Google Pixel 3a XL, análisis: la cámara del Pixel a mitad de precio
En octubre de 2016, Google abandonó su mítica saga Nexus con el lanzamiento del Google Pixel, un gama alta muy ambicioso que llegaba en dos tamaños, el normal y el XL. La compañía repitió la fórmula con los Pixel 2 y más recientemente con los Pixel 3 y ahora prueban suerte con una nueva gama que apunta al segmento medio con los Pixel 3a.
Igual que sus hermanos mayores, los Pixel 3a llegan en dos tamaños y el que nos ocupa en este análisis es el Pixel 3a XL, el más grande de los dos. Google pone su mirada en la gama media con esta nueva familia de dispositivos, y lo hace introduciendo algunos recortes en apartados como potencia, diseño o pantalla, pero manteniendo el ADN Pixel en otros apartados como la cámara. Os contamos todo sobre el nuevo Pixel 3a XL en nuestro análisis a fondo.
Google Pixel 3a XL, review en vídeo
Google Pixel 3a XL, características técnicas
GOOGLE PIXEL 3A XL |
|
---|---|
DIMENSIONES Y PESO |
160.1 x 76.1 x 8.2 mm 167 g |
PANTALLA |
OLED 6 pulgadas |
PROCESADOR |
Snapdragon 670 CPU 2.0GHz + 1.7GHz, 64Bit Octa-Core |
RAM |
4 GB LPDDR4x |
MEMORIA |
64 GB |
SOFTWARE |
Android 9 Pie |
CÁMARA TRASERA |
12.2MP Dual-Pixel, sensor Sony IMX363 de 1/2.55 pulgadas, PDAF con Dual Pixel, OIS + EIS, f/1.8, vídeo 4K 30fps |
CÁMARA FRONTAL |
8 MP. f/2.0, FF, vídeo FullHD 30fps |
CONECTIVIDAD |
4G LTE, WiFi ac, NFC, Bluetooth 5.0, GPS, USB-C, jack auriculares |
OTROS |
Active Edge, Pixel Imprint (lector de huellas), altavoces estéreo, |
BATERÍA |
3.700 mAh |
PRECIO |
479 euros |
Diseño: adiós notch, hola (otra vez) marcos
Nada más sacar de la caja el Pixel 3a XL, queda claro que Google ha querido trasladar el ADN del diseño de la gama Pixel y lo consiguen bastante bien. El Pixel 3 XL es mi móvil personal y, aunque hay diferencias importantes a nivel visual y de construcción, os aseguro que da el pego.
Si empezamos por el frontal, lo primero que llama la atención es que no hay rastro de ese notch tan poco favorecedor que vimos en la versión XL. Pero donde no hay notch, lo que hay es un marco enorme, y en la parte inferior hay otro igual de ancho. Es un móvil grande pero que permite el manejo a una mano sin demasiada dificultad; o al menos no más dificultad que a mayoría de smartphones actuales. Sin embargo, eso no quita que el trabajo de compactación sea muy mejorable.
PIXEL 3a XL |
PIXEL 3 XL |
XIAOMI MI 9 |
HUAWEI P30 |
SAMSUNG GALAXY A9 (2018) |
|
---|---|---|---|---|---|
PANTALLA |
6 pulgadas |
6.3 pulgadas |
6.39 pulgadas |
6.1 pulgadas |
6.3 pulgadas |
PORCENTAJE FRONTAL |
76% |
82.8% |
85.2% |
85.8% |
80.1% |
DIMENSIONES |
160.1 x 76.1 x 8.2 mm |
158 x 76.7 x 7.9 mm |
157.5 x 74.7 x 7.6 mm |
149.1 x 71.4 x 7.6 mm |
162.5 x 77 x 7.8 mm |
PESO |
167 g |
184 g |
173 g |
165 g |
183 g |
BATERÍA |
3.700 mAh |
3.430 mAh |
3.300 mAh |
3.650 mAh |
3.800 mAh |
Donde más claro se ve es al enfrentarlo con el Pixel 3 XL, que tiene una pantalla 0,3 pulgadas más grande pero aún así consigue unas dimensiones más compactas. Tampoco queda muy bien con otros competidores en lo que a aprovechamiento del frontal se refiere, pero sí es de los más ligeros y aquí tenemos que dar las gracias a otro de los cambios con respecto a los Pixel “originales”: el material.
