El impuestazo a los autos afectaría al 43% de los modelos

Fuentes del sector automotor advierten que de aprobarse el proyecto de Ley de Emergencia que se está debatiendo en las comisiones del Congreso, se verán afectados los vehículos cuyo valor al publico se estima en u$s 28 mil cuando hasta hoy lo hacía a los de precios iguales o superiores a u$s 42 mil.

De no haber cambios en el citado proyecto dado a conocer en el día de ayer por el ministro de Economía, Martín Guzmán, se verán alcanzados el 43% de los modelos que actualmente se comercializan en el mercado actual (tomando el tipo de cambio oficial vigente de $63).

La nueva Ley de Emergencia reinstalaría la primera escala (desaparecida en 2016) con una tasa efectiva del 25%, mientras que fue el 11% la primera vez que se introdujo, allá por 2014. Y la segunda escala se potencia y aumenta la presión hasta el 53,8% (actualmente del 25%), por lo que aumenta más de un 100%

Sobre un total de 978 modelos/versiones, 182 de ellos (el 19%) serían alcanzados por la alícuota del 25% y 239 (el 24%) por la del 53,8%; los restantes 557 (el 57%) quedarán exceptuados, todos ellos por debajo de un precio estimado al público de $1.800.000.-

Nuevo Cruze concesionario

¿Cómo fue la evolución del impuesto interno?
La primera vez que se introdujo «impuestos internos» fue en 2008 durante el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner y con un alícuota del 10% (11,1% efectiva) para vehículos con una base imponible de $140 mil en adelante, sin segunda escala. Al año siguiente se actualizó para vehículos de $150 mil o más y en 2010 para los de más de $170 mil.

En 2011 se aplicó para los de $212.500 en adelante, mientras que en 2012 y 2013 se retrotrajo para los modelos nuevos de $150 mil.

Un año después, en 2014, se produjo el salto más significativo en cuanto a porcentajes y mínimos imponibles alcanzados: del 30% (42,8% efectiva) para los de $170 mil y del 50% (100% efectiva) para los de precios iguales o superiores a $210 mil.

En el primer semestre de 2015 se aplicó para vehículos de $195.500 en adelante en la primera escala y de $241.500 en la segunda. Pero en el segundo semestre se discriminó entre modelos de producción nacional e importados con pisos de $225.000 y $278.000 pero con tasas del 10% y del 30%, respectivamente, y del 30% y el 50% en el caso de los importados.

En el gobierno de Mauricio Macri se realizó un replanteo que bajó las alícuotas y se estableció una actualización de los montos mínimos imponibles en función de las constantes devaluaciones que provocaron cambios en las listas de precios, sin distinción de autos nacionales o importados.

Así fue como en el primer semestre de 2016 se aplicó una alícuota del 10% (11,1% efectivo) a los vehículos $350 mil en adelante, y del 20% (25% efectiva) en los de valores mayores a $800 mil. Y al año siguiente se mantuvieron las mismas alícuotas pero para vehículos de $380 mil y $800 mil.

En enero de 2018 se eliminó la primera escala de impuestos internos y se mantuvo la segunda del 20% (25% efectivo) para los vehículos de más de $900 mil.

Con la inflación descontrolada y el peso perdiendo valor mes a mesa respecto del dólar, durante 2019 se retocó varias veces el monto mínimo: entre enero y mayo fue para los de $1.400.000; de junio a agosto para los de $1.485.900; de septiembre a noviembre para los de $1.626.763 y a partir de diciembre para los de $1.831.084.

Estaba estipulado que la próxima actualización sería en febrero de 2020 por IPC, pero en rigor ya quedó sin efecto y de aprobarse el proyecto de Ley de Emergencia, el salto sería abrupto.

Vendedor de concesionario

Cambiar para peor
«Sufrimos triplicación del tipo de cambio y la actualización por inflación que se ajustaba cuatro meses después, ahora desaparece… Se cambia por una actualización por un índice de precios del sector a partir de abril, que puede ser junio. Entonces el dólar de $63 tiene que durar hasta junio para que no siga afectando modelos incluso más bajos», advierte un empresario de larga trayectoria.

«Estamos ante un impuesto a la tecnología, la seguridad y la variedad que termina eliminando estas características y se impone la producción e importación de autos ‘base’ sin mayor equipamiento para no caer en el impuesto», agrega. «Estos cambios empeoran el mercado en un momento que marcas y concesionarios atraviesan la peor crisis de ventas de los últimos años», puntualiza.

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