Xiaomi Redmi 6A, análisis: prestaciones básicas a un precio rompedor

Publicado originalmente en Xataka Android

El pasado mes de junio, Xiaomi presentó dos nuevos modelos dentro de su gama más básica: el Xiaomi Redmi 6 y el Xiaomi Redmi 6A. Ambos terminales, que salieron a la venta en España un par de meses después, apuestan por un precio reducido y unas prestaciones humildes, entre las que encontramos una pantalla HD+ de 5,45 pulgadas y una cámara frontal de 5 megapíxeles.

Al igual que ya hizo su hermano mayor, el Redmi 6, el Xiaomi Redmi 6A ha pasado por nuestro banco de pruebas para que podamos comprobar de primera mano cómo rinde en el día a día un terminal que la propia compañía no duda en calificar como “el rey de la gama baja”.

Xiaomi Redmi 6A, especificaciones técnicas

Diseño: sobrio, ligero y resistente

Si hay algo que caracteriza al Redmi 6A es su diseño sencillo, ergonómico y bastante ligero, que no difiere demasiado de otros terminales de la marca. Al tratarse de un modelo de gama de entrada, es comprensible que Xiaomi haya optado por el policarbonato para la trasera del Redmi 6A. Esa carcasa de plástico, aunque no le otorga el aspecto premium del metal y del cristal, sí que tiene unas ventajas evidentes frente a otros materiales (más allá del abaratamiento de costes, obviamente).

Entre esas virtudes, encontramos principalmente un peso más reducido y una mayor resistencia a golpes y arañazos. También se calienta (y se enfría) mucho menos, tiene un tacto agradable y, por supuesto, evita que aparezcan las temidas huellas.

Como carece de lector de huellas (algo que llama bastante la atención a estas alturas), en la parte posterior del Redmi 6A solo encontramos dos elementos: la cámara, que sobresale ligeramente en la esquina superior izquierda, y el altavoz en la zona inferior.

La ubicación de este último sorprende, y no precisamente para bien: obliga a elevar el sonido e impide tener el móvil boca arriba si queremos escuchar el sonido. El volumen, por cierto, no es precisamente elevado, pero no podemos decir que el Redmi 6A suspenda en el apartado de sonido, sino todo lo contrario: ofrece un audio de calidad óptima para un terminal de esta gama.

En el lateral derecho, encontramos los botones de encendido/bloqueo y de volumen, mientras que en el izquierdo, tenemos las bandejas para las tarjetas: una doble para una nanoSIM y una microSD, y otra sencilla para otra nanoSIM (efectivamente, ofrece función dual SIM). El marco inferior queda reservado para el micrófono y el conector microUSB (sí, carece de USB-C), y en el superior es donde se ubica el conector jack de auriculares junto al micrófono de cancelación de ruido.

La parte delantera está ocupada prácticamente en su totalidad por la pantalla de 5,45 pulgadas. Aquí, observamos unos marcos bastante ajustados en los laterales, aunque no tanto en la parte superior e inferior. De hecho, como vemos en la siguiente tabla, no se puede decir que el Redmi 6A destaque precisamente por el aprovechamiento del frontal.

En definitiva, tenemos un terminal que resulta cómodo en la mano y que tiene un grosor y un peso en la línea de otros teléfonos con el mismo tamaño de pantalla. Su carcasa de plástico (de color gris metalizado en nuestro caso) deja claro que estamos ante un modelo de gama de entrada, pero no por ello presenta malos acabados; y hay que reconocerle que soporta con entereza los rasguños y la suciedad en general.

Pantalla: visualización correcta, sin más

Pasamos ahora a hablar de la pantalla. El Xiaomi Redmi 6A dispone de un panel de 5,45 pulgadas con resolución HD+ (1.440×720 píxeles), una densidad de 295 píxeles por pulgada y relación de aspecto 18:9. Dejando al margen el ratio pantalla/frontal que, como hemos dicho, se nos antoja algo escaso, echamos de menos la resolución FullHD, aunque claro, con ella se habrían resentido la batería y, probablemente, el procesador, ya de por sí bastante justito.

No obstante, la calidad de visualización que ofrece el Redmi 6A es suficiente para el día a día, con la posibilidad de modificar el color y el contraste según nuestras preferencias, algo que se agradece. Si activamos el brillo automático, se adapta a los cambios de luz bastante rápido, pero se queda por debajo del brillo deseable. En cualquier caso, tenemos accesos directos desde la pantalla de inicio para ajustarlo a nuestro gusto.