El Pixel 3a XL abandona el cristal de sus hermanos mayores para dar paso a un cuerpo de plástico, concretamente policarbonato. Como decía, el terminal da bastante el pego, tanto que al primer contacto me pareció exactamente el mismo material; los acabados son calcados y se siente muy sólido en mano. Lo que delató que no era cristal fue que no estaba frío, pero por lo demás muy bien en cuanto a construcción. Un detalle más sobre este cambio: la resistencia al agua desaparece.
Google repite el diseño que ya conocíamos en la trasera. Tenemos la parte superior en negro brillo con la cámara y el flash LED, mientras que la zona inferior tiene un acabado mate con textura suave y alberga únicamente el lector de huellas y la G de Google.
Pantalla: manteniendo el OLED y recortando en resolución
El apellido XL indica que estamos ante el modelo grande, concretamente esta vez tenemos un panel de 6 pulgadas en diagonal, que aunque no es tan grande como hemos visto anteriormente, ofrece una experiencia visual bastante buena en lo que a dimensiones se refiere.
Google mantiene la tecnología OLED en esta versión, y lo hace con bastante buen resultado. El contraste es alto y los tonos vivos sin llegar a saturar en exceso. Por defecto, el modo de color que viene activado es el automático que tiende a saturar más que los modos natural o mejorado. Yo lo he dejado así porque me resulta agradable, pero si prefieres unas tonalidades más fieles quizás prefieras ajustarlo manualmente.
El recorte en este apartado viene con la resolución y es que este modelo ofrece resolución FullHD+ y no QHD como era habitual en la gama Pixel. Aunque sobre el papel la reducción de nitidez es grande, al natural no hay una diferencia notable y, a menos que seas muy exigente en este apartado, el panel ofrece buena definición. Un punto que sí sale penalizado es el brillo. Es legible a pleno sol, pero algo más de dificultad.
Sonido: welcome back, minijack
La retirada del minijack fue uno de los puntos más polémicos en la presentación de los Pixel 2, básicamente porque Google se mofó de Apple por quitar el minijack en los iPhone 7 en uno de los anuncios del primer Pixel. Lejos de corregir esta decisión, siguieron el mismo camino en los Pixel 3, pero ahora el minijack regresa en los Pixel 3a.
Personalmente, no entiendo muy bien eso de que quitar el minijack sea una ‘feature’ de la gama alta, pero el caso es que aquí tenemos conector de 3,5 mm y eso significa que podemos usar cualquier auricular de los de toda la vida. Eso sí, ya puestos, lo podían haber colocado en la parte inferior junto al USB-C (es más cómodo al meter el móvil en el bolsillo), pero supongo que no llueve a gusto de todos ¯_(ツ)_/¯
El Pixel 3a XL incluye unos auriculares con minijack en la caja, pero no son los Pixel Buds como sucede con los modelos de gama superior. Éstos no tienen Assistant integrado, aunque sí podemos invocarlo si mantenemos pulsado el botón que va integrado en el cable. Lo que no podemos hacer es subir o bajar el volumen ya que hay un solo botón. Con él podemos abrir el asistente si mantenemos pulsado, pausar la reproducción si pulsamos una vez o pasar de canción pulsando dos veces. Con respecto al sonido, no es malo pero tampoco destaca por su calidad; resulta algo metálico y estridente si subimos el volumen a tope, por lo que mejor no hacerlo.
Google se anota un tanto al colocar altavoces estéreo en su nuevo gama media (aunque con esos marcos sitio tenían de sobra, todo sea dicho). Tenemos un altavoz en la parte frontal, junto al auricular, y otro en el borde inferior. El sonido es bastante bueno y tiene volumen alto, perfecto si vas a consumir multimedia de forma ocasional.
Rendimiento: grandes recortes que se notan menos de lo esperado
Ya hemos visto algunas de las concesiones que hace este Pixel 3a XL para conseguir bajar su precio a un segmento más asequible, pero de todos los recortes sin duda el del procesador es el más contundente. Hablamos de un Snapdragon 670, un chip enfocado a la gama media premium que se anunció en agosto del año pasado. Cuenta con ocho núcleos y está fabricado con el proceso de 10 nanómetros, por lo que aunque es un procesador intermedio, es de los más actuales. La memoria RAM se mantiene en 4 GB, razonable para un gama media.
