4.500 | 119,08 | 100,03 |
Samsung Galaxy S21 | 151,7 | 71,2 | 7,9 | 169 | 6,2 | 4.000 | 109,01 | 85,32 |
Huawei P40 | 148,9 | 71,1 | 8,5 | 175 | 6,1 | 3.800 | 105,87 | 89,99 |
Pantalla: un buen desempeño más allá de unos números algo conformistas
El ASUS Zenfone 8 presenta un panel Samsung E4 AMOLED de 5,9 pulgadas con resolución FullHD+, así que forma parte de esa amplia esfera de buques insignia “con truco” al escapar de resoluciones más ambiciosas y propias de un smartphone de 700 euros o más. No es una resolución insuficiente porque da muy buena experiencia, sin echar en falta mucho detalle, pero habiendo probado las mieles del QHD+ desde hace tanto tiempo en los móviles de primera línea, siempre comentamos que es una lástima que no aprovechen esto para diferenciarse de la gama media (y, quizás, tenerlo como un argumento para su precio).
Con esto se le queda una densidad de 445 píxeles, que no está nada mal y que como hemos comentado da un detalle más que suficiente. El ratio de la pantalla es de 20:9 y eso sí, llega a los 120 Hz de tasa de refresco (y a 240 Hz de tasa de refresco táctil).
El móvil integra un hardware que, como veremos en la sección posterior, es suficiente para que vaya muy fluido independientemente de la tasa de refresco que configuremos, pero cierto es que a 120 Hz notaremos más fluidez. Posteriormente hablaremos de la autonomía en cada caso, pero en general compensa tenerlo a 120 para aprovechar este máximo, aunque a 90 Hz también se nota un poco y si no el ajuste automático es una opción bastante acertada.
Esto lo encontraremos en los ajustes de pantalla, yendo a Splendid si queremos ajustar la temperatura de color y la saturación. Aquí comentar que viene algo sobresaturado de fábrica y que el estándar es el perfil que más nos ha encajado, aunque se incluye una opción de personalizarlo.
En este menú, además de poder ajustar color y temperatura, vemos que hay mucha personalización en torno al estilo de los elementos de la pantalla e incluso la velocidad de las animaciones (que suele quedarse en los ajustes para desarrolladores ocultos en Android). Ya en el preload del sistema nos ofrece personalizar algunos aspectos, también en relación a la interacción como el activar pantalla al levantar o el doble toque para despertar.
La pantalla tiene un buen contraste y el brillo máximo es más que suficiente. Eso sí, el ajuste de brillo automático suele quedar un poco alto, pero en general reacciona rápido a los cambios y no suele necesitar mucha corrección.
Una manera de aprovechar algo mejor la superficie de pantalla es cambiar la navegación, pudiendo optar los gestos que siempre dejarán algunos milímetros más. Y con la pantalla ambiente, el tema oscuro y esos ajustes de personalización que comentábamos al final queda un menú muy surtido de opciones para que la configuración de la misma se adapte a nuestras preferencias.
Según GSMArena, el aprovechamiento del frontal por parte de la pantalla es del 82,9%, que no está nada mal. Con la pantalla plana (gracias) normalmente no están tan cerca del 90% como los que sí la tienen, aunque aquí hay que decir que el agujero está muy separado del borde y la barra ocupa bastante espacio.
Rendimiento: sobrado de fluidez y sin “calentarse el tarro”
Uno de los reclamos de este móvil es que, como el S21, no renuncia a aspectos clave en un buque insignia como el procesador más potente del momento por mucho que sus dimensiones sean menores. Este ASUS Zenfone 8 viene con el Snapdragon 888, que en el modelo que hemos probado viene con 16 GB de RAM, casi lo máximo que vemos hoy en día en un móvil Android.
Habiendo probado la máxima configuración que ofrece el teléfono, la experiencia coincide con lo que cabría esperar: la fluidez es una constante en este móvil y no hemos detectado problemas que indicasen un rendimiento o un hardware ajustado. Sin duda, los 16 GB de RAM son más que suficientes para juegos y para cualquier app, aunque probablemente la experiencia sea buena con menor RAM debido al buen rendimiento que solemos ver por parte del 888.
