AirPods 2, análisis: el impulso de la tecnología del chip H1

Es imposible hablar de los AirPods sin compartir alguna experiencia personal con ellos. La presentación del modelo original en la keynote de Septiembre de 2016 nos presentó un producto que parecía sacado de una película de ciencia ficción, tanto, que cuando escribí su análisis le puse exactamente ese mismo título.

Cuando acabó la keynote, tuve la oportunidad de probarlos en la zona de demo que Apple puso a disposición de la prensa en el Bill Graham Civic Auditorium (el Apple Park se inauguraría oficialmente un año después). Aquella sala era grande pero había muchísima gente de medios con mucho ruido ambiente. Le dije a la persona de Apple que nos hacía la demo que me gustaría probarlos pero que entiendo que con aquel ruido no los apreciaría bien. Sólo me contestó: “Pruébalos… En serio.”

No tenían cancelación de ruido pero sinceramente, me impresionó la potencia del sonido y lo bien que destacaba entre el tumulto de la multitud. También recuerdo que me pareció extrañísimo ponerme unos auriculares como los tradicionales del iPod sin cable, y la rapidez con la que la música se comenzaba a reproducir cuando se interactúa con la interfaz del iPhone.

Aproximadamente un par de meses después ya tenía la unidad de análisis en casa, y recuerdo probarlos por primera vez con Catch & Release, de Matt Simons. Al ponérmelos, no sé si llevado por la magia de la canción, la sensación de libertad de ponerme por primera vez estos auriculares completamente inalámbricos o la calidad de sonido… simplemente cerré los ojos y disfruté muchísimo con la música. El producto desapareció, y entonces me di cuenta que aquel producto iba a ser un absoluto éxito para la compañía.

Un diseño convertido en icono

Hoy en día pensamos en los AirPods como un claro caso de éxito y uno de los mejores nuevos productos de Apple de los últimos años – yo sin duda lo pienso. Pero cuando llegaron al público, nadie duda de que eran “muy raros”. Seguro que también os pasó a vosotros, pero llevarlos puestos cuando nadie los conocía atraía muchas miradas y alguna que otra pregunta: se reconocía la forma pero aquello parecía una broma.

Cuando las ventas comenzaron a catapultarse y a ser más popular, se normalizó la sensación de llegar algo “raro” en el oído. Hoy en día, casi tres años después del lanzamiento del primer modelo, es absolutamente habitual verlos por la calle, en el metro o incluso en algún periodista de presentación que los utiliza para sus conexiones en directo. De hecho, se han convertido en icono si hablamos de auriculares inalámbricos, como en su día lo hizo el iPod o el iPhone – y eso dice mucho de un producto que no lo tuvo nada fácil en su primera generación.

De hecho, siempre me ha resultado curioso como un producto ha calado tanto incluso en dispositivos fuera del ecosistema de Apple. Si utilizamos los productos de la marca teníamos la sincronización con el chip W1 de los AirPods originales, el uso de iCloud para enlazarlos al instante con cualquiera de nuestros dispositivos… Sin embargo, gente incluso con Android los compra y se maravillan de la facilidad de uso y la comodidad, conectándolos por Bluetooth. Los recomiendo de la misma forma aunque no tengáis un iPhone: son un auténtico caballo de Troya para la marca – de nuevo como lo fue el iPod en su momento – que puede fijar la atención en otros productos de la marca para quienes nunca le había prestado atención.

AirPods 2, los cambios no se ven pero se notan

En un vistazo rápido es muy difícil diferenciar unos AirPods 2 (los llamaremos así por comodidad) de unos AirPods 1, a nivel de diseño exterior. Quizás una de las partes más importantes en unos auriculares inalámbricos es la autononmía. Los originales contaban con unos valores entendibles dentro de la envergadura de cada auricular, y en este nuevo modelo han mejorado:

	AirPods 1	AirPods 2
Autonomía con estuche	24 horas de reproducción de audio y hasta 11 horas de conversación	24 horas de reproducción de audio y hasta 18 horas de conversación
Autonomía por auricular	Hasta 5 horas de reproducción de audio y hasta 2 horas de conversación	Hasta 5 horas de reproducción de audio y hasta 3 horas de conversación
Autonomía con carga rápida	15 minutos en el estuche dan para 3 horas de reproducción de audio o más de 1 hora de conversación	15 minutos en el estuche dan para 3 horas de reproducción de audio o más de 2 horas de conversación

De esta mejora en la autonomía, sacamos las siguientes conclusiones que ya adelantamos cuando hablamos de la gran novedad de estos AirPods 2: el chip H1 que lo gobierna todo. Bueno, más bien de “los chips”, ya que tenemos uno en cada auricular. Esta gestión consigue, en esta generación:

• 7 horas más de conversación con la batería y estuche al 100% de carga. Más de un 50% adicional.
• 1 hora más de conversación por auricular. Un 50% adicional.
• 1 hora más de conversación con una carga rápida de 15 minutos. Un 100% adicional.

Es una mejora significativa que mejorará nuestro uso en el día a día, sobre todo mientras alternamos conversaciones por teléfono con escucha de música sin poner a cargar los auriculares. Es el primer cambio apreciable, pero desde luego hay muchos más de los que parecen.

El diseño de los AirPods 2 es prácticamente idéntico a la generación anterior, excepto por la bisagra de la caja de carga (ahora es más mate y menos metálica) y el indicador LED que en el caso de la base de carga inalámbrica ahora está en el exterior. Y ese, aún contando con el diseño original, es un gran cambio interno que nos facilitará la carga del dispositivo.

