Ultrahuman Ring Air, análisis: así es vivir con un anillo inteligente al más puro estilo Oura (pero sin suscripción)
¿Qué tienen en común Will Smith, Larry Page, Kevin Li y Shaquille O’Neal? A parte de que tienen dinero por castigo, que todos llevan el mismo anillo. Bueno, no el mismo, sino que cada uno lleva el suyo, pero el mismo dispositivo : el Oura Ring. Es un anillo de 330 euros al que luego hay que sumarle 5,99 euros mensuales para acceder a las lecturas de sus sensores. Es el llamado “anillo de los famosos” y Ultrahuman, una empresa India fundada en 2020, llega dispuesta a plantarle cara con su Ultrahuman Ring Air.
La apuesta es clara y transparente: un anillo similar al Oura Ring, pero que no depende de una suscripción. Es un dispositivo curioso cuanto menos y de esos que no tienes oportunidad de probar todos los días. Y sí, desde Xataka ya hemos tenido ocasión de echarle el guante y esta ha sido nuestra experiencia.
Ficha técnica del Ultrahuman Ring Air
ultrahuman ring air |
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dimensiones y peso |
Ancho: 8,1 mm Grosor: 2,45-2,8 mm, según talla Peso: 2,4-3,6 gramos, según talla |
materiales |
Exterior: titanio reforzado con carburo de wolframio. Interior: resina epoxy. |
conectividad |
Bluetooth 5 LE |
compatibilidad |
iOS 14 o superior Android 6 o superior |
sensores |
Sensor PPG Sensor de temperatura de la piel Sensor de movimiento de seis ejes SpO2 |
batería |
24 mAh Carga en 2-3 horas |
resistencia AL AGUA |
IPX8 100 metros de profundidad |
PRECIO |
Ultrahuman Ring AIR
Antes de empezar
Antes de comprar un Ultrahuman Ring Air es necesario saber la talla, y la talla depende del dedo. Si sois usuarios de anillos seguramente sepáis vuestra talla o podáis conocerla con una app como esta, pero yo no he usado anillos en mi vida. Nunca, jamás, he llevado anillo. ¿Cómo puedes entonces elegir la talla correcta si te pasa lo que a mí? Pues Ultrahuman nos da dos opciones: mediante una app para el móvil o mediante un kit de medida que envían de forma gratuita tras el proceso de compra. Si me preguntáis a mí, a tope con el kit.
El kit incluye todos los tamaños disponibles y es cuestión de probarse los que creamos que mejor nos van a quedar e ir alternando. Yo he descubierto que tengo una talla 7. Bueno, no realmente, tengo una 7,5, pero Ultrahuman no trabaja con saltos de 0,5. Ante la duda, mejor que quede cómodo a que quede demasiado apretado. Yo lo he llevado en el dedo anular derecho. Lo recomendable es llevarlo en el índice, medio o anular, evitando el meñique y el pulgar.
Si se me permite un consejo para elegir la talla, coge un tamaño y llévalo durante un día y por la noche, a ver si te sientes cómodo. Si la talla es correcta, debes poder girar el anillo por el dedo, pero no libremente. Tiene que ofrecer algo de resistencia. De la misma forma, la talla será correcta si para sacarlo tienes que apretar un poquito desde la parte inferior. Prueba todos los tamaños y elige el que mejor se adecúe a tu dedo.
Y ahora sí que sí, hablemos del anillo.
Diseño: es… un anillo gordete
El Ultrahuman Ring Air es un anillo más grande que un anillo al uso. De hecho, a mí me recuerda a los “anillos masculinos”, que suelen ser algo más gordos y gruesos. Es algo que, considero, ha de tenerse en cuenta a la hora de optar por este dispositivo, ya que en un dedo pequeño seguramente quede un pelín exagerado. Tiene un ancho de 8,1 milímetros, un grosor de entre 2,45 y 2,8 milímetros (depende de nuestra talla) y un peso de entre 2,4 y 3,1 gramos (de nuevo, depende de la talla).