Eso sí, mientras que en alguno móviles con este procesador hemos notado algo de calentamiento, en este caso no nos ha llamado la atención este aspecto. De hecho, incluso tras un rato jugando al ‘Real Racing 3’ la temperatura se ha incrementado poco, tanto al tacto como en los números.
A continuación os dejamos el resultado de los benchmarks habituales pasados al ASUS Zenfone 8. Como estamos viendo con el 888, de momento Sling Shot de 3D Mark se queda algo corto.
ASUS Zenfone 8 | Xiaomi Mi 11 Ultra | Samsung Galaxy S21 Ultra |
OnePlus 8 Pro |
Huawei P40 Pro |
ASUS ROG Phone 3 |
iPhone 12 Pro |
|
---|---|---|---|---|---|---|---|
PROCESADOR |
Snapdragon 888 |
Snapdragon 888 |
Exynos 2100 |
Snapdragon 865 |
Kirin 990 |
Snapdragon 856+ |
Apple A14 Bionic |
RAM |
16 GB |
12 GB |
12 GB |
12 GB |
8 GB |
8 GB |
6 GB |
GEEKBENCH 5 (SINGLE/MULTI) |
1.031 / 3.538 |
1.127 / 3.663 |
991 / 3.272 |
885 / 3.136 |
943 / 2.527 |
900 / 3.296 |
1.614 / 4.148 |
3D MARK (SLING SHOT) |
(Maxed out) |
(Maxed out) |
9.226 |
9.448 |
8.726 |
8.747 |
– |
PCMARK WORK |
11.113 |
11.691 |
14.043 |
13.414 |
9.476 |
12.656 |
– |
Software: en el equilibrio de lo sencillo y lo completo
En este móvil vemos ZenUI 8 sobre Android 11. Al tenerlo bastantes días hemos podido probar algunas de las últimas actualizaciones, con lo que tenemos una experiencia bastante al día en la fecha en la que publicamos esta reseña.
El software de ASUS tiene una estética propia que no es demasiado incisiva, con un aspecto que nos recuerda al de otras capas. Además, ahora veremos que el aspecto puede cambiarse en algunos aspectos, de manera similar a lo que vemos en OxygenOS de OnePlus.
Llega con alguna app de terceros, pero tampoco son muchas (Facebook, Facebook Messenger, Netflix). Podremos eliminarlas si no las queremos, así como las de Google, pero no algunas propias como ASUS Data Transfer.
Los ajustes generales se disponen como solemos ver, sin apartados “especiales” más allá de el que incluye la configuración de gestos o sensibilidad táctil, por lo que se suele encontrar cualquier ítem pronto y el buscador (que funciona bien) no se hace muy necesario. Ahí es donde encontramos la activación del modo a una mano, el de bolsillo, guantes y todo lo relacionado con la interacción y su ajuste, con lo cual en este sentido se dan muchas opciones.
En este sentido, y sumando el modo a una mano y el que se pueda deslizar la cortinilla de notificaciones desde cualquier punto de la pantalla de inicio, es muy completo en la configuración de la interacción. Incluye además gestos con pantalla apagada que funcionan muy bien.
Como hemos comentado en el apartado de pantalla, hay bastantes ajustes de personalización de interfaz, como la posibilidad de elegir estilo de la tipografía, color del tema (entre ocho) y forma de los iconos. La pantalla de inicio también tiene alguna, como la posibilidad de cambiar el color de las letras, la cuadrícula o cómo se muestran las carpetas.
Como hemos comentado en diseño, una de las particularidades de este móvil es que el LED está en la parte de abajo, al lado del altavoz. Tiene también sus opciones de configuración en las de pantalla, pero simplemente es el poder desactivar la iluminación cuando se carga o que parpadee al llegar una notificación (o desactivarlo).
