Un coche eléctrico vietnamita ha llegado a EEUU. “Es tan malo que te revuelve el estómago”
El coche eléctrico es la oportunidad para algunos países y muchas empresas de entrar en el lucrativo sector del automóvil tratando de igual a igual con las marcas históricas. Todos salen del mismo punto de partida: desde cero, o casi.
Aun así, desarrollar, fabricar y vender un coche no es una tarea fácil. Requiere una ingente inversión, y más aún cuando no se tiene experiencia fabricando coches. Y Vinfast, el fabricante vietnamita que quiere conquistar Estados Unidos y Europa, lo está experimentado de forma notable.
Estos días ha sido la puesta de largo del VinFast VF8 eléctrico, su primera propuesta para el mercado estadounidense. Y la prensa local ha sido especialmente dura con la nueva marca.
Para la prensa estadounidense, el VinFast VF8 no está listo para salir a la venta. Este SUV de 4,75 m que cuesta más de 50.000 dólares estaría plagado de problemas. Desde los intermitentes que no funcionan hasta los sistemas de ayudas a la conducción que en varias unidades permanecen desesperadamente desconectados pasando por el climatizador que funciona a su aire, nunca mejor dicho.
La puesta a punto del chasis del coche y de las suspensiones es otro punto muy negativo que han destacado los compañeros estadounidenses. En el VF8 prima el confort, tanto que la carrocería se mueve constantemente, como si tuviera muelles de malvaviscos, haciendo que más de un probador acabase mareado.
La dirección es exageradamente asistida, consideran, por lo que “el coche se vuelve casi incontrolable”, mientras que la transmisión también necesita mucho trabajo. Ya es el colmo en un coche eléctrico… Y es que poner la marcha atrás equivale a meter la reductora mecánica en un todoterreno a la antigua usanza.
Al final, lo resumen como que el coche “es tan malo que te revuelve el estómago”.
Insistir hasta lograrlo
El problema para VinFast es que es más fácil labrarse una mala reputación que una buena, especialmente en esta industria. Y un lanzamiento fallido puede hacer mucho más daño que un producto simplemente correcto, sobre todo en esa franja de precios.
Eso sí, ni VinFast ni su fundador, Pham Nhat Vuong, el hombre más rico de Vietnam, se van a rendir. Esta marca es la joya de la corona del conglomerado de Pham Nhat Vuong (con una fortuna estimada de 4.300 millones de dólares) y el magnate asiático no duda en invertir de su propio bolsillo en la marca para que salga adelante.
Así, en 2019, Vuong invirtió 2.000 millones de dólares de su fortuna personal en la empresa. Y en 2023, Vuong y Vingroup invirtieron otros 2.500 millones de dólares, de los cuales 1.000 millones salieron directamente del bolsillo de Vuong.
VinFast, que ha empezado a comercializar sus coches en California, aunque solo en modalidad de renting por el momento, y ha abierto tiendas en Canadá, planea construir una fábrica en Carolina del Norte. También tiene previsto exportar coches eléctricos a Europa este año.
Hay muchos aspirantes a llevarse una parte del pastel del coche eléctrico, pero sólo unos pocos sobrevivirán. Tesla ha tardado más de 20 años en salir adelante y tener los primeros beneficios. Otros, con una fuerte inversión y mucho I+D detrás han tirado la toalla, como Dyson. De momento, VinFast lo va a seguir intentando.
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La noticia
Un coche eléctrico vietnamita ha llegado a EEUU. “Es tan malo que te revuelve el estómago”
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Motorpasión
por
Daniel Murias
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