#Test: Cosas de Autos probó el Hyundai Kona Ultimate
Dicen que el camino de los SUV es de ida, que quien se subió a un vehículo de este tipo no quiere volver a subirse a un auto. No es bueno generalizar pero algo de eso hay, quizá por la posición de manejo elevada o la sensación de mayor seguridad. Sin embargo, la contra principal de este tipo de vehículo pasa por su tamaño que complica las cosas a la hora de buscar estacionamiento o moverse ágilmente.
Los crossover son una alternativa porque combinan prestaciones de SUV en el tamaño de un auto compacto, y Hyundai acaba de dar ese paso en nuestro país con el Kona, con el que tomamos contacto en su versión 1.6 Turbo 4WD Ultimate.
El Hyundai Kona por afuera
Los diseños del grupo coreano Hyundai-Kia tienen desde hace tiempo una identidad lograda, de la mano del diseñador alemán Peter Schreyer; los de Kia venían siendo más jugados y los de Hyundai más conservadores, al menos hasta este Kona que -no casualmente- es obra del Luc Donckerwolke (ex Lamborghini). Alcanza una recorrida general para darse cuenta que tiene un ADN oriental y su osadía puede ser demasiado para muchos.
¿Qué es lo que más lo diferencia? El diseño de sus faros, combinando formas y disposiciones que salen de lo tradicional como en el caso del extraño conjunto óptico inferior trasero. Y como siempre decimos, el gusto es personal y totalmente subjetivo; a nosotros nos parece una apuesta interesante porque así y todo no abandona la esencia de Hyundai, con elementos como su parrilla hexagonal que lo identifica.
Su aparición para ocupar un lugar entre Creta y Tucson es momentánea, al menos hasta el arribo de la Venue, un SUV que fue develado hace pocos meses. Lo que hace a Kona un crossover es su formato más tipo «rural», no tan elevado. Así y todo cuenta con look y atributos de todo terreno, como un mayor despeje del suelo, las barras de techo y las protecciones negras en pasarruedas y zócalos, y doble tracción.
Mide 4.165 mm de largo; 1.800 mm de ancho y 1.565 mm de alto, con una distancia entre ejes de 2.600 mm que es bastante para su largo total pero que deja un espacio justo para la carga. En la vista lateral se aprecia que le quedan muy bien las llantas de 18″ con Hankook Ventus Prime3 235/45 R18.
¿Rivales? Se pueden forzar comparaciones hasta el cansancio, sobre todo en el ítem precio. Por medidas compite con Citroën C4 Cactus, Audi Q2 y hasta con Fiat 500X o MINI Countryman. ¿Y Subaru XV? De lejos se parecen pero el nipón es 28,5 cm más largo.
El Hyundai Kona por dentro
La propuesta del interior prosigue en gran medida la sobriedad característica de Hyundai, sin estridencias y con una calidad percibida satisfactoria. No es un auto premium ni tiene esas pretensiones aunque por su precio quizá alguno se confunda; hay abundancia de plásticos pero con buenas terminaciones y encastres. Lo mejor en esta versión pasa por los tapizados forrados en cuero perforado y con excelente sujeción.
El volante es multi-función de buen grip y tiene doble regulación, y junto con la(s) butaca(s) eléctrica(s) permite una muy buena posición de manejo.
En el centro de la consola se ubica la pantalla multimedia táctil de 8″ (que no se pliega), compatible con Android Auto y Apple CarPlay. Si bien carece de navegador embarcado sí dispone de cámara de retroceso.
En lo que hace al equipamiento hay algunos detalles salientes como las butacas calefaccionadas y ventiladas, junto como el volante calefaccionado (ideal para zonas frías); además esta variante es la única que ofrece techo solar panorámico. La dotación se completa con climatizador automático (de una zona); acceso y arranque sin llave; control crucero; sensores de lluvia, crepuscular y estacionamiento y sistema Start&Stop.
Así como destacamos que tres adultos (a dieta) pueden arreglárselas para viajar más o menos cómodos en las plazas traseras, con espacio justo para piernas y hombros, en lo que es valijas van a tener que llevar lo indispensable.
La capacidad volúmetrica de carga es de escasos 361 litros (se puede ampliar rebatiendo el respaldo del banco trasero hasta los 1.143 litros). Lo peor del caso es que, a pesar de este baúl reducido, el auxilio es temporal.
Al volante del Hyundai Kona
Dinámicamente, hay que decirlo con todas las letras, es uno de esos vehículos de los que uno no se quiere bajar. Un dato: tiene la misma mecánica que la Tucson turbo pero es más compacto y liviano (300 kg menos), lo que convierte en un auto muy ágil, que responde con suficiencia siempre que se pise el acelerador, y con una dirección eléctrica a la altura.
Además, su generosa distancia entre ejes y el esquema de suspensión independiente en las cuatro ruedas lo hacen divertido de manejar también a alta velocidad.
A esto le suma el plus de la doble tracción, voladizos cortos y un despeje de 170 mm que no le ponen límites al uso urbano agresivo ni al off road light de «fin de semana».
Debajo del capó se encuentra el cuatro cilindros naftero, 16v de 177 cv @ 5.500 rpm y con un torque de 265 Nm disponible a partir de las 1.500 rpm y hasta las 4.500 rpm, un régimen muy amplio que le da esa soltura y elasticidad a la hora del pasaje de marchas, casi en cualquier condición.
La transmisión es DCT automática-secuencial (sin levas), de doble embrague, y siete velocidades. Por su parte, la tracción es integral, con acople automático y permite bloqueo del modo 4WD hasta los 50 km/h, pero que no deja de ser un vehículo «de calle» (por caso, los neumáticos no son de uso mixto).
Ofrece la posibilidad de optar por tres modos de conducción (Eco, Comfort y Sport) que actúan sobre la electrónica, la caja y el acelerador, modificando la respuesta en función de la performance o la eficiencia.
Consumo: según nuestras mediciones (en Modo Eco) a 120 km/h el motor gira a 2.300 rpm y acusa un rendimiento de 9,2 l/100 km; a 130 km/h lo hace 2.500 rpm y da 9,7 l/100 km. El promedio del contacto fue de 8,4 l/100 km.
El aspecto en el que no reviste discusión es en el de la seguridad: ofrece de serie frenos de disco con ABS y EBD; seis airbags; Control de Estabilidad; Asistente al Arranque en Pendientes; Control de Descenso; Monitoreo de presión de neumáticos; ganchos ISOFIX y faros anti-nieblas.
A esto le suma algunas asistencias a la conducción que lo distinguen de sus competidores como son Control de crucero adaptativo; Asistente de mantenimiento de carril que no sólo alerta sino que corrige la dirección; Alerta de punto ciego; Detector de fatiga y Frenado autónomo de emergencia.
Conclusiones del test del Hyundai Kona
Es un vehículo que engaña: es más chico de lo que parece pero ofrece más que un hatch convencional; por eso lo de «crossover compacto» le sienta perfecto. Esta versión está bien equipada y quien no precise llevar mucha carga, encontrará una alternativa más ágil para moverse en la ciudad que la Tucson, pero que no llega a tener ni el espacio de la Creta.
Y si está decidido pero de todos modos le resulta inaccesible, existe la alternativa menos equipada bautizada Safety+ porque no resigna seguridad y se diferencia de la Ultimate por no tener algunos «chiches» prescindibles. Precio al momento de ser publicada esta nota: u$s 45.000.-
Ficha técnica del Hyundai Kona (en .pdf)