Si observamos la pantalla desde diferentes ángulos, percibimos algo de oscurecimiento, pero nada que dificulte el uso diario. En cuanto a su uso en exteriores, habría sido deseable algo más de brillo, pero incluso bajo la luz directa del sol, el teléfono se puede usar, algo no muy común en terminales de este rango de precio.

Por otro lado, y además de la mencionada opción de adaptar el color y el contraste, el Redmi 6A nos ofrece algunos ajustes adicionales que merecen una mención especial, como el modo Lectura (que hace que los colores sean más cálidos para que los ojos se relajen) y la posibilidad de activar la pantalla al levantar el teléfono o con un doble toque sobre ella. Tampoco faltan la navegación por gestos y el apagado automático por un periodo de inactividad que varía entre 15 segundos y 10 minutos.

En resumen, tenemos una pantalla que, si bien se queda algo corta de resolución, proporciona una buena experiencia de uso, incluyendo una respuesta táctil correcta. Además, hay que agredecer a Xiaomi la cantidad de ajustes que ofrece, muy poco habituales en la gama de entrada.

Rendimiento: un Mediatek quad-core resulta escaso

Para el Redmi 6A, Xiaomi ha optado por MediaTek y su chip Helio A22, un procesador con una arquitectura 12 nm y cuatro núcleos A53 que corre a 2GHz. En el modelo que hemos analizado, le acompañan 2 GB de RAM y 32 GB de almacenamiento interno, que a priori es escaso, pero puede ampliarse con una tarjeta microSD hasta 256GB.

Como siempre decimos en estos casos, hay que tener en cuenta que estamos ante un teléfono de gama de entrada cuyo precio ronda los 100 euros. Partiendo de esa base, tenemos un rendimiento aceptable en la mayoría de tareas cotidianas, moviéndonos por los menús y abriendo y cerrando aplicaciones. En la multitarea no experimenta demasiadas dificultades, aunque la aplicación de la cámara sí que ha mostrado lentitud de reacción en algunas ocasiones.

También es cierto que hemos apreciado ciertos lags y algunas caídas de frames, así como algunos saltos y parones momentáneos al hacer scroll navegando por Internet o en las redes sociales, como Twitter e Instagram. Todo ello entra dentro de lo razonable, aunque se podría haber solucionado metiendo algún giga más de RAM u optando por un procesador de ocho núcleos. Pero claro, en ese caso, no estaríamos hablando del Redmi 6A, sino de su hermano, el Redmi 6.

En cuanto a su rendimiento a la hora de jugar, es razonable en títulos sencillos, con muy poca carga, pero en cuanto son algo exigentes (no digamos demasiado), aparecen los cierres inesperados y salen a relucir las carencias tanto del procesador como de la RAM y de la GPU. En cualquier caso, volvemos a repetir que no es un móvil pensado para exprimirlo con ese tipo de juegos, por lo que ese rendimiento mediocre entra dentro de lo esperado.

Como hacemos siempre en cada análisis, hemos sometido al Redmi 6A a las pruebas de rendimiento o benchmarks de AnTuTu, Geekbench y 3D Mark. Os dejamos los resultados a continuación en una tabla compartiva con otros modelos similares del mercado:

Tenemos, por tanto, un rendimiento aceptable para un modelo de gama de entrada, bastante superior al que ofrecen otros terminales con procesador de cuatro núcleos y 2 GB de RAM. A pesar de todo, y esto ya es una opinión personal, habría sido preferible elevar unos cuantos euros el precio si eso suponía incluir algún giga más de RAM o un mejor procesador. Con ello, el Redmi 6A se desenvolvería sin problemas y nos permitiría disfrutar de más juegos.

Software: MIUI, para bien o para mal

El Xiaomi Redmi 6A viene de serie con la versión 8.1.0 de Android y MIUI 9, pero nada más encenderlo, nos propone la actualización a MIUI 10. Tenemos, por tanto, MIUI 10 sobre Android 8.1 Oreo ¿En qué se traduce esto? Muy sencillo: si te gusta disfrutar de una experiencia de Android lo más limpia y pura posible, te llevarás una decepción: MIUI es una de las capas que mayor personalidad imprimen al sistema operativo. Es cierto que no afecta negativamente al funcionamiento, pero trae muchas apps propias instaladas y tiene un aspecto visual que no gusta por igual a todo el mundo.

