Nuevo LG G8 ThinQ: probamos la versión USA del LG G8 (con su pantalla-altavoz) antes de su llegada a Europa
En el pasado MWC de Barcelona, LG presentó sus dos modelos franquicia para 2019: el LG V50 y el LG G8 ThinQ. El nuevo smarpthone de la saga G es el más clásico de ambos, aunque presenta interesantes innovaciones asociadas a la pantalla y el sonido.
En Xataka hemos tenido la oportunidad de probar durante unos días en exclusiva la versión USA del LG G8 para así conocer de primera mano algunas de las novedades del modelo europeo que llegará pronto a las tiendas.
De trucos va la cosa … y de una fantástica pantalla
Algo que no se le puede criticar a LG es la constancia y sacrificio alrededor de una idea de diseño que se mantiene en este LG G8. El terminal es claramente identificable desde atrás, con el lector de huellas bien colocado pero algo lento para un gama alta (veremos si algo que se acaba solucionando el día de su lanzamiento en España) y un sistema de cámara doble que ya es una rara avis en el mercado de gama alta.
El color de la unidad que hemos podido probar es un rojo esmeralda brillante, impactante y bastante respetuoso con las huellas y suciedad. La sensación de continuidad en el diseño se consigue manteniendo el mismo tono y tacto tanto en el cristal como en los marcos de metal.
El LG G8 no es pesado (menos de 170 gramos) pero tampoco bate récords de ligereza. De hecho en mano me ha parecido en estos días de uso un terminal con cierto peso debido a su compactación y el uso de cristal de calidad en su trasera. Eso sí, hay que llevar cuidado con los resbalones si no queremos una desagradable sorpresa. Los bordes muy suaves y el acabado del equipo, que se maneja muy bien con una sola mano por su tamaño, lo hacen bastante resbaladizo.
Un control por gestos avanzado en progreso
Quizás por lo resbaladizo que resulta, lo más llamativo del LG G8 es la introducción de un control por gestos con la mano. Si lo tenemos activado, el LG G8 admite desde controlar la música hasta realizar capturas de pantalla, silenciar una alarma o contestar a una llamada situando una mano frente a la pantalla a una distancia de unos 20-30 cm.
También podríamos identificarnos por nuestra mano como dato biométrico, una solución algo cogida con pinzas para acceder al sistema sin tener que levantar el terminal para usar el lector de huellas ni meter el código de desbloqueo.
Con luz natural el sistema funciona alguna veces, pero en interiores no nos ha acabado de convencer. Además de sentirse uno el raro del entorno, no es una opción ni rápida ni precisa que pueda sustituir a unos toques sobre la pantalla … salvo que no puedas precisamente tocar la pantalla porque lleves las manos sucias o mojadas. Pero dada la resistencia IP68 de este LG G8, tampoco vemos realmente un problema en ese aspecto.
Una situación en que sí que hemos usado mucho este control por gestos, porque funciona muy bien, es en la toma de selfies. Un cierre de puños toma una imagen tras tres segundos, mientras que dos cierres de puños (que cuenta muy bien la cámara de profundidad) realizan cuatro fotos seguidas, algo práctico cuando no queremos colocar el temporizador ni forzar la escena tratando de disparar mientras alejamos el terminal de nosotros.
Pantalla OLED de gran nivel (y que hace de altavoz)
En terminales LG, la calidad de su pantalla es una garantía. El LG G8 se mantiene fiel a esa idea y nos ofrece un panel OLED de alto brillo, más de 550 ppp de densidad, mucha precisión al toque y un modo HDR que nos ha dado algunas sesiones de reprodución multimedia muy satisfactorias, apoyadas además por una salida de auriculares y sonido de mucho nivel. En este punto el LG G8 vuelve a demostrar que ahora mismo es el líder sonoro en el mercado de los smartphones de gama alta.
Este apartado ha sido además reforzado en un punto crítico: el sonido externo. LG importa a este LG G8 ThinkQ la tecnología de sus televisores para poder usar la propia pantalla como altavoz, por medio de la resonancia de todo su cuerpo.
El efecto es notable y efectivamente mejora el sonido no tanto a nivel de potencia como en detalle y claridad. Y sin que realmente apreciemos de dónde sale el sonido, aunque con solo tapar el altavoz de la parte inferior y comprobar que apenas varía el volumen, uno ya imagina de dónde procede el “milagro”.
