La no-nueva Notre Dame: placas solares, un techo sin forma definida y hasta 19 diseños locos que finalmente no serán realidad
La (fatídica) casualidad ha querido que la actualidad casi haya hecho coincidir dos noticias relacionadas con incendios de catedrales míticas: la del incendio de la de Nantes y la de la aprobación de la construcción de Notre Dame tal y como era antes del incendio que sufrió en 2019. Algo que previamente fue un debate público sobre si Notre Dame debería de actualizarse o no con respecto a lo que sería su nuevo techo.
En diciembre del año pasado se anunció un decreto por el que propio Emmanuel Macron, presidente de Francia, sometería a “consulta popular” (nacional) la “fisonomía idéntica o con detalles modernos” de la restauración de la catedral parisina con un concurso internacional. Pero finalmente ganó la opción más conservadora y el presidente aceptó la propuesta de la “reconstrucción idéntica”, aunque no sin dejar atrás algunos diseños espectaculares propuestos o no para el concursopara lo que pudo haber sido la Nueva Notre Dame.
Que se haga la luz para llegar al cielo
Christophe Pinguet, de la agencia Shortcut, sugería que al menos de manera transitoria el techo de la catedral fuese compuesto por un juego de luces. Se trata de una empresa centrada en la organización de eventos y su sugerencia era que entre el 25 de noviembre y el 15 de enero de 2020 permaneciese este techo de luz, no tanto arquitectónico y un poco más al estilo de los espectáculos con drones que hemos visto anteriormente.
De manera similar a la propuesta anterior, el estudio Vizum Atelier visualizó construir una estructura particularmente ligera e infinita, tirando también de luz, porque “en la época gótica, los constructores intentaban alcanzar el cielo, así que depende de nosotros llegar allí”. De noche quedaría como un túnel directo a los cielos, pero quedó saber qué efecto tendría durante el día.
Una idea parecida a la del diseñador gráfico Anthony Séjourné, quedando el techo construido en piedra de la manera tradicional y también con una estructura que proyectase la luz que hiciese las veces de la aguja y que “perforara el cielo”.
concours architecture #NotreDame voici mon projet, la reconstruction de la flèche en spots lumineux, avec une lumière centrale qui traverse le ciel pic.twitter.com/YxRK3f6NtB
— Anthony SÉJOURNÉ (@anthoatana) April 18, 2019
Encaja aquí también la idea de Pedro Alvarez, Julia Cordeiro y otros arquitectos brasileños de una Notre Dame cyberpunk. Tal cual, su propuesta fue la de crear una aguja holográfica que diese “una atmósfera futurista inspirada en un escenario cyberpunk, como se ve en películas como ‘Blade Runner’ o ‘Akira'”. Quizás a Keanu le gustase esto.
Un techo sin forma definida
El arquitecto Yung Sai Chun propuso algo para Design Class que destaca entre todo lo demás por no ser una forma concreta. Su idea era que el techo fuese una especie de niebla en representación de la gente. Este techo tendría tres componentes: “un sistema de boquillas de alta presión, una serie de marcos triangulares de madera quemada y un puente colgante de acero sobre un piso de vidrio”, de modo que las boquillas fuesen a la vez decoración y un sistema anti-incendios. Pensó además que la gente podría votar vía app la cantidad de niebla que tuviese el tejado en cada momento.
Una nueva catedral “más verde”
Una propuesta que apareció (y de la que ya no vemos rastro, ni siquiera del estudio) es la de Studio NAB, que como recogió Archdaily trataba de aunar “biodiversidad, educación y solidaridad”. Lo que proponía el arquitecto Nicolas Abdelkader era que ese techo a modo de invernadero fuese un emplazamiento en el que poder llevar a cabo la reinserción profesional de los más desfavorecidos, ofreciendo cursos de agricultura urbana e incluso de apicultura.
En verde, pero concretamente en energías renovables, pensaron Pankratieva Ioulia y Gandrabur Konstantin. Su propuesta para Design Glass fue un techo lleno de células fotovoltaicas que diesen energía para la aclimatación de los interiores de la catedral.
Cristián Patricio León Moreno, arquitecto y creador de una criptomoneda (Dado) también vio el potencial como productor de energía a la catedral basándolo en “en dos cilindros de cobre, elevadores de agua y ocho turbinas Francis que reciben el flujo que viene de la parte superior”. Además, tenía claro que el techo podría albergar antenas wifi, servidores e incluso el superordenador Blue Gene de IBM.