Está disponible en cuatro acabados, a saber negro, dorado y plata brillante y gris mate, que es el que nosotros hemos tenido ocasión de probar. La parte exterior está hecha de titanio y reforzado con carburo de wolframio, mientras que el interior está recubierto de resina epoxy hipoalergénica. La cosa es que sí, es resistente al uso diario, pero es un anillo y como tal, está expuesto a golpes, roces y demás penurias y sí, es posible que, a la larga, se acabe rascando un poco. Algo que, todo sea dicho, le puede pasar a cualquier wearable o a cualquier anillo.
Es un dispositivo cómodo al que, de hecho, tampoco le vamos a hacer demasiado caso. Es un claro ejemplo de tecnología pasiva, como veremos más adelante. Más allá de que nos llame la atención que una luz brille en nuestro dedo (los sensores haciendo sus cosas), no vamos a interactuar lo más mínimo con el anillo. No vibra, no suena, nada. Está ahí y solo tenemos que encargarnos de cargarlo. Punto y pelota. En ese sentido, que sea cómodo es lo mejor que se puede decir de él.
Hablando de los sensores, el acabado en epoxy transparente nos permite ver el interior y lo cierto es que el Ultrahuman Ring Air (y todos los dispositivos de este tipo) es un enorme ejercicio de miniaturización. Quiero decir, en este pequeño anillo hay un sensor PPG infrarrojo, un sensor de temperatura de la piel, un sensor de movimiento de seis ejes y los LEDs verdes, rojos e infrarrojos para las pulsaciones y el nivel de oxígeno en sangre. Eso, además de la batería, el sensor Bluetooth, etc. Todo ello aquí metido.
Por lo demás, cabe destacar que el anillo tiene resistencia IPX8 y aguanta hasta una profundidad de 100 metros. Se puede llevar durante la ducha o mientras nos lavamos las manos y, por supuesto, si buceamos o hacemos actividades acuáticas. El único contexto en el que tendría especial cuidado es haciendo un deporte intenso en el que el anillo pueda sufrir más de la cuenta (como boxeo, fitboxing…) o si vamos a manipular cosas pesadas. Por lo demás, yo he optado por usarlo como usaría un anillo normal y corriente.
Tecnología totalmente pasiva
Pasamos así a hablar del rendimiento, sus funciones y la aplicación, que es alrededor de la cual gira la totalidad de la experiencia con el anillo. En primer lugar, cabe destacar que si bien el anillo empezará a funcionar desde el primer momento, se tomará unos cuantos días “para conocernos mejor”, entre comillas. Tendremos que llevarlo durante un tiempo para que aprenda nuestras tendencias, gestione nuestros índices y pueda tener datos suficientes para compararlos. Vayamos por partes.
La aplicación (disponible en iOS y Android) se divide en cinco apartados de los cuales vamos a usar, normalmente, uno: el primero, “Home”. Aquí es donde se muestran todas las métricas. La pestaña “Metabolism” es una tienda para comprar el sensor de glucosa de la compañía; la pestaña “Zonas” es para compartir tu puntuación con los amigos; “Descubrir” contiene ejercicios en vídeo, música relajante para descansar o meditar y vídeos de divulgación y “Perfil” es nuestro perfil.
Por otro lado, cabe destacar que la app está en un “spanglish” algo raro: hay cosas en español, otras (la mayoría) en inglés, otras mezclan el español y el inglés… Falta algo de homogeneidad. O todo en inglés o todo en español, pero no es cómodo ver que tu “Índice de sueño” es de 94 puntos y que todas las explicaciones acerca de los parámetros contemplados esté en inglés.
Dicho eso, la aplicación de Ultrahuman es de las más completas que he he visto. Puede ser un poquito asfixiante de primeras, cuando ves que hay 30 gráficas relacionadas con el sueño, pero lo bueno es que puedes indagar hasta donde quieras. Puedes quedarte con tu puntuación, o bien entrar en cada apartado, leer qué significa, como lo puedes controlar y tomar decisiones más informadas. Si te gusta trastear con datos, gráficas y cifras, lo que es capaz de ofrecer este anillo te va a encantar. Y dicho eso, vamos con las métricas.
El anillo de Ultrahuman mide la frecuencia cardíaca de forma discontinua, es decir, no es una medición en tiempo real porque no nos olvidemos de que el dispositivo tiene 24 mAh de batería. Toma lecturas cada cinco minutos. La precisión del dispositivo es aceptable, pero tiende a subestimar las métricas.