La pantalla mantiene el notch con todos los sensores necesarios para el control por gestos que integra este LG G8, pero su visualización no incomoda en absoluto. La diagonal, de 6,1 pulgadas, puede parecer corta para lo que se estila ahora mismo, pero la experiencia de uso y comodidad de manejo por tener un equipo compacto compensa desde mi punto de vista.
Otro de los elementos ya clásicos en la familia G del fabricante coreano es la fluidez de funcionamiento. En su interior tenemos el Snapdragon 855 con 6 GB de RAM (359476 en Antutu) y una memoria interna de 128 GB. Son cifras y datos que se corresponden bien con un gama alta a estas alturas del año, aunque sin grandes alardes tampoco.
La capa de software, que recordemos es la versión de EEUU con T-Mobile, es limpia, discreta y muy bien optimizada. Una vez te acostumbras a la organización de los elementos en Ajustes, todo vuela. Viene de serie con Android 9 y no, no falta el menú flotante que es más una curioridad que algo destacado para la experiencia con este nuevo LG G8.
Solo dos cámaras … a la espera de la versión europea
El fabricante que hasta hace poco tiempo era una referencia a nivel fotográfico por su valiente elección de un sistema de doble cámara con lente gran angular acompañando a la clásica, queda algo en evidencia en este LG G8. Lo hace al menos en la versión USA del teléfono, que mantiene esas dos cámaras que ahora parecen pocas. En el LG G8 ThinQ que llegará a España disfrutaremos de una cámara más y podremos comprobar si esa característica marca la diferencia.
Si nos centramos en la versión USA, la doble cámara es una vieja conocida: 12 MP con f1.5 y OIS para la cámara principal, y 16 MP con apertura f1.9 para el gran angular.
La interfaz es completa y bastante intuitiva, y desde ella tenemos acceso directo a modos como el de retrato, estudio (con efectos de luz) o uno manual muy completo y que incluye un pequeño histograma. Eso sí, cuidado porque la pantalla principal de la cámara no es el método para moverse por el carrusel de modos sino que solo cambia entre cámara principal y secundaria. Para seleccionar un determinado modo hay que pulsar sobre él directamente y si no aparece, desplazarnos pero exclusivamente por los nombres de los modos.
De la interfaz dos comentarios rápidos. Por un lado me ha gustado que LG mantenga separado el modo AI como uno diferenciado y que no esté todo el tiempo activo o accesible desde los otros modos. Al menos hasta que haga algo más que decirnos lo que ya estamos viendo con nuestros ojos en directo. Por contra, el HDR oculto en un menú y no como botón propio no me convence.
Respecto a los resultados fotográficos, la cámara del LG G8 vuelve a resultar muy polivalente por el gran angular, que nos da acceso a fotografías diferentes.
En los primeros resultados, la cámara acusa algo de descontrol en la captación de luz, con un f1.5 que hay que cuidar para que no acabe sobreexponiendo en situaciones complejas. Aquí el HDR hace una buena labor.
En cuanto a las escenas con poca luz, el LG G8 acusa algo de exceso de ruido y, cuando trata de reducirlo, pérdida de detalle.
Gran batería con carga rápida
Uno de lo motivos de que el peso del LG G8 no pueda reducirse más es el tamaño de su batería. LG le ha colocado una capacidad de 3500 mAh, considerable para la diagonal de pantalla de 6,1 pulgadas y más que la versión que llegará próximamente a España.
A la espera de esa review en Xataka, yo me he centrado en la experiencia con el modelo USA, que además de esa capacidad de batería ofrece carga rápida de serie con el cargador de la caja, así como inalámbrica por Qi.
Con el LG G8 como teléfono principal estos pasados días, no he tenido que recurrir al cargador en todo el día en ningún momento. La batería es más que suficiente para acabar la jornada laboral con más de un 25% de batería restante y unas 5 horas de pantalla, siempre usando la resolución máxima.
El smartphone ha sido cedido para la prueba por parte de LG. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas.
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Nuevo LG G8 ThinQ: probamos la versión USA del LG G8 (con su pantalla-altavoz) antes de su llegada a Europa
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por
Javier Penalva
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