En Xataka Android

Comparamos a fondo las capas de personalización de Android: así es el software de Samsung, Huawei, LG, Xiaomi, Google y más

Más allá de la carpeta que engloba todas las aplicaciones de Google (Gmail, Maps, YouTube, Drive, Duo, Play Music, Play Video, etc.), encontramos numerosas aplicaciones y herramientas propias. Algunas son muy útiles, como el limpiador del sistema, el gestor de archivos, la grabadora o el escáner, pero otras están pensadas para los más aficionados o seguidores de la marca china, como la tienda propia de apps, el foro o la comundad Mi (estas dos últimas pueden desinstalarse, igual que la app de Facebook, que también viene preinstalada).

En total, nos quedan libres algo más de 24 GB de los 32 GB de almacenamiento interno que ofrece este teléfono. No obstante, como decimos, es posible desinstalar parte del bloatware que trae de inicio. Lo que no podemos pasar por alto son la cantidad de apps duplicadas que incluye MIUI y que no pueden eliminarse: además de la mencionada tienda de apps, dispone de sus propios reproductores de vídeo (Mi Vídeo) y de música (Mi Música), así como su propio Navegador (que no resulta de gran utilidad teniendo Chrome).

En cuanto al launcher, todos los iconos se organizan en escritorios y carpetas, sin cajón de aplicaciones, pero con un aspecto agradable e intuitivo, y amplias opciones de personalización. El desplegable de notificaciones tiene el clásico diseño de MIUI, igual que el panel de los ajustes rápidos, bastante numerosos y con posibilidad de editarlos para añadir o reorganizar elementos.

Además, tenemos dos opciones bastante interesantes para un teléfono como el Redmi 6A: el control por gestos, que ya hemos comentado en el apartado de la pantalla, y el reconocimiento facial. Aunque en nuestra experiencia hemos comprobado que ambas opciones no funcionan todo lo bien que debería (por velocidad y precisión), sí que es un detalle de Xiaomi incluirlas.

En definitiva, estamos ante una versión de Android enmascarada en MIUI, que ofrece una experiencia bastante alejada de lo que proponen otros fabricantes y que puede no gustar a muchos pero que, en términos generales, resulta satisfactoria y aporta un valor añadido.

Autonomía: lo justo para pasar el día

Para la batería del Redmi 6A, Xiaomi ha mantenido los 3.000 mAh de su antecesor, el Redmi 5A, una capacidad justa para llegar al final del día sin echar mano del cargador. Es cierto que no es un terminal al que vayamos a someter a grandes exigencias, pero esperábamos una autonomía algo más prolongada.

Durante nuestras pruebas, haciendo un uso medio que incluía reproducir algunos vídeos, hacer fotos (no demasiadas), navegar por Internet, consultar el correo electrónico y las redes sociales, jugar alguna partida y usar servicios de mensajería, el móvil ha llegado a la noche con batería baja. Para hacernos una idea más aproximada, hemos comprobado que una hora de pantalla encendida con el brillo al máximo consume un 14-15% de energía, y media hora reproduciendo vídeo merma un 8-9% la autonomía restante, en ambos casos, con conexión WiFi. No es que sea un gasto exagerado, pero tampoco destaca por su duración.

El punto realmente negativo de este apartado se lo lleva el tiempo de carga. El Redmi 6A no dispone de carga rápida (tampoco de carga inalámbrica), algo que podríamos llegar a entender tratándose de un modelo de gama de entrada. A la hora de la verdad esto significa que, si enchufamos el teléfono a la corriente con la batería totalmente agotada y con el cargador que trae de serie, el Redmi 6A tarda más de dos horas y media en cargarse por completo, y necesita casi una hora y media para obtener el 50% de energía. Y ese tiempo nos parece excesivo para una batería de 3.000 mAh.

En cualquier caso, Xiaomi ofrece algunas opciones para alargar un poco más la autonomía, como la posibilidad de apagar la pantalla tras un periodo determinado de inactividad, de activar el brillo automático o de recibir un aviso cuando la batería esté siendo consumida rápidamente. También dispone de un modo ‘Ahorro de energía’, que reduce la actividad de las apps en segundo plano, detiene la sincronización y minimiza las animaciones del sistema; este modo se puede activar tanto de manera manual como automática a una hora determinada o cuando la energía restante baje de un porcentaje establecido.

Además, ofrece consejos específicos para optimizar el consumo y permite consultar un historial muy detallado del gasto de energía para comprobar el uso de la batería que se realiza a nivel de hardware y que llevan a cabo las diversas aplicaciones (como se puede ver en los pantallazos que hay más arriba).

Cámaras: buena calidad con grandes posibilidades

Llegamos a uno de los apartados más importantes para muchos, el de las cámaras, y empezamos por la principal. Una de las diferencias más importantes del Redmi 6A con su hermano mayor, el Redmi 6, es que el modelo básico no dispone de doble cámara en la parte trasera. En su lugar, encontramos un único sensor de 13 megapíxeles con una apertura f/2.2, flash LED y enfoque por detección de fase (PDAF).