Comparando los datos con los obtenidos con mi Apple Watch Series 9, por norma general, el dispositivo de Ultrahuman tiende a dar datos más bajos. Por ejemplo, la última lectura que tengo disponible es de 77 LPM del Apple Watch frente a los 61 LPM del anillo. Si hablamos del sueño, el Apple Watch me da una media de 59,5 LPM mientras que el anillo me da 52 LPM.
Lo mismo sucede con la lectura de ejercicio, que está todavía en fase beta. Durante el ejercicio el anillo sí toma lecturas en tiempo real. Durante una caminata al aire libre, el anillo asegura que las pulsaciones medias fueron de 93 LPM, las máximas de 117 LPM, que quemé 169 kcal y que recorrí 3,84 kilómetros. El Apple Watch Series 9, por su parte, estima que fueron 100 LPM de frecuencia media, 122 LPM de frecuencia máxima, que quemé 208 kcal y que recorrí 3,64 kilómetros. Hay una diferencia más que evidente y eso explica que el dispositivo y la app esté recibiendo actualizaciones prácticamente semanales. En pocas palabras, es una lectura correcta, pero no del todo precisa.
Lo que sí nos ha gustado mucho es el registro del sueño. No solo es preciso, sino que además es completo. Podemos ver una puntuación sobre 100, pero dentro tendremos mucha más información como la eficiencia, la temperatura de la piel, el descanso, la bajada de pulsaciones, el tiempo, las fases, el nivel de oxígeno en sangre…
Si todo va bien, estupendo, pero si hay algo que nos hace bajar la puntuación podemos entrar en dicho apartado, ver qué provoca esas modificaciones y tomar cartas en el asunto. Por ejemplo, si el apartado “HR Drop” es malo seguramente se deba a una cena copiosa o a que hemos cenado demasiado tarde. O si hemos estado poco tiempo en fase REM, quizá nos convenga hacer alguna rutina de relajación antes de irnos a dormir.
A todo esto le sumamos la puntuación de recuperación, que nos da una idea de cuán listos estamos para hacer actividades. Esta tiene en cuenta las pulsaciones en reposo, la temperatura de la piel, las tendencias en la variabilidad de la frecuencia cardíaca, el sueño y el movimiento. Todo ello, de nuevo, acompañado de su gráfica, una explicación y trucos y consejos para mejorar. De hecho, este apartado tiene un componente manual, ya que podemos ajustar cómo nos sentimos en cada momento para que la app “aprenda” a identificar nuestras señales.
En lo que concierne al movimiento, el anillo adopta un enfoque diferente a “más ejercicio = mejor”. En su lugar, apuesta por el “índice de movimiento”. En pocas palabras, amanecemos con 100 puntos y tenemos que mantenerlo lo más alto posible. Cuenta hacer deporte por la tarde, sí, pero computa más alto hacer pequeños ejercicios durante el día, como levantarse del ordenador y dar un pequeño paseo. En cuanto a los pasos, el anillo los cuenta de aquella manera: ayer el Apple Watch marcaba 6.870 y el anillo 6.290; antes de ayer el reloj contó 8.105 y el anillo 6.219… Hay margen de mejora en este aspecto.
Además de mostrarnos nuestras métricas, el anillo nos permite establecer “metas inteligentes”, como dar X pasos al día, dormirse temprano, dormir X horas, etc., y nos orienta a la hora de tomar estimulantes (o no tomarlos). Por ejemplo, la app estima que a las 10:45 y hasta las 16:50 es la hora de tomarse algo para mejorar nuestro estado, como un café, una Coca-Cola o un té.
Lo curioso es que te dice las horas que te va a afectar. Por ejemplo, una Coca-Cola tiene un impacto de 0,75 horas. Como ahora mismo estoy en una hora buena, las 12:23, no me va a afectar al sueño. Sin embargo, una bebida energética tiene un impacto de 5,83 horas, lo que significa que su impacto llegaría hasta las 17:30 más o menos, ya me pasaría de las 16:50 y la app ni siquiera me lo sugiere.
