Análisis de Plants vs. Zombies: Battle for Neighborville. Ser el Garden Warfare más completo no te garantiza ser el mejor
EA ha optado por un modelo de negocio un tanto extraño de cara al lanzamiento de Plants vs. Zombies: Battle for Neighborville. Presentado en sociedad casi de sopetón, pese a ser un secreto a voces, se puso a la venta a primeros de septiembre en calidad de acceso anticipado para los fundadores… con su versión final disponible al cabo de un mes y medio. Y aquí estamos.
A lo largo de esas semanas se fue ampliando con más contenido y para su puesta de largo (sí, por fin se ha confirmado también en formato físico) subirá un poco su precio y contará con todos los modos de juego de entrada. La duda es: ¿qué tal está el conjunto respecto a anteriores Garden Warfare? Toca analizarlo.
Un patio de recreo más social y variado
Como recalcamos en anteriores impresiones, lo que más llama la atención de inicio de este Plants vs. Zombies: Battle for Neighborville es su faceta social. Era un paso lógico respecto a Garden Warfare 2, que nos obligaba a estar conectados a Internet, pero ahora esto significa contar con unos servidores que albergan hasta 24 jugadores por patio de recreo, para hacer el ganso, entablar amistad o lo que surja.
Si bien esa faceta social es totalmente opcional (se puede marcar por defecto entrar en un servidor privado sólo para nosotros), le aporta un plus muy interesante a la saga, ya que siempre se le echó en falta un punto de reunión con desconocidos para pasar el rato o centrarse en la evolución de nuestras plantas y zombis y toda la parafernalia cosmética que les rodea, a cada cuál más pintoresca e hilarante. Porque el sentido del humor sigue intacto.
La estructura de este patio de recreo, aquí bautizado como Parque Mareante, está dividida en tres partes: dos bases (una para las plantas y otra para los zombis; cada una en un extremo) y una zona central a modo de PvP improvisado, por el simple placer de pasar el rato dentro de un parque de atracciones muy movidito.
En cada base hay diversos puntos sobre los que podremos interacturar, desde la gestión de nuestros personajes hasta las tiendas, la máquina Premiotrón 9000 para gastar monedas por cartas que desbloquean aspectos cosméticos de distinta rareza u otras zonas de personalización y entrenamiento. Incluso tienen cabida ciertos secretos, como la localización de unos peces esquivos…
Desde ese campo también gestionamos las partidas de la historia y, por supuesto, los modos multijugador competitivos y cooperativos. En ese sentido, no difiere mucho respecto a lo visto en la secuela.
Un Plants vs. Zombies mucho más colorido
Ya en faena, otro de los grandes añadidos de este Plants vs. Zombies: Battle for Neighborville radica en las nuevas incorporaciones, tanto del bando de las plantas como del de los zombis. Son seis en total, lo que hace una suma de 20 personajes distintos, repitiendo los que protagonizaron los dos primeros Garden Warfare, por supuesto.
Los nuevos rostros encajan perfectamente en este shooter, pese a que algunos quizás necesiten un tímido ajuste para no dar la sensación de cierto desnivel. Esto se acrecenta, en parte, debido a esa diversificación de clases, separando cada personaje en tres grupos distintos (ataque, defensa y apoyo), siguiendo la estela de Overwatch y similares.
Por parte del bando de las plantas, los nuevos héroes son Gorro de noche, Bocadragón y Bellota, siendo esta última una especie de contrapartida del ya clásico Zombidito de los zombis. Con su transformación se convierte en un Roble de lo más letal al que se le pueden acoplar, para colmo, más Bellotas.
En cuanto a los zombis, sus nuevos rostros son Héroe ochentero, Patinadora eléctrica y Cadete espacial. Tres añadidos interesantes, igualmente, pese a que Cadete espacial siga contando con un ataque extremadamente poderoso que es capaz de cargarse a cualquier campeón en un abrir y cerrar de ojos.
¿Y qué pasa con los héroes clásicos? La mayoría siguen más o menos igual, pero algunos han sufrido cambios importantes de comportamiento, como la supresión de las nueces defensivas del Cactus o que el Científico ahora ya no cuente con una bomba que haga daño para definir mejor su rol curativo.
La historia no tiene peso, pero sí mucha marcha
La historia ha sufrido un cambio importante respecto a la secuela, donde ha perdido parte de su chispa en el proceso al tener muchas misiones de relleno. Ha ganado, eso sí, una enorme variedad de cosas por hacer a lo largo de tres regiones distintas, de las cuáles hay una que comparten plantas y zombis. Son El Centro, Bosque Extraño y Monte Pendiente.