La aplicación de la cámara presenta una interfaz bastante intuitiva, con iconos sencillos y accesos directos a las principales funciones, salvo los tipos de escena, el temporizador y el modo belleza, que se encuentran algo escondidos. Incluye seis modos de disparo: vídeo corto (de 10 segundos), vídeo, foto, cuadrado (formato 1:1), panorámica y manual. En este último, es posible modificar el balance de blancos, la apertura, la velocidad de obturación y la sensibilidad.

Tanto en el modo Foto como en el modo Cuadrado, tenemos la posibilidad de activar el flash y el HDR, o aplicar uno de los trece filtros disponibles, viendo cómo quedaría en tiempo real antes de hacer la foto. Dentro de los ajustes, entre otras opciones, podemos seleccionar uno de los diez modos de escena que ofrece, el modo belleza, el temporizador (3 o 5 segundos) y la función HHT, que toma varias fotos en situaciones de poca luz para crear una única imagen con menos ruido.

A la hora de la verdad esta cámara ofrece un enfoque rápido y una calidad de imagen correcta en exteriores e interiores siempre que las condiciones de iluminación sean buenas. Los niveles de contraste, saturación y detalle son más que aceptables, y los colores, aunque se muestran algo apagados, son bastante fieles a la realidad. Dentro de los ajustes adicionales, además, es posible modificar el contraste, la saturación y la nitidez en tres niveles: bajo, medio (predeterminado) y alto, aunque la diferencia no se aprecia significativamente.

En los primeros planos y en los retratos, el Redmi 6A se desenvuelve sorprendentemente bien e incluso es capaz de aplicar un cierto desenfoque del fondo mediante software. Hablando de retratos, dispone de un modo Belleza y un modo Embellecedor Pro, que permiten corregir imperfecciones y suavizar la piel, aunque los resultados pueden parecer demasiado artificiales.

En los primeros planos, aplica un desenfoque del fondo y se comporta correctamente

Modo belleza desactivado (izquierda) vs. Modo Belleza activado (centro) vs. Modo Embellecer Pro (derecha)

Como suele suceder en los dispositivos de gama de entrada, la cámara trasera del Redmi 6A sufre bastante cuando se enfrenta a situaciones de contraluz y en las imágenes con mucho contraste tiende a sobreexponer las zonas más claras. Con el HDR o con el modo Manual, es posible corregirlo un poco, pero no lo suficiente.

HDR desativado (izquierda) vs. HDR activado (derecha)

En cuanto al zoom digital, llega hasta 8x, pero no es recomendable utilizarlo a partir de 2x porque la nitidez desciende considerablemente y el nivel de ruido se hace muy patente. El flash directamente es mejor prescindir de él.

Por la noche, la calidad se reduce notablemente, el enfoque se vuelve más lento y menos preciso, aumenta el ruido y se pierde detalle. Aun así, los resultados son mejores que en otros modelos de su categoría. También se agradece la presencia del modo de escena Nocturno y de la función HHT, que logran algo más de detalle en las zonas oscuras.

Modo Automático (arriba) vs. Modo de escena Nocturno (abajo)

En lo referente a la grabación de imágenes en movimiento, ofrece resolución FullHD 1.080p a 30 fps y cuenta con dos modos de disparo: Vídeo Corto, con posibilidad de aplicarle seis filtros, y Vídeo, con opción de grabar en Time-lapse a diferentes velocidades y con distintos intervalos. En ambos casos se puede usar el flash.

Y vamos ahora con la cámara frontal, que en el caso del Redmi 6A, consta también de un único sensor de 5 megapíxeles y prácticamente la misma interfaz que la cámara trasera. Las posibilidades que ofrece esta cámara son muy similares a las que hemos mencionado para la principal (incluyendo doce filtros y el HDR), salvo por la presencia del Efecto de profundidad y la ausencia del modo Manual y del flash. Incluye un temporizador de 3 o 5 segundos, y grabación de vídeo (sin Time-lapse en este caso) y de vídeo corto (con seis filtros disponibles).

En cuanto a la calidad de imagen en los selfies, es bastanta correcta en situaciones de iluminación favorable con un buen rango dinámico y un nivel de detalle mejor de lo esperado, aunque las zonas más claras aparecen sobreexpuestas. Por la noche, se reduce mucho la nitidez y el ruido se hace muy visible, aunque, una vez más, sigue siendo mejor de lo que encontramos en otros modelos de su mismo rango de precio.