Finalmente, cabe destacar que podemos llevar un registro de la comida y bebida que tomamos para controlar las macros y registrar el ejercicio, algo que está en beta, como decíamos anteriormente. Es registro es bastante básico y tiene mucho margen de mejora, por lo que mejor no tenerlo en cuenta ahora mismo. Es un dispositivo más enfocado al día a día. Para los que busquen algo más enfocado al deporte, de momento, pocas cosas son mejores que un buen smartwatch.
Y realmente eso es todo, que no es poco para un dispositivo tan pequeñín. Por resumir, podemos decir que la experiencia con el anillo es satisfactoria, pero nos habría gustado un poquito más de precisión. Afortunadamente, la compañía parece comprometida con su dispositivo y las actualizaciones son bastante frecuentes, así que esperemos que con el paso del tiempo el anillo de Ultrahuman sea capaz de mejorar lo que ya tiene, que no es malo, pero podría ser mejor.
Antes de pasar al siguiente apartado, me gustaría hacer un apunte personal: echo en falta un sistema de localización del anillo. Si el anillo se pierde, se cae, lo roban o lo dejas en algún lado que no recuerdas, dalo por perdido. No se puede encontrar de ninguna manera, no suena, no hay más pistas que ir a los ajustes de Bluetooth e intentar conectarlo para ver si está cerca. No sé, honestamente, cómo se podría hacer, pero en futuras versiones esta función no estaría de más.
Batería: más cuatro días que seis
Terminamos este análisis hablando de un apartado crucial: la batería. En el interior de este anillo tenemos una batería de 24 mAh que, de acuerdo a Ultrahuman, ofrece seis días de autonomía. Lo cierto es que, tras haberlo llevado algo más de dos semanas, debo decir que lo más normal es conseguir unos cuatro días de autonomía. No está mal y menos si estás acostumbrado a la batería de un smartwatch WearOS o un Apple Watch, que suelen aguantar entre dos y tres días, dependiendo del modelo.
Obviando que seguramente nunca pensaste que acabarías poniendo a cargar tu anillo por la noche, el problema no es tanto la batería sino la velocidad de carga. Para cargar el anillo tenemos que colocarlo en la base incluida en la caja, y solo encaja en una posición. Pues bien, el anillo tarda entre dos y tres horas en cargarse por completo. Entonces, hay que elegir: o bien lo cargamos por la noche y nos perdemos el análisis del sueño o bien lo ponemos a cargar durante el día, perdiendo entre dos y tres horas de métricas.
Ultrahuman Ring Air, la opinión de Xataka
Si tuviéramos que resumir la experiencia con el anillo de Ultrahuman con una frase, esta sería “nos ha gustado mucho, pero”. Porque sí, hay un “pero”. El dispositivo cumple con lo prometido y es capaz de ofrecer una experiencia muy buena, aunque como indicábamos antes, la precisión podría ser un poquito más alta. No obstante, las constantes actualizaciones son pequeños rayitos de luz que dan a entender que se está trabajando en ello y eso siempre es de agradecer. No depender de una suscripción también es un puntazo y, de hecho, es el principal argumento del anillo de Ultrahuman.
El “pero” es cuando pensamos si realmente merece la pena. Estamos hablando de un dispositivo de unos 379 euros, precio al que ya encontramos relojes inteligentes mucho más completos. Entiendo que si estás leyendo esto con interés genuino en el producto de Ultrahuman es porque quieres tener un registro de tus constantes vitales sin tener que llevar un reloj inteligente, en cuyo caso sí, el Ultrahuman Ring Air es pura fantasía. Si, por el contrario, valoras la precisión y no te importa llevar reloj, un smartwatch de 379 euros puede ser una mejor apuesta.
Obviando la comparación evidente con un reloj inteligente, el dispositivo de Ultrahuman nos ha gustado mucho. Es un dispositivo completamente pasivo al que solo le falta ser un poquito más preciso y cargarse algo más rápido. Por lo demás, nos ha dejado con muy buen sabor de boca y con la sensación de que Oura ya no está sola y que la competencia viene pisando fuerte.
Ultrahuman Ring AIR
Fotos | Xataka
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El dispositivo ha sido cedido para la prueba por parte de Ultrahuman. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas.
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La noticia
Ultrahuman Ring Air, análisis: así es vivir con un anillo inteligente al más puro estilo Oura (pero sin suscripción)
fue publicada originalmente en
Xataka
por
Jose García
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