La navegación por cada una de estas regiones viene acompañada de un mapa francamente útil que nos ofrece información detallada de lo que vamos desbloqueando o viendo con nuestro paso, lo cuál viene de perlas si tenemos en cuenta el medio centenar de medallas a obtener por región. Medallas que se nos conceden por desafíos de toda índole (algunos absurdos o impensables, aunque muchos estén basados en la destrucción y recolección de objetos) y, lógicamente, las misiones de la historia.
Hay que decir que lo más criticable de su historia es que peca de falta de originalidad a la hora de seguir un esquema predefinido: haz tres misiones donde obtendrás tres objetos necesarios para desbloquear uno especial donde ya te podrás enfrentar al jefe. Exactamente igual para cada región.
Las misiones tampoco es que brillen especialmente, salvo casos puntuales y por mucho que nos pueda gustar el sentido del humor de todas ellas, pero vienen bien para ganar experiencia y monedas sin demasiado esfuerzo. Es bastante más divertido perderse por cada región en busca de cofres y gnomos, de los cuáles hay versiones doradas y diamantes, respectivamente (más difíciles de localizar u obtener) o completar las zonas de batalla o desafíos especiales donde provocar al enemigo para que saque la artillería.
Sobra decir que podemos jugar a la historia en compañía de otra persona en modo local (a pantalla partida), aunque el proceso sea bastante engorroso al principio porque nuestro acompañante necesitará obligatoriamente una cuenta de EA para poder jugar. El multijugador local es exclusivo de PS4 y Xbox One, por cierto. Ya online (hasta cuatro en cooperativo), para todos.
Un multijugador que sigue siendo divertido
Siendo un juego tan social, no extraña que cuente con tanta variedad de modos de juego online competitivos y cooperativos, aunque choca que se haya dejado en el tintero alguno clásico o empobrecido el aspecto de uno de sus grandes pilares. Lo dijimos anteriormente, en una de sus actualizaciones: Operaciones de Jardín y Cementerio ha perdido su encanto.
Ese modo basado en oleadas para jugar con otras tres personas es menos divertido por culpa de lo limitado que es ahora, sin opción posible a ajustar sus parámetros antes de entrar y con menos oleadas a las que hacer frente.
Plants vs. Zombies: Battle for Neighborville peca, además, de falta de originalidad con el resto de modos, puesto que repiten los que ya se conocían. A saber: Absorción de territorios (un clásico que sigue siendo de lo más divertido), Derrotar por equipos, un modo Mixto (con Bomba Gnomo, Suburbinación y Derrota confirmada) y Arena de Batallas, siendo este último un PvP para 8 jugadores donde se van quedando fuera personajes por cada ronda. Y a mayores, no faltan los eventos temporales: esta semana están con Operaciones Aleatorias, por ejemplo.
Se sigue echando en falta el clásico Jardines y Cementerios, que todavía no ha hecho acto de presencia en esta entrega, pero es de suponer que acabará llegando si tenemos en cuenta que EA dejó caer que habrá sorpresas con el paso de las semanas y tras su puesta de largo. Hoy es el lanzamiento oficial del juego, de hecho, así que todo puede pasar. Pero de momento, nada.
Esto, unido a lo mejorable que resulta su historia, es lo que le impide llegar a superar al anterior Plants vs. Zombies: Garden Warfare 2. Porque a nivel de contenido y de cosas por hacer, junto con las nuevas incorporaciones, lo supera con creces.
La opinión de VidaExtra
En resumen, Plants vs. Zombies: Battle for Neighborville ha cumplido casi todas las peticiones que le pedíamos para ser una entrega más completa, pero le ha faltado ser más ambicioso y original en ciertos aspectos, de ahí que el resultado esté un peldaño (pequeño) por debajo de lo que debería ser un Plants vs. Zombies: Garden Warfare 3 en condiciones. Lo bueno es que esto no ha hecho más que empezar y los anteriores tuvieron DLC gratis.
Battle for Neighborville
Plataformas | PC (Origin), PS4 (versión analizada) y Xbox One |
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Multijugador | Sí, local (hasta dos jugadores) y online (hasta 24) |
Desarrollador | PopCap Games |
Compañía | EA |
Lanzamiento | 18 de octubre de 2019 |
Precio | 39,95 euros |
Lo mejor
- Los nuevos héroes para las plantas y zombis
- La enorme variedad de cosas por hacer en cada región
- Sigue siendo un Garden Warfare muy divertido
Lo peor
- La historia peca de patrones repetitivos
- Que siga sin llegar Jardines y Cementerios
- Se echa en falta una pantalla partida para cuatro jugadores
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Análisis de Plants vs. Zombies: Battle for Neighborville. Ser el Garden Warfare más completo no te garantiza ser el mejor
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