Algo que nos ha gustado ver es que el modo juegos es casi directamente el Game Genie de los ASUS ROG. No tal cual, no viene con las múltiples posibilidades de ajuste que vimos por ejemplo en el ASUS ROG Phone 5, pero sí va bastante más allá de los modos de juego habituales en cuanto a configuración y opciones, permitiéndonos ver la temperatura y la tasa de refresco en vivo.
En cuanto al botón de encendido permite configuraciones a nivel de doble pulsación o pulsación mantenida, orientado a poder asignar la apertura de ciertas apps o alguna acción rápida. Podemos no asignar nada y otorgar el comportamiento habitual del botón con el menú tradicional de apagado.
En general nos parece un software estable y fluido, además de que en este caso hemos podido ver que se actualiza completándose poco a poco. Posteriormente hablaremos de la app de cámara porque sí puede tener alguna mejora, pero en general muy buena experiencia con el software.
Biometría
ASUS sigue siendo el único que consigue un desbloqueo facial con mascarilla, sin “trucos” como Apple. Algo de lo que no suelen presumir pero que estamos experimentando desde el año pasado, con esta pandemia y el ASUS ROG Phone 3.
No funciona en la oscuridad, pero normalmente lo hace incluso en baja luz. Como ahora veremos, si lo tenemos configurado usaremos poco la lectura de huellas.
Así, al lector de huellas le cuesta un poco en ocasiones, pero suele acabar funcionando. Lo que recomendamos es desactivar la animación (hay opción en los ajustes propios), algo que nunca ayuda en general pero que se empeñan en poner por lo vistoso, aunque igualmente así notaremos que no acaba de ser lo rápido que debería. Y el facial va tan bien que le queda poco que hacer.
Cámaras: la mejor prueba de que las cámaras de relleno sobran
Las cámaras del ASUS ZenFone 8 son estáticas tanto en que no tienen módulo giratorio como en su evolución. El fabricante ha dejado la configuración que vimos en el ASUS ZenFone 8 Pro ateniendo al gran angular y a la cámara principal, sin incorporar el teleobjetivo (según portavoces de la marca, por cuestiones de espacio) y dejando que sea la de 64 megapíxeles la que actúe para el zoom. Así, en la doble cámara trasera y en la frontal de este móvil vemos:
- Sensor Sony IMX686 de 64 megapíxeles (1/1,7 pulgadas, píxeles de 0,8 μm, 1,6 μm con Quad Bayer) con estabilización óptica de imagen. Tecnología Quad Bayer de agrupación de píxeles, lente con apertura f/1.8 con 78,3 grados de campo de visión. 26,6 milímetros de equivalente. Vídeo hasta 8K a 30 fps.
- Sensor Sony IMX363 (1/2,55 pulgadas, píxeles de 1,4 μm). Lente gran angular con campo de 113 grados y apertura f/2.2, dual PDAF y corrección de lente. Soporta disparo macro y graba hasta 4K a 60 fps. 14,3 milímetros de equivalente.
- Cámara frontal: sensor Sony IMX663 de 12 megapíxeles (1/2,93 pulgadas, píxeles de 1,22 μm) con lente con apertura f/2.45. Grabación hasta 4K a 30 fps.
Sobre el papel destacan varios aspectos. La cámara frontal estrena un sensor de Sony que aún no hemos visto en otro móvil, además de que no son muchos los que añaden soporte de vídeo 4K en las cámaras frontales actualmente.
En el vídeo con las cámaras traseras vemos que podemos grabar hasta 4K con el gran angular, lo cual tampoco es algo muy extendido (aunque eso sí, con la estabilización electrónica de tres ejes que también es la que soporta el 8K de la cámara principal). Y un detalle que nos ha gustado por la honestidad que consideramos que implica es que no se haya añadido una tercera lente de relleno y que el ZenFone 8 presuma de su doble cámara, como un iPhone 12 mini o un iPhone 12, sin necesidad de una lente macro o un sensor de profundidad.
