Más potentes, pero también más profundos: el problema de los huracanes en el interior de América del Norte
El cambio climático se mide en grados centígrados, metros de litoral anegado, el ascenso de los océanos y pérdida de biodiversidad. También en probabilidades de fenómenos extremos y facturas millonarias. Estas últimas, eso es, bien calibrables en euros contantes y sonantes. First Street Foundation ha decidido centrar el foco en ese punto para averiguar cómo el calentamiento del planeta puede incrementar la exposición de las casas de América del Norte a los ciclones tropicales y vientos huracanados. Sus conclusiones son claras, tanto como el título de su informe: “Empeoramiento de los vientos”. A buenos entendedores… ya se sabe.
Así soplarán los vientos del mañana.
¿Qué analiza el estudio? Cómo afectará el calentamiento climático a lo expuestas que están las propiedades de América del Norte ante los huracanes y ciclones tropicales. Para lograrlo el organismo ha echado mano de FSF-WM, un modelo probabilístico que permite trazar proyecciones para los próximos 30 años. Para “alimentarse” el sistema usa open data, datos que manejan las autoridades, topografía de alta resolución y registros sobre huracanes y tormentas.
¿Y por qué? Más allá de conocer la tendencia para los próximos 30 años o aportar nuevas referencias, más actualizadas, uno de los objetivos del estudio es valorar cuál será el impacto económico de las amenazas climáticas. En concreto, qué daños pueden ocasionar en las propiedades. No es una cuestión menor.
Como señala Axios, la valoración de los riesgos son claves para las pólizas y el sector inmobiliario. “Esta próxima generación de fuerza