Cerrar las aplicaciones de iOS continuamente no sirve de nada: te explicamos por qué
Lo vemos a diario, demasiadas veces: hay muchos usuarios de iOS que se han acostumbrado a cerrar las aplicaciones de una forma que roza lo obsesivo, a veces incluso justo después de usarlas. La sensación que se tiene es que hacer eso libera recursos del móvil y ahorra batería.
Pues resulta que no sólo no se ahorra batería, si no que se gasta más de la que deberías. Cerrar las aplicaciones de iOS es contraproducente y provoca el efecto contrario del que se busca. Vamos a ver el por qué de eso y algunos consejos para que logres ahorrar batería de forma efectiva.
Para entender lo que ocurre con las aplicaciones que puedes ver en la interfaz multitarea (la que invocas pulsando dos veces el botón Home o deslizando y sosteniendo el dedo hacia arriba en los iPhone más modernos) hay que acabar con algunas creencias.
iOS administra sus recursos para que tú no tengas que hacerlo
Los usuarios de iOS se podrían dividir entre dos mitades perfectas: los de la primera mitad te aseguran que todas las aplicaciones que ves en esa interfaz multitarea son aplicaciones que están abiertas y consumiendo recursos, y que por lo tanto es preciso cerrarlas todas con tanta frecuencia como sea posible.
La segunda mitad de los usuarios te dirá que las aplicaciones que hay ahí no están abiertas, y lo que ves es un simple historial de las aplicaciones que tenías abiertas en el pasado ordenadas cronológicamente. Y que por lo tanto, cerrar esas aplicaciones es absurdo.
Ninguna de las mitades tiene razón, y ambas mitades la tienen al mismo tiempo.
Aquellas aplicaciones de la interfaz multitarea que ves nada más invocarla, las que quedan más a la derecha en cuanto empiezas a desplazarte por ellas horizontalmente, sí que son aplicaciones que están abiertas y que por lo tanto consumen ciertos recursos como memoria RAM y algo de batería. Sin embargo, a medida que nos vamos desplazando horizontalmente hacia la izquierda, llega un punto en el que las aplicaciones ya no están abiertas, y lo que vemos es un simple historial de lo que en el pasado estaba cargado en el sistema.
Podemos diferenciar bien estas aplicaciones al recargarlas desde la interfaz multitarea. Si la aplicación se muestra instantáneamente y puedes empezar a usarla sin esperar ni una décima de segundo, entonces esa aplicación ya estaba cargada. De lo contrario, si ves que al invocar la aplicación ésta tarda de dos a cuatro segundos en cargar y/o aparece la interfaz de título de la aplicación, entonces significa que ésta no estaba cargada y iOS la ha vuelto a abrir.
Ahora te puedes preguntar: ¿Y cómo se puede saber a partir de qué aplicación de la interfaz multitarea dejo de ver aplicaciones cargadas para pasar a ver el historial cronológico de lo que tenía abierto y cargado? La respuesta es simple: no puedes. Apple no revela ese dato.
Y ese dato no se revela precisamente por que Apple quiere transmitirte algo muy simple: no deberías preocuparte de tener que cerrar esas aplicaciones. iOS ya se encarga de hacerlo optimizando sus recursos. Cuando se necesite memoria para abrir una aplicación, ya habrá aplicaciones que se cerrarán para dejar memoria libre. No hace falta que lo hagas tú manualmente.
Si cierras una aplicación 100 veces, obligas al iPhone a cargarla 100 veces desde cero
Además, si cierras constantemente una aplicación que utilices constantemente (como WhatsApp o Twitter), estás obligando al sistema a cargar una aplicación desde cero decenas y decenas de veces. Eso se traduce en un gasto mucho mayor de la batería, cuando iOS la optimiza simplemente dejando WhatsApp o Twitter ya cargados para que abrirlas constantemente sólo requiera mostrar en pantalla una aplicación que ya se ha cargado.
Cerrar las aplicaciones de iOS constantemente equivale a querer ir de la cocina al salón de tu casa pero haciendo el esfuerzo de salir de la cocina, ponerse los zapatos y el abrigo, bajar a la calle y cerrar la puerta de casa, volver a abrirla, subir a casa de nuevo, quitarse el abrigo y los zapatos y acudiendo al salón. Absurdo, ¿verdad?
Por eso, lo mejor que puedes hacer es dejar de cerrar todas las aplicaciones de iOS constantemente. En todo caso, cuando te falte batería y no puedas cargar el teléfono, puedes cerrar aplicaciones como mapas o juegos para minimizar el consumo de energía. También puedes cerrar todas las aplicaciones una vez cada 10-20 días para limpiar la memoria, pero desde luego no es necesario que lo hagas cada vez que uses una aplicación.
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Applesfera
por
Miguel López
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