App de cámara
La app de cámara de ZenUI cumple con el estándar habitual, con algún aspecto distinto más o menos conveniente y algún añadido. Vemos que hay acceso directo para el HDR y los ajustes. Las pestañas para cada modo son editables, como ya es posible también en los móviles Samsung y Xiaomi, pero la manera de disparar en alta resolución con la principal es yendo cada vez a ajustes, como cuando las altas resoluciones empezaban a ser una opción en móviles como el Huawei P20 Pro.
Salvando este punto, la interfaz es bastante práctica y sencilla. Tenemos muchos accesos rápidos e incluso algunos aparecen automáticamente, como el del modo noche si el sistema detecta que se dan las condiciones apropiadas.
En el modo retrato podemos ajustar el desenfoque según la apertura simulada con un deslizador. Por su parte, el modo noche está disponible tanto para las lentes gran angular y estándar, pudiendo elegir entre un tiempo de exposición de 4 segundos o uno de 7 segundos.
En el modo de vídeo veremos que la resolución 8K sólo está disponible para la lente principal. La cámara gran angular podrá grabar hasta 4K y el modo SuperSteady (un grado más de estabilización electrónica).
Los ajustes van cambiando según el modo. Por ejemplo, la opción de alta resolución sólo nos aparece en el modo automático o el modo Pro, así como la opción de RAW aparecerá únicamente en este modo Pro también.
Cámaras traseras
Como cabría pensar, la fotografía del ASUS Zenfone 8 nos recuerda mucho a la del ROG 5, incorporando el mismo sensor en la principal y con un procesado similar o equivalente. Esto nos deja unas fotografías muy buenas con iluminación favorable, especialmente en primer plano. A continuación un ejemplo con la cámara principal, sin modos o lente macro, y sin apenas tocar el enfoque automático.
Veremos que tiene cierto problema cuando se trata de una penumbra o durante el atardecer/amanecer. Ahí el detalle baja y las fotografías tienen menos calidad.
En este sentido, el HDR es claramente efectivo y casi necesario hablando de contraluces. Ayuda a recuperar información de las iluminaciones, dejando así una imagen más clara y realista. De hecho, se llega a echar en falta en estas situaciones si disparamos a 64 megapíxeles.
En general la colorimetría es correcta y vemos fotos realistas también a nivel del contraste y el balance de blancos, si bien puede quedar ligeramente cálido si el sol aún da con fuerza. Pero en todo caso son fotos completamente válidas y no vemos ni sobresaturación ni colores lavados, tampoco en las penumbras.
Los 64 megapíxeles son una solución indirecta hablando del zoom y una alternativa directa si queremos lograr un punto más de definición. Vemos que al recorte los contornos están mejor definidos si recurrimos a la alta resolución, aunque perderemos rango dinámico.
Hablando del disparo nocturno, el modo noche es prácticamente una obligación al dar fotos mucho más definidas. La ventaja: se activa automáticamente y lo único que hemos de hacer es dejarnos llevar. La desventaja: a veces produce algún artefacto, pero en general las fotos suelen salir ganando incluso con esto.
Otro punto del modo noche es que actúa con el gran angular, una cámara que por lo general logra menos detalle que la principal. En este caso vemos que se corrige muy bien la distorsión de los bordes y que se mantiene colorimetría, contraste y balance de blancos con respecto a la principal.
Eso sí: en teoría esta cámara actúa de macro, pero no hemos logrado tomar buenas fotos de este modo y siempre quedan algo “ojo de buey”. Como hemos visto al principio, los primeros planos con la principal salen muy bien y hay margen para el recorte si tiramos con 64 megapíxeles, así que tampoco se llega a echar de menos no acercarse a 4 centímetros.
El modo retrato suele dar muy buen resultado en parte porque se activa el zoom con los 64 megapíxeles, de modo que el primer plano suele salir con mucho detalle incluso en interiores. Según en qué casos el bokeh puede quedar algo postizo, pero normalmente hemos obtenido muy buenas fotos.
Cámara frontal
Este sensor que estrena el Zenfone 8 resulta bastante competente en la mayoría de escenarios. Como ocurre en la cámara principal, con un entorno favorable vemos fotos realistas y acertadas a nivel de nitidez, colores, balance de blancos y contraste.