Sobre el papel, la diferencia con un serie 800 es importante, pero hay que decir que en la práctica el rendimiento sorprende por su fluidez. Durante los días que he podido probar el terminal, la experiencia ha sido muy buena en muchos niveles; no ha habido lag, cierres ni calentamientos preocupantes y la multitarea responde bien cuando nos ponemos exigentes. Sin embargo, los tiempos de carga de ciertas tareas como juegos pesados delatan que no estamos conduciendo el motor más rápido del mercado. A continuación adjuntamos la habitual tabla de benchmarks:
PIXEL 3A XL |
XIAOMI REDMI NOTE 7 |
HUAWEI MATE 20 LITE |
OPPO RX17 PRO |
SAMSUNG GALAXY A9 (2018) |
|
---|---|---|---|---|---|
PROCESADOR |
Snapdragon 670 |
Snapdragon 660 |
Kirin 710 |
Snapdragon 710 |
Snapdragon 660 |
RAM |
4 GB |
4 GB |
4 GB |
6 GB |
6 GB |
ANTUTU |
157.370 |
142.445 |
132.007 |
155.063 |
141.346 |
GEEKBENCH |
1.629 / 5.153 |
1.631 / 5.670 |
1.587 / 5.519 |
1.799 / 5.795 |
1.609 / 5.844 |
Antes de cerrar este apartado hay que hablar de biometría, aunque aquí no hay novedades. Google mantiene el lector de huellas trasero ‘Pixel Imprint’ que ya conocemos, el cual ofrece un funcionamiento muy rápido y preciso.
La pega del lector de huellas del Pixel 3a XL es que está detrás y no es la mejor ubicación si por ejemplo lo tenemos sobre la mesa, pero reconozco que viniendo de probar varios móviles con lector de huellas bajo la pantalla, la experiencia ha mejorado bastante y los errores de reconocimiento han sido anecdóticos.
Autonomía: miliamperios que brillan
Decíamos antes que el Pixel 3a XL es un terminal bastante grande con un trabajo de compactación mejorable, pero todo tiene su lado bueno y en este caso la autonomía sale beneficiada. Con una batería de 3.700 mAh y características más comedidas, el nuevo gama media de Google da bastante buen resultado en lo que a duración se refiere.
Las cifras oficiales que nos aporta Google son que el terminal aguanta hasta 14 horas reproduciendo vídeo con una sola carga y puede estar hasta 18 días en reposo. En mi experiencia, no he tenido ningún problema en llegar al final del día con una sola carga. Es más, lo normal ha sido estirarla hasta casi el día y medio sin demasiada dificultad.
Mirando los datos de uso más recientes vemos que la carga ha aguantado un día y cinco horas, con un tiempo de pantalla de casi ocho horas. No son cifras espectaculares, pero me han permitido estar tranquila y no tener que ir tirando de baterías externas o llevar el cargador siempre encima.
Con respecto a la carga, cuenta con carga rápida de 18W y, según Google, consigue 7 horas de duración en 15 minutos de carga. No he podido comprobar este dato pero sí que carga a buen ritmo, en media hora llegamos al 50% y para el 100% hay que esperar más o menos 1:20 horas. Eso sí, no lo pongas en una base de carga inalámbrica porque no tiene.
Software: sin cambios en el horizonte
A diferencia de otros apartados, el software se mantiene sin cambios. Ser un Pixel tiene ventajas y una de ellas es contar con todas las funciones de Google y las últimas versiones de la plataforma antes que nadie, incluso aunque hablemos de un modelo de gama media como el Pixel 3a XL.
Google nos ofrece su ya conocido Pixel Launcher, una interfaz muy sencilla que aporta algunos toques al Android puro más clásico. Igual que con los Pixel 3, no tenemos la opción de usar la barra de navegación de siempre por lo que la única forma de movernos por la interfaz es mediante gestos. No son los más intuitivos y podrían mejorarse. Por ejemplo, tener que deslizar dos veces (o hacer un gesto más largo) para abrir el cajón de apps no es muy cómodo, pero en mi caso estoy habituada ya que mi móvil habitual es el Pixel 3.
El Pixel 3a XL cuenta con Android 9 Pie y, a día de hoy, el parche de seguridad es el de marzo; sí, va necesitando una actualización ahí). Entre sus funciones tenemos la interfaz oscura de Android 9 que afecta a algunas partes del sistema (no a todas, esto vendrá con Android Q), Now Playing, Active Edge para invocar al asistente apretando el marco, Bienestar Digital y toda la colección de funciones que encontramos en la gama alta de la marca.
Cámaras: y los recortes cobraron sentido
Llegamos a la cámara con ella llegamos a la función más destacada del Pixel 3a XL. Que la cámara de los Pixel 3 es su característica más alabada no es ningún secreto y Google ha mantenido exactamente la misma cámara trasera en esta nueva gama. Hay recortes en otros apartados, pero aquí tenemos la misma experiencia fotográfica que en los mayores de la familia.
Hablamos de una cámara de 12,2 megapíxeles, con lente f/1.8, estabilizador óptico y electrónico y enfoque automático Dual Pixel. Todo esto, aderezado con el software de Google que consigue maravillas en modos como el retrato o el HDR+. Por su parte, la cámara delantera es simple, no doble como en el Pixel 3 XL, y cuenta con un sensor de 8 megapíxeles y apertura f/2.0.
Antes de entrar en materia, detengámonos un momento en la app de cámara. Aquí tampoco hay cambios, sino que cuenta con el mismo software ya conocido. La estructura de carrusel con los distintos modos se mantiene, como también lo hacen funciones exclusivas como el modo Visión Nocturna, el Fotomatón, Google Lens o los stickers de realidad aumentada de Playground.
El rendimiento de la app es muy bueno a pesar de que aquí tenemos un procesador menos potente. Además, destaca que se ha incluido la opción de fijar el enfoque en un punto y funciona realmente bien. En resumen: nada nuevo bajo el sol. Y ahora sí, veamos los resultados.
Calidad de imagen (día)
Recomiendo mantener siempre activado el HDR+ ya que mejora las imágenes de forma notable sin llegar a ser demasiado artificial ni penalizar la experiencia. De hecho, me atrevo a decir que la magia de la cámara del Pixel reside en esta función. El rango dinámico que consigue es muy amplio y es lo que da ese toque de espectacularidad a las imágenes. El HDR+ mejorado también da buen resultado, pero el disparo es demasiado lento y la diferencia no es tan grande.
Si sacamos la lupa, el detalle se mantiene bien marcado incluso en zonas alejadas como en esta escena, donde además había un contraluz. El primer plano también conserva la nitidez y destaca el buen trabajo en el tratamiento de las distintas fuentes de luz.
Calidad de imagen (noche)
Pasamos a la noche y aquí el buen trabajo del balance de blancos destaca mucho más al haber luces de varios colores muy distintos. También conserva muy bien el nivel de detalle, aunque el ruido empieza a hacer acto de presencia.
Si sacamos la lupa se puede ver mejor esa pérdida de detalle en zonas complejas, pero es mínima teniendo en cuenta las condiciones de la toma. En escenas la cámara ‘made by Google’ demuestra que el procesado de la casa hace maravillas y que el software tiene tanta importancia (o más) que el hardware.
Visión nocturna
Y hablando de fotos de noche, una de las funciones que Google estrenó con sus Pixel y que también tienen los Pixel 3a es el modo Visión Nocturna, también conocido como ‘Night Sight’. Esta modalidad dispara varias imágenes para mejorar los resultados cuando hay muy poca luz. Igual que con los otros Pixel, aquí el disparo tarda varios segundos en completarse, por lo que no es una opción aconsejable si vas con prisas.
Aunque Night Sight consigue ver prácticamente en la oscuridad total, es mejor ser realistas y usarlo en escenas en las que hay algo de luz como la que vemos sobre estas líneas donde entraba algo de luz del pasillo. Si se lo ponemos más o menos fácil, esta opción consigue levantar la luz de forma sorprendente y nos da una foto en la que parece como si la habitación estuviera iluminada. Si lo forzamos mucho, aunque también sube la luz, el ruido es demasiado exagerado.
Zoom digital
Con los Pixel 3, Google introdujo un zoom digital mejorado que promete conservar el detalle al ampliar. Podemos seleccionar el punto que queramos, pero estos son los pasos que nos ofrece la app y el máximo al que podemos acercarnos al motivo fotografiado.
Si bien es cierto que los resultados son bastante mejores que con un zoom digital al uso, no es menos cierto que hay pérdida de detalle. Para evitar el efecto pixelado, el procesado entra en acción de forma bastante agresiva y hasta casi parece que hayamos aplicado un filtro artístico a la foto.
Google está en los primeros puestos en la batalla por la calidad fotográfica, pero se queda bastante atrás en la batalla del zoom. Con todo, es una opción más que interesante en un móvil con una sola cámara, aunque personalmente no recomiendo usarla por encima del segundo o tercer paso.
