BMW Garmisch el prototipo de 1970 que desapareció y que volvió a hacerse como homenaje a su creador
Con motivo del Salón de Ginebra de 1970, BMW presentó un prototipo encargado nada menos que a Marcello Gandini. El diseñador italiano tenía por entonces 31 años (hoy tiene 80) y ya había dado vida el 69 al Lamborghini Miura y ese mismo año diseñaría el Lancia Stratos Zero, dos de sus creaciones más recordadas, junto con el Lamborghini Countach de 1971.
De su cabeza y su tablero surgieron grandes ideas revolucionarias que cambiaron para siempre las formas del automóvil; aún hoy sus diseños parecen futuristas, mucho más lo fueron hace 50 años atrás, cuando en la industria abundaban los vehículos de grandes dimensiones y líneas toscas.
Después de finalizar sus estudios, Gandini tuvo la posibilidad de ingresar en el grupo Bertone donde sustituyó nada menos que a su compatriota, Giorgetto Giugiaro, quien hasta 1965 se desempeñó como jefe de diseño. Ahí tuvo rienda suelta para «reinventar» el auto, y Bertone vivió su momento de gloria hasta su partida en 1980, momento el que decidió retirarse y trabajar por su propia cuenta.
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Garmisch es una ciudad de Alemania en el estado de Baviera, ubicada cerca de la frontera con Austria. Su centro de esquí contaba con un resort alpino que a fines de los 60 y durante los 70 estuvo muy de moda entre la clase alta europea. A pedido de Nuccio Bertone, Gandini empezó a trabajar en un prototipo para BMW (cuya sede está precisamente en Baviera) y que sería bautizado Garmisch. «Escogimos ese nombre porque el esquí era muy popular en Italia en ese momento. Evocaba sueños de deportes de invierno y elegancia alpina», rememora Gandini hoy.
Apenas tuvo dos meses para sorprender a los alemanes. Para su creación tomó como base en una coupé 2002ti con carrocería Touring en la que se pueden adivinar los trazos de la icónica Serie 5 E12 que llegaría años después. «Queríamos crear un coupé moderno de tamaño mediano que fuera fiel al lenguaje de diseño de BMW, pero que también fuera más dinámico e incluso un poco provocativo», recuerda Gandini.
Podría afirmarse que la suma de muchos de sus detalles es lo que lo hace un prototipo tan atractivo; desde su particular parrilla con el «doble riñón» en forma de rombo, hasta sus enormes faros «enrejados», pasando por su pilar C con su característica «curva Hofmeister» y la luneta con parasol en forma de panal de abeja. Ni que hablar de su interior, con la guantera deslizante con apertura superior con un generoso espejo o la consola central con la radio y los comandos del aire colocados en forma vertical.
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El BMW Garmisch fue presentado en Ginebra de 1970 donde causó revuelo pero luego que el Salón suizo cerró sus puertas, el prototipo desapareció. No está claro cuál fue su destino, algunos hablan de un robo y otros de un accidente. Lo cierto es que este vehículo nunca más fue visto, lo cual le dio un halo de mito. El paso del tiempo lo convirtió en una rara avis, y su historia cautivó a Adrian van Hooydonk, vice-presidente senior de BMW Group Design, quien en 2018 se propuso volver a fabricarlo y presentarlo en el Concorso d’Eleganza Villa d’Este 2019, el evento más exclusivo del mundo de autos clásicos.
Gandini no sólo autorizó a BMW sino que se involucró en esta tarea aportando datos clave como fue dar con el color Champagne Light Metallic, en línea con las tendencias de la moda italiana de la época, y con algunos de los materiales interiores. A su vez, el equipo de diseño de BMW utilizó la tecnología de modelado 3D para revivir y especificar las estructuras y formas originales, en combinación con artesanos de Turín.
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«Para mí, Marcello Gandini es uno de los grandes maestros del diseño de automóviles, y sus automóviles siempre han sido una fuente importante de inspiración para mi trabajo», dijo van Hooydonk.
Cuando se topó por primera vez con las imágenes del BMW Garmisch quedó tan impresionado que se propuso volverlo a hacer con una finalidad clara: «La construcción del BMW Garmisch por segunda vez nos dio la oportunidad de rendir homenaje al Sr. Gandini, recordar uno de sus autos menos conocidos y resaltar la influencia estilística de Bertone en la evolución del diseño de BMW. Para mí, solo eso fue motivo suficiente para hacer este proyecto: llenar los vacíos y completar la historia de BMW».
«Cuando me enteré de que BMW quería recrear el BMW Garmisch, me sorprendió un poco. Ahora estoy muy contento de haber podido ser parte de este proyecto y feliz de que BMW haya elegido recordar este pasado tan agradable. Habiendo visto el último auto, es difícil para mí incluso distinguirlo del original», admitió por su parte el italiano.
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Seguramente el Garmisch no es ni será el auto más recordado de Gandini, de Bertone ni de BMW. Sin embargo, hace 50 años este tridente trabajó en conjunto para mostrar vanguardia y vaya si lo lograron. Vencieron el paso del tiempo y medio siglo después, lo volvieron a hacer otra vez.
Sergio Cutuli