En general, el HDR le va a sentar bien, sobre todo si hemos de salvar cielos. Aquí veremos que los planos más alejados quedan algo faltos de detalle y el HDR a veces fuerza, pero el primer plano no se ve tampoco con artefactos o excesos de contraste.
El modo retrato es lo que vemos con más margen de mejora. No equilibra la iluminación como el modo automático y el desenfoque es demasiado forzado. De noche, además, suele empobrecer bastante el resultado.
Vídeo
Algo le pasa a ASUS con el 8K, porque la cosa no ha mejorado desde que probamos el ROG Phone 5. Las tomas nos han vuelto a salir entrecortadas, de manera que aunque sea una resolución mayor, en la práctica salen mucho mejor (y usables) las hechas a 4K, resolución que además vemos en la cámara frontal.
Lo que vemos es que la colorimetría, el balance de blancos y la exposición no varían entre el gran angular y la cámara principal (de noche sí podremos notar algo de variación, pero muy leve y sólo en la exposición). Se nota el salto de nitidez como en fotografía, viendo menos detalle en el caso del gran angular, pero de día nos da vídeos estabilizados y aceptables.
De hecho, cabe destacar que podemos grabar con el gran angular también en 4K y los vídeos que da están muy bien. Eso sí, sólo podremos alternar de cámara a resolución 1080p, de otro modo tendremos que quedarnos con la lente con la que iniciemos el vídeo.
En cuanto a la superestabilización, de noche no compensa porque la calidad el vídeo disminuye drásticamente. La toma en automático ya tiene una estabilización correcta y hablando de este escenario, en el cual los vídeos suelen ir en general con una dosis extra de ruido y una dosis menos de nitidez, no conviene forzar la máquina para que estos dos aspectos se incrementen. De día, las tomas en automático son perfectamente estables, evitando temblores y reaccionando bien a los giros, así que casi mejor prescindir en general.
La cámara frontal de muy buenas tomas de día, nítidas, naturales y estabilizadas. De noche la calidad baja bastante, un poco como ocurría con la fotografía, por lo que mejor evitar grabar en estas situaciones.
Sonido: estéreo competente pero un poco “maraca edition reloaded”
En cuanto a volumen máximo, hemos llegado a registrar 107 decibelios en la inmediata salida del altavoz principal, lo que se traducía en unos 72 ambientales. Aunque se distorsiona muy poco, siempre será más agradable tenerlo algo más bajo; al 90% queda en 70 decibelios ambientales, que es más que suficiente para ambientar una estancia y la calidad es algo mejor, aunque sobra tenerlo al 80% o menos si lo usamos como centro multimedia.
El sonido nos ha parecido muy bueno en cuanto a calidad general, compensando bien agudos y graves y con buen rango dinámico. Le faltaría algo más de potencia en los primeros, pero logra dar buena experiencia en cuanto al uso multimedia.
Eso sí, quizás por el tamaño o por el rediseño de los interiores, pero lo que notamos es una vibración trasmitida a toda la trasera, al estilo de lo que experimentamos en el iPhone 7 (el primer iPhone pequeño con estéreo). No es molesto ni mucho menos, tampoco causa calentamiento ni nada, pero no es algo que suceda de manera habitual.
En los ajustes de sonido tenemos el asistente de audio con la calibración DIRAC, permitiéndonos elegir un modo de sonido u otro según el uso que estemos haciendo (lo conveniente es dejarlo en automático porque se ajusta él solo según el contenido y funciona muy bien). Tenemos también el ecualizador para quienes prefieran ajustarlo a la carta.
En cuanto a la experiencia con auriculares, como en ocasiones anteriores hay un menú específico por si tenemos alguno de los modelos soportados. Aunque en nuestro caso hemos probado alguna de las configuraciones por similitud de formato (in-ear) y sin ser del modelo elegido, el perfil se adaptaba mejor y mejoraba la sonoridad ligeramente.
