Cualquier cosa que publicases en Facebook desde 2014 puede haber sido categorizada (es decir, leída) por una subcontrata
Desde abril del año pasado, 260 trabajadores en Hyderabad, en la India han estado analizando y etiquetando fotos, vídeos y actualizaciones de estado publicadas por los usuarios de Facebook e Instagram desde 2014. Según los propios empleados, analizan un promedio de 700 artículos al día.
Aunque están a sueldo de Wipro Ltd, éste es uno de 200 proyectos externalizados de etiquetado de contenidos que Facebook tiene activos a día de hoy (varios de ellos en países en desarrollo y/o con bajos sueldos, como Rumanía o Filipinas).
En el caso concreto de Wipro se espera que el contrato con Facebook, valorado en 4 millones de dólares, esté vigente al menos hasta finales de este año.
El objetivo de estos proyectos es el de generar datos con los que entrenar al software de inteligencia artificial que posteriormente analiza los contenidos que se van subiendo a la red social, para que aprenda a interpretar mejor su significado.
La labor de los empleados es la de categorizar cada publicación que se les asigna (muestras aleatorias recopiladas de varias apps de Facebook, entre las que se incluyen también contenidos publicados como “privados”). Dicha categorización se realiza en base a la percepción humana de varias “dimensiones”, como por ejemplo:
- El tema de la publicación: ¿Comida, selfie, mascotas?
- La ocasión de la publicación: ¿Actividad diaria o evento relevante?
- Intención del autor: ¿Planificación de actividad, publicación inspiradora, mero chiste?
Lo que Facebook pretende es comprender cómo cambian los patrones de publicación de contenidos por parte de sus usuarios, lo que podrían ayudar a la compañía a desarrollar nuevas características y rentabilizar mejor la plataforma. Se busca, por ejemplo, evitar que las marca terminen patrocinando involuntariamente vídeos con contenido adulto o político, por ejemplo.
Larga historia de desamor entre Facebook y la privacidad
Pero, al mismo tiempo, plantea preguntas inquietantes sobre la protección de la privacidad por parte de la compañía fundada por Mark Zuckerberg: los usuarios no habían sido informados de esta clase de acceso a sus contenidos, ni cuentan con la opción de autoexcluirse de esta clase de estudios.
Además, Facebook ha reconocido que en algunos casos sus nombres de usuario podían ser visibles para los empleados de Wipro, lo que significa que se ha estado proporcionando a éstos una ventana indeseada a la vida digital de otras personas.
Facebook se ha defendido alegando que cuenta con sistemas de auditoría supervisados por su equipo legal para “asegurar que se cumplen las expectativas de privacidad” y asegurando, además, que “ahora” su política de privacidad refleja mejor la existencia de esta clase de prácticas.
Pero expertos legales contactados por la agencia Reuters ponen en duda que, ni siquiera con tal ‘salvaguarda’, las prácticas de Facebook hayan sido compatibles con el GPDR (Reglamento General de Protección de Datos de la UE).
Que la existencia de un proyecto de estas características se desvele ahora, cuando autoridades reguladoras de todo el mundo tienen un ojo puesto en Facebook, no es desde luego bueno para la compañía. Aunque, ciertamente, la acumulación de polémicas similares por parte de Facebook tiene el efecto de que progresivamente se vaya reduciendo la presión mediática.
Vía | Reuters
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Cualquier cosa que publicases en Facebook desde 2014 puede haber sido categorizada (es decir, leída) por una subcontrata
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Xataka
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Marcos Merino
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