Fuentes y arte
“Vida, fuerza y resurgimiento”, los tres conceptos que el Dr. Cuong Phu Nguyen y Nga Thi Hang Nguyen quisieron plasmar según expresaron al presentar su diseño a Design Class usando agua y luz para crear un techo lleno de fuentes en el que la aguja es una gran cascada. La iluminación, como ocurre con la Torre Eiffel y algunos otros monumentos de la capital francesa, sería un espectáculo nocturno. Además, se incluiría una galería de arte abierta al público.
Cuando la simbología se sale del molde
Probablemente uno de los diseños más imposibles e improbables de los presentados al concurso. Huynh Thanh Nha pensó que la simbología cristiana podría aprovecharse de manera polivalente con un ichtus (un símbolo religioso en forma de pez) que podría hacer las veces de canal, jardín o emplazamiento de exposiciones y actividades según la época del año. Lo de la representación con lo que parecen pequeñas carabelas nos encanta.
El cristal, la elección favorita
Massimiliano Fuksas habló de una fusión entre lo antiguo y lo moderno en una entrevista del Hufftington Post imaginando “una especie de pináculo muy alto hecho como un cristal de Baccarat, que es francés, que puede iluminarse por la noche y llenarse de luz”. En ese momento (cercano al incendio) aclaró que no era una propuesta formal y simplemente expresó su idea, pero el proyecto tomó forma (al menos virual) en su web.
Por su parte, el arquitecto Alexandre Chassang propuso algo más llamativo y moderno: un gran prisma de cristal que introduciría un haz de luz en el interior de la catedral. Algo que hubiese roto totalmente con lo anterior y que, según dijo, servía para abrir el debate sobre qué estilo debería seguirse, opinando que la “arquitectura debería ser representativa del tiempo que vivimos”.
#Notredamede_Paris Nous n’allons pas reconstruire aujourd’hui par mimétisme l’image du passé .
Ce serait comme exposer une copie de la Joconde au Louvre.
Profitons de ce moment pour ouvrir le débat sur l’action à mener.
L’architecture doit représenter notre époque. pic.twitter.com/pff1nLT5sv— Alexandre CHASSANG (@AlexandreCHASS6) April 16, 2019
Norman Foster, arquitecto mundialmente conocido quien, entre otros proyectos, se encargó del Apple Park, también tenía algo que decir sobre el posible futuro de Notre Dame. Su idea era remplazar el destruido techo por una construcción de cristal y acero “ligera y aireada”, con la luz como elemento principal y una aguja completamente diáfana y compuesta por cristal.
Notre-Dame competition an extraordinary opportunity, says Norman Foster. https://t.co/uQxmDZgHbz pic.twitter.com/FPpQgUmckF
— Royal Fine Art (@RoyalFineArt) April 20, 2019
ZhangJuanYi también pensó en “estar lo más cerca posible del cielo” y propuso para Design Class una serie de lentes convexas para jugar con los reflejos y las distancias focales, de modo que la fuente de luz fuese la externa o la interior según fuese de día o de noche. Así, de día sería como un espejo y de noche se refractaría la luz interior en la aguja.
Si habéis visitado previamente esta catedral quizás recordéis las vidrieras, una de sus características más populares y atractivas. Tal vez en honor a ellas Alexandre Fantozzi (de Aj6 studio) pensó en que el nuevo techo podría ser todo (incluyendo la aguja) vidrieras.
La propuesta de George Zong para Design Class lleva la construcción con cristal a otro extremo en el que la aguja parece haber sufrido varias torsiones. El techo perdería su forma original y gótica para recordar a los exteriores del Louvre, con pirámides de cristal y una aguja accesible a la gente de manera limitada.
El Arca de Noé llevada a Notre Dame
Jimmy Li y Susan Lin propusieron para Design Class que se caminase sobre el agua, concretamente sobre una piscina accesible desde el campanario y que rodease un altar de mármol. Habría un jardín en un nivel algo más bajo a la piscina, llamado “Edén” (como no podía ser de otra manera.
Las propuesta más desconcertantes: “congelar el drama” con una llama
Mathieu Lehanneur, quien fuese diseñador del segundo distrito de París, expresó que la causa del drama debía ser el motivo principal del diseño. Su propuesta: una gran y escultural llama, aparentemente de metal.
El arquitecto Santosh Wadekar directamente llamó La Couronne de Feu (La corona de fuego) a su propuesta para el Design Class. Explica que “el fuego es una de las cicatrices de Notre Dame” y que con esta corona “la luciría con orgullo”. Una llama compuesta de cristal, con una pirámide que dirigiría la luz al interior, y capas concéntricas de piedra y metal ligero, éstas últimas cambiando según la dirección del viento.
Imagen | Yung Sai Chun/Design Class
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La noticia
La no-nueva Notre Dame: placas solares, un techo sin forma definida y hasta 19 diseños locos que finalmente no serán realidad
fue publicada originalmente en
Xataka
por
Anna Martí
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