El calor inédito de enero está pasando factura al esquí: estaciones “relámpago” que cierran a los días de abrir
El calentamiento global ha dejado ya algunas estampas curiosas preocupantes en lo poco que llevamos de 2024, como Cataluña afrontando una emergencia por sequía en pleno invierno o pistas de esquí obligadas a cerrar a las pocas semanas de su apertura. Un ejemplo claro lo ofrecía hace solo unos días la estación de Valle Laciana-Leitariegos. El martes no le quedó más remedios que aplicar un cierre temporal porque, simple y llanamente, no tiene nieve suficiente para los aficionados al esquí y snow. Sus responsables recuerdan que la escasez de precipitaciones ya les obligó a retrasar más de un mes su puesta en marcha, y lanzan un aviso a navegantes: afrontan una de sus temporadas más difíciles.
Es la nueva dinámica de las estaciones “relámpago” que se aprecia en la Cordillera Cantábrica o el Sistema Central, impuesta, muy a su pesar, por el calor.
La nieve, en retirada. Los informes sobre recursos nivales del Ministerio para la Transición Ecológica son rotundos. Y preocupantes. El último balance muestra que la superficie innivada en los Pirineos es de 2.937 km2 y 983 en la Cordillera Cantábrica. A mediados de mes los registros eran, respectivamente, de 7.042 y 6.382 km2. Las tablas reflejan también importantes descensos en el Sistema Central-Ibérico y en Sierra Nevada, además de en el propio volumen de agua en forma de nieve, que se redujo durante el mismo período alrededor de un 31%.
Lo que dicen las cifras. En diez de los 16 puntos de control del ámbito de la Confederación Hidrográfica del Cantábrico las reservas de nieve son de hecho preocupantes: en tres casos se consideran “bajas”, en una “muy baja” y en los seis restantes directamente el Ministerio habla de valores mínimos durante al menos el último lustro. Los resultados coinciden con un período en el que el mercurio ha escalado a valores particularmente altos para esta época del año.
elDiario.es ha elaborado un mapa que permite comparar las temperaturas del último mes con los registros históricos. En Bilbao, por ejemplo, la media de las máximas en lo que va de 2024 es de 15,6º frente a los 13,5º que marca la media histórica para el mismo período entre 1981 y 2010. En Cantabria la misma diferencia es de dos grados más, en Gipuzkoa de 1,9º, en Girona de 2,7º, en Asturias de 1,4º, en Álava de 3,1º y en Guadalajara de 2,5º.
La propia Aemet informaba hace no mucho que en Soria se habían alcanzado los 20,8º en pleno enero, lo que marca el valor máximo para esta época del año desde mediados de los años 40.
¿Y las estaciones de esquí? Una pregunta tal que así se planteaba hace poco Benito Fuentes, meteorólogo de la Aemet, en un post en el que analiza el impacto del cambio climático en instalaciones como Valle Laciana-Leitariegos. Su conclusión se avanza ya en el mismo título: el calentamiento global amenaza las estaciones de esquí. “Emerge como una sombra amenazante […]. Las cifras y tendencias reveladas por el programa Copernicus pintan un panorama desafiante para el futuro invernal”, advierte el experto tras examinar tres indicadores: la duración de la temporada, la acumulación de nieve y las horas propicias para su fabricación.
“Temporadas relámpago”. No hace falta conjugar en futuro para apreciar los efectos del calentamiento global en las estaciones de esquí. El lunes la estación de Valle Laciana-Leitariegos publicó un aviso sobre su cierre temporal debido precisamente a la escasez de manto blanco. Sus propios responsables reconocen que la medida se hará efectiva apenas tres semanas después de iniciar su actividad. “Las estaciones de esquí de León se enfrentan a una de sus temporadas más complicadas. La falta de nieve ya obligó a retrasar más de un mes su apertura, prevista para el 1 de diciembre y que se retrasó hasta el 10 de enero”, recuerda la estación.
Suma y sigue. Valle Laciana-Leitariegos no es la única afectada por el nuevo escenario. Hace unos días Valgrande-Pajares, en Asturias, informaba del cierre de la estación y que la telecabina quedaría abierta para su uso turístico durante el fin de semana. El motivo: “Las condiciones de nieve actuales no permiten la apertura de la instalación”. Allí la temporada de esquí también se había iniciado con un retraso considerable, de 38 días.
Algo similar ocurrió en Alto Campoo, en Cantabria, que el 13 de enero abrió 13 de sus 23 pistas. Poco después sus responsables informaban de que harían “una pausa” a la espera de nevadas. Las pistas de Valdesquí y Puerto de Navacerrada tampoco se han librado de la falta de manto blanco y en Asturias el PP incluso ha reclamado al Gobierno del Principado la instalación de cañones de nieve artificial para alargar la temporada de esquí en Fuentes de Invierno tras constatar el descenso en los días de nieve.
Imagen de portada: Devesh Sangwan (Unsplash)
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El calor inédito de enero está pasando factura al esquí: estaciones “relámpago” que cierran a los días de abrir
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Carlos Prego
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