Pero si hablamos de la cámara frontal, no podemos dejar de destacar dos interesantes funciones que nos han llamado bastante la atención. Por un lado, tenemos la posibilidad de activar el mencionado Efecto de profundidad para desenfocar el fondo. Es algo que se agradece, aunque el resultado es algo artificial y las zonas claras aparecen aún más quemadas.

Y por otra parte, la cámara frontal del Redmi 6A no solo nos da la posiblidad de aplicar el modo Belleza, sino que nos permite ajustarlo en cinco niveles. Pero ahí no acaban sus opciones para “ponernos guapos”: también nos propone un modo Belleza Avanzado en el que podemos jugar con la intensidad de los efectos para afinar el rostro, agrandar los ojos, unificar el tono de piel y suavizar los rasgos. Si lo ajustamos todo al máximo, obtendremos prácticamente una caricatura nuestra, pero en los niveles intermedios, los selfies son bastante resultones.

Efecto Profundidad desactivado (izquierda) vs. Efecto Profundidad activado (derecha)

Modo Belleza desactivado (izquierda) vs. Modo Belleza avanzado al máximo (derecha)

Las cámaras de este Xiaomi, por tanto, ofrecen una calidad de imagen que sin llegar a ser sobresaliente, es más de lo que podríamos esperar en un modelo de gama de entrada y cumple con creces en la mayoría de situaciones fotográficas. No dispone de doble lente trasera ni de zoom óptico, y en las escenas nocturnas aparece bastante ruido, pero esas carencias las compensa con multitud de opciones que incluyen desde ajustes manuales a varios modos de escena, pasando por distintos filtros y diferentes niveles de “embellecedor”.

Y ahí no acaban las posibilidades fotográficas del Redmi 6A, porque una vez hechas las fotos y accediendo a ellas desde la galería, puedes editarlas aplicando el modo Belleza o añadiendo un filtro, texto, emoticonos, etc. Vamos, que si te gusta hacer (y hacerte) fotos, este teléfono te permite pasarte horas jugando con ellas.

Xiaomi Redmi 6A, la opinión de Xataka Android

Al sacar este teléfono de la caja, ya sabíamos que nos íbamos a enfrentar al modelo más básico del catálogo de Xiaomi y, por tanto, que no podíamos exigirle tanto como a un terminal de gama media o a un gama de entrada. ¿Tiene carencias? Por supuesto, empezando por la ausencia de USB-C, NFC o lector de huellas. ¿Son razonables en un teléfono cuyo precio ronda los 100 euros? También.

El Redmi 6A ha ido aprobando con mayor o menor nota cada uno de los apartados de nuestras pruebas, sin sacar ningún sobresaliente pero sin llevarse tampoco ningún suspenso. En el primero de ellos, el del diseño, encontramos una carcasa de policarbonato que resulta ligera, resistente y de tacto agradable, pero la ubicación del altavoz y unos marcos frontales algo gruesos rebajan la calificación. En lo que respecta a la pantalla, el Redmi 6A ofrece una buena experiencia de uso a pesar de su resolución HD. No ocurre lo mismo con el rendimiento, apartado que se ve penalizado en determinadas situaciones por la decisión de Xiaomi de incluir un procesador Mediatek de cuatro núcleos y 2 GB de RAM.

En cuanto al software, los puristas de Android verán en MIUI una capa muy agresiva con multitud de apps preinstaladas, pero hay que reconocer que ofrece algunas funciones muy interesantes y amplias posibilidades de personalización, algo que, en definitiva, supone un valor añadido. Si hablamos de la batería, nos hemos encontrado con una autonomía más justa de lo esperado y un tiempo de carga más largo de lo deseable. No podemos pedir carga rápida en un modelo de este precio, pero quizá si Xiaomi hubiera optado por 4.000 mAh, el resultado habría sido más satisfactorio. Y terminamos con el apartado de las cámaras, donde el Redmi 6A nos ha sorprendido gratamente, tanto por la calidad de las imágenes como por el abanico de posibilidades fotográficas que ofrece.

Estamos, por tanto, ante un teléfono que no decepcionará a sus compradores y que resultará vencedor si lo enfrentamos con la mayoría de modelos de la competencia. Pero como ocurre muchas veces, el verdadero enemigo del Redmi 6A está en casa, y por unos cuantos euros más, la propia Xiaomi te propone otras alternativas que solventan algunos de los problemas que hemos encontrado en este teléfono, especialmente, en lo que al rendimiento se refiere.

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