Autonomía: ni deslumbra ni queda a la sombra
Algunos recordamos cuando, en plena era de crecimiento de tamaño de los móviles, había una especie de “frontera no escrita” en los 4.000 mAh, en la búsqueda de autonomías que diesen, al menos, 24 horas de autonomía media (ya que volver a las de los dumb phone es imposible). Ahora, con móviles cada vez más voluminosos los 4.000 mAh parecen haber quedado en las propuestas menos ambiciosas en este aspecto, pero en este caso es todo lo contrario: incluso han rediseñado la placa base partiéndola por dos para aprovechar el espacio al máximo y que al menos quede en esos 4.000 mAh que veíamos en sus rivales directos.
En la práctica, lo que nos ha parecido es que el rendimiento de esos 4.000 mAh dependan bastante del ajuste de la tasa de refresco. La autonomía media alternando opciones en este sentido no está nada mal, siendo de de unas 26 horas con unas 9 horas de pantalla.
Las observaciones que destacamos aquí es que a 120 Hz la autonomía puede llegar a descender hasta las 14 horas si hacemos un uso intensivo (mucho multimedia, cámara, etc.). A 90 Hz suele quedar en torno a las 24 horas y a 60 Hz supera casi siempre esa cifra, sobre todo si no hacemos un uso especialmente exigente.
Por tanto, sí que merece la pena considerar qué uso hacemos y qué preferimos a la hora de establecer una tasa de refresco, si bien a 60 Hz el móvil sigue yendo fluido aunque sea algo menos que a 120 Hz (y siempre está el ajuste automático). Aunque lo que más nos ha sorprendido para bien es que el 1% es nuclear, sin ni siquiera ajustar alguno de los modos de ahorro.
Al final la autonomía media es más que aceptable y el tamaño no condiciona el uso apenas en este sentido. No hemos notado que tengamos que depender más de un enchufe con mucha diferencia de otros móviles, salvo de los que son “milagrosos” en este sentido y llegan a las 36 ó 48 horas de autonomía.
En cuanto a la carga, la batería se rellena del 0 al 100% (con el móvil apagado) más o menos en 1 hora y 10 minutos. Se entrega con el móvil un cargador de 30 W (USB tipo C).
ASUS Zenfone 8, la opinión de Xataka
El ASUS Zenfone 8 llega a ser un alivio para quienes tenemos manos pequeñas y nos sigue cansando un poco el tamaño que han alcanzado ciertos tótems de referencia. Tener el último procesador de Qualcomm con 16 GB de RAM, hasta 120 HZ y una cámara que, sin arrasar, da un resultado más que aceptable en 170 gramos es algo que se agradece.
Hay algunos “trenes perdidos” en la configuración de este móvil, aparentes concesiones bien por mantener precio o bien por el tamaño, pero en general da muy buena experiencia y un punto a favor es que el precio de partida de la versión más básica se aleja de los 1.000 euros, pudiendo competir con otros topes de gama que también dan buena experiencia manteniendo el precio.
Sin que la batería sea un cuello de botella y con un buen software, ASUS ha hecho un buen trabajo con este móvil. Y así cada vez son más las opciones completas en la alta gama que dejan a un lado los 200 gramos y las pantallas grandes (y curvas).
8.9
A favor
- El diseño y el tamaño: nos puede parecer algo grueso ahora que están volviendo los móviles delgados, pero no molesta y es muy cómodo.
- La fluidez es constante y no titubea ante ninguna tarea, además sin calentarse en exceso.
- El software es completo y estable.
En contra
- El sonido es correcto y de calidad, aunque esperábamos un poco más por las especificaciones.
- La cámara frontal tiene muchos altibajos en el resultado y el vídeo 8K sigue fallando.
- Una lástima que la trasera se ensucie con facilidad por la grasilla de la piel, aunque se limpia fácilmente.
El terminal ha sido cedido para el análisis por parte de ASUS. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas.
Asus Zenfone 8 ZS590KS 8 128GB Obsidian Black ship from EU
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La noticia
ASUS Zenfone 8, análisis: la potencia no es exclusiva de los móviles gigantes
fue publicada originalmente en
Xataka
por
Anna Martí
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