La primera planta solar de torre central en explotarse comercialmente está en Sevilla: una pionera que ha sobrevivido a otras más ambiciosas
De vez en cuando solemos hablar de megaconstrucciones y nos vamos lejos, a China, a Japón, quizás a algún país europeo… Pero también tenemos algunas en España (que a algunos nos queda más cerca). A unos 18 kilómetros al oeste de Sevilla, en Sanlúcar la Mayor, se encuentra Solúcar PS10, la primera central solar de torre central en explotarse comercialmente del mundo.
Es un tipo de planta solar que, como su nombre indica, dispone de una torre central que será clave para su funcionamiento. Fue inaugurada en 2007 y desde entonces ha producido megavatios y megavatios de energía al año, siendo superada en capacidad por otras posteriores de este mismo tipo, aunque con mejor fortuna que alguna de ellas.
El halo de la energía a 115 metros de altura
A medida que la energía solar se fue expandiendo surgieron distintos modelos de plantas solares, siendo uno de ellos el de central solar de torre central. El proyecto sevillano se inició en 2004, y aunque se inaugurase oficialmente en 2007 para empezar ya a producir no se completaría hasta 2013.
De hecho, en 2012 nuestros compañeros de Xataka Ciencia la visitaron, momento en el cual era la mayor planta solar en Europa. En ese punto había cuatro plantas en operación, entre ellas PS10 (junto a Sevilla PV, Casaquemada PV y PS20), otras tres en construcción (Solnova1, Solnova3 y Solnova4) y otras tres en promoción (Solnova2, Solonova5 y AZ20). El proyecto requirió unos 1200 millones de euros de inversión.
Así, como decíamos en la introducción, la PS10 fue la primera central solar de torre central de carácter comercial del mundo. Este tipo de instalaciones fundamentan su funcionamiento en una torre y una extensión de paneles de espejo que siguen el movimiento del sol llamados heliostatos, tratándose en este caso de 624 espejos, ocupando 60 hectáreas.
La torre central mide 115 metros de altura y cada uno de estos heliostatos tiene una superficie de 120 m². El funcionamiento es parecido a aquello de provocar pequeñas combustiones con una lupa o molestar a alguien con el reflejo de nuestro reloj de pulsera, pero llevado a la gran escala en cuanto a superficies, reflejos y temperatura.
Los heliostatos reflejan la luz solar hacia un receptor situado en la parte superior de la torre central. Este reflejo es de alta intensidad, de hecho el halo de vapor de agua y partículas de polvo del aire es visible, formando un resplandor en esa parte superior donde se sitúa el receptor.
Este reflejo logra que el receptor se caliente y se genera vapor a 257ºC por el agua a presión que circula por unas tuberías. El vapor se envía a la turbina que genera electricidad y una parte queda almacenado en unos tanques acumuladores, de modo que pueda ser utilizado cuando no hay suficiente producción. Por ello, es un tipo de planta solar cuyo funcionamiento es distinto de las centrales fotovoltaicas que suelen verse (sin torre y con células fotovoltaicas).
PS10 convierte en torno al 17% de la energía solar proveniente del reflejo, produciendo 11 megavatios y dando energía suficiente para 5.500 hogares y ahorrando la producción de 6.700 toneladas de dióxido de carbono (CO₂), según Albengoa. Lo que se conoce como Planta Solúcar engloba a PS10, PS20 y Solnovas, que en conjunto producen 183 megavatios anuales, lo que en teoría da para alimentar a 94.000 hogares y evita la emisión de unas 114.000 toneladas de CO₂.
Aprovechando los reflejos al máximo (si hay fondos)
También en Andalucía, en 2011 empezó su actividad Gemasolar, también de torre central pero con 2.650 heliostatos en 195 hectáreas. Produce 100 megavatios al año y fue la primera explotada comercialmente en el mundo de este tipo de centrales con sistema de almacenamiento térmico en sales fundidas.
Decíamos en la introducción que PS10 (y el proyecto en general) ha tenido más suerte que otros proyectos que aparecieron posteriormente, e hilando con el sistema de sales molidas está el caso de Crescent Dunes Solar Energy Project (en Estados Unidos), que iba a tener una capacidad de 110 megavatios pero que tras aprobarse y empezar su actividad ésta paró por averías y problemas financieros, aunque ha habido un intento por resucitarla. De momento, la mayor central térmica de torre central del mundo está en el desierto de Mojave (Estados Unidos), produciendo 420 megavatios al año.
Imagen | afloresm
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La noticia
La primera planta solar de torre central en explotarse comercialmente está en Sevilla: una pionera que ha sobrevivido a otras más ambiciosas
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Xataka
por
Anna Martí
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