La carga inalámbrica de los AirPods 2 es compatible con cualquier cargador que utilice el estándar Qi del mercado, como ocurre con los iPhone a partir del iPhone X. No es necesario utilizar la desaparecida AirPower de Apple – he visto algunos comentarios pensando que sólo era compatible con ella -la misma base con la que cargamos el teléfono nos servirá para cargar el estuche (en aproximadamente tres horas, ya que la carga es a de 5V). Esto sinceramente es especialmente cómodo si ya utilizamos alguna de estas bases en casa o en la oficina.

Podemos comprar estos AirPods 2 con este estuche de carga inalámbrica por 229€, o con uno con la carga únicamente por cable por 50€ menos, 179€. Las diferencias entre ambos modelos es únicamente el sistema de carga, la funcionalidad y el resto de características son idénticas ya que el hardware principal reside en cada auricular. También hay opción de comprar el estuche de carga inalámbrica únicamente por 89€, y es compatible además con los AirPods originales. En mi opinión, siempre que sea posible habría que contar con el modelo de carga inalámbrica ya que en el futuro veremos muchas más opciones de carga de este tipo (incluso en muebles o coches que ya lo traen incorporado) utilizando el mismo estándar Qi que tienen los AirPods.

El chip H1 es el comienzo de algo importante

Es imperceptible si sólo hablamos de diseño exterior, pero el interior de estos nuevos AirPods 2 ha cambiado casi por completo. No sólo para adaptar en su estuche la carga inalámbrica, también para albergar en cada auricular algo que va a ser el comienzo de algo muy importante para la familia de los auriculares inalámbricos de Apple: el chip H1. Este chip es el responsable principal de que ya tengamos “Oye, Siri” en esta nueva generación, manteniendo el mismo diseño… como nos adelantó Apple en la keynote del pasado Septiembre de 2018, en este vídeo (cuando todavía no era oficial este nuevo modelo):

El H1 es el primer chip diseñado por Apple exclusivamente para gestionar auriculares inalámbricos (la H viene de “Headphone”, auricular en inglés) y es especialmente importante porque es el encargado de controlar todos los subsistemas del hardware conteniendo el consumo energético. Acelerómetros, sensores de proximidad, volumen… el H1 orquesta el flujo de energía entre ellos manteniendo la preservación de la batería, por eso en el mismo espacio de la generación anterior ahora tenemos más capacidad. La combinación hardware + software de Apple, es sin duda esto.

También es responsable de muestrear de forma contenida los micrófonos de los auriculares atendiendo al Oye, Siri, sin que eso impacte como veis en la batería. Tampoco hace falta ni siquiera ninguna configuración para esto: los AirPods 2 utilizará los datos de inicialización con el que configuramos Siri en el iPhone para permanecer alerta de nuestras órdenes.

Como tecnología, que Apple haya puesto tanto interés en esto como para crear este chip específicamente para ello indica que la marca apostará fuerte en evolucionar estas prestaciones en el futuro. También se aprecia una moderada mejora en el sonido, sin duda potenciada por el H1, especialmente en bajos potentes y agudos más definidos. Seguimos sin tener cancelación de sonido total – quizás por el diseño “exterior” de los auriculares – pero en las llamadas de voz he notado que el H1 también mejora la separación del ruido externo de la voz de la llamada.

El día a día con los AirPods 2

Con esta nueva generación, los AirPods 2 se mejoran aún más en un producto redondo a muy buen precio – no hay más que ver la diferencia de precio con alguna de su competencia, siendo un salto importante por el rediseño interno. Otro punto muy mejorado es la baja latencia – el tiempo de respuesta entre el iPhone y los auriculares es inapreciable – y la rapidez de las conexiones con los dispositivos. Prácticamente un segundo y estamos conectados, desde nuestro dispositivo principal o en cualquiera de los que tengamos en nuestra nube de iCloud.

Una pregunta recurrente también es si los AirPods se pueden utilizar para hacer deporte. Yo uso los originales para hacer deporte desde el primer mes, saliendo incluso a correr o entrenar con ellos en el gimnasio. Aquí ya depende de la forma de vuestro canal auditivo para evitar que se caigan o no. En mi caso, jamás se me ha caído ninguno.

Si necesitáis alguna sujeción extra, se pueden encontrar adaptadores muy baratos que sujetarán con más firmeza los AirPods en nuestra oreja. La calidad de sonido mientras hago deporte es para mi algo de lo que ya no puedo prescindir en mis entrenamientos: mi consejo, cuando volváis a casa, pasad un algodón impregnado en un poco de alcohol para limpiarlos, no con agua. Yo los he mantenido impolutos casi tres años de esta forma.

En mi opinión estos AirPods deberían ser compra casi segura incluso aunque no tengamos un producto de Apple al que conectarlo. Si además somos usuarios del ecosistema, son imprescindibles: contaremos con las ventajas de utilizar el Apple Watch como interfaz visual para ellos, o Siri para subir o bajar el volumen (que Apple debería considerar con algún combo de toques desde software en algún momento).

Todo para conseguir que aquellos tránsitos en metro, viajes en avión o esos momentos donde no queremos escuchar nada más, desparezcan y sólo haya buena música, o la voz que queremos escuchar al otro lado. Por fin, esto ya no es ciencia ficción, aunque nos lo siga pareciendo.

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Applesfera

por
Pedro Aznar

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