Modo retrato
Aunque ahora las cámaras múltiples se están centrando más en el zoom, en sus inicios el modo retrato era la principal “excusa” de las lentes dobles. Google dejó claro que con una cámara es posible tener un modo retrato más que completo y que aquí el software vuelve a ser más importante que el hardware.
Pero aunque consigue muy buenos resultados, el modo retrato no es perfecto y a veces no aplica la cantidad de bokeh adecuada. Por ejemplo aquí le dio por meter demasiado desenfoque haciendo que la foto quedara muy artificial. La buena noticia es que ahora se puede editar el fondo y al bajar el desenfoque quedaba mucho mejor. Por norma general acierta, pero a veces se pasa.
De noche también consigue resultados bastante buenos, aunque a veces se hace un poco de lío con bordes complejos u objetos con muchos huecos como el banco de la foto superior.
Vídeo
Con respecto al vídeo, el Pixel 3a XL permite grabar a 4K a 30 fps como resolución máxima, pero también es posible grabar en FullHD o HD. Lo que más destaca de los vídeos es la estabilización y como suaviza los movimientos al grabar cámara en mano. De noche no es tan precisa y hay más temblores pero hace un gran trabajo minimizando esos temblores.
La app no nos da muchas más opciones de configuración para los vídeos, pero tenemos algunas opciones como el modo de cámara lenta ya habitual en casi cualquier dispositivo. La grabación de sonido es bastante buena.
Cámara frontal
Como era de esperar, con la cámara frontal los resultados son algo más justos. Tiene menos resolución, la apertura es menor y tampoco tiene enfoque automático, pero cumple su papel de sobra y las fotos que se obtienen cuentan con bastante buena calidad.
Es una cámara sencilla y no doble como la del Pixel 3 XL, pero cuenta con el resto de funciones como el modo retrato. De nuevo, el resultado es algo más errático como se puede ver en las zonas del pelo, pero editando el desenfoque puede conseguirse un efecto más natural.
No podía faltar el modo belleza. Por defecto, viene configurado en la opción ‘natural’, pero hay otro modo llamado ‘suave’ que exagera más el efecto de piel suavizada. Personalmente suelo dejar el natural porque es menos agresivo y da buen resultado.
Por último, toca hablar de los vídeos con la cámara frontal. En este caso la estabilización no se aplica por lo que al grabar andando hay más temblores. La calidad máxima de vídeos en la cámara frontal es FullHD, pero en general consigue resultados bastante buenos para tratarse de la cámara delantera.
Pixel 3a XL, la opinión y nota de Xataka
Google empezó su gama Pixel con un claro enfoque hacia la gama alta pero ahora, tres años después de aquello, parece que esto no es suficiente y los Pixel se dividen en una nueva rama con especificaciones más comedidas y, sobre todo, precios más ajustados. Y es que una cosa está clara: los Pixel son demasiado caros.
El Pixel 3a XL no es precisamente barato tampoco, pero sin duda es mucho más asequible y tiene algunos puntos clave a su favor, uno es la experiencia ‘made by Google’. Los de Mountain View han incluido todas sus funciones exclusivas y además está la promesa de las actualizaciones puntuales durante tres años, que viendo como está la fragmentación en Android no es poca cosa.
Pero hay otro punto clave que hace del Pixel 3a XL un dispositivo interesante y ese es la cámara. La cámara de los Pixel 3 es su función estrella y Google lo sabe, por eso la han mantenido sin cambios en el Pixel 3a XL. No es su diseño, tampoco su pantalla, su procesador o su autonomía, sino la cámara. Google se lo juega todo a una carta, pero la carta es fuerte, y es que el argumento de ofrecer la cámara del Pixel 3 a la mitad de precio es muy atractivo. Eso sí, sólo para quien anteponga la experiencia fotográfica a todo lo demás.
8.5
A favor
- La cámara es la de un gama alta. Literalmente.
- La experiencia Google se mantiene intacta.
- ¡Vuelve el minijack!
En contra
- El trabajo de compactación es muy mejorable.
- No es la mejor opción en calidad/precio.
El terminal ha sido cedido para la prueba por parte de Google. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas.
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La noticia
Google Pixel 3a XL, análisis: la cámara del Pixel a mitad de precio
fue publicada originalmente en
Xataka
por
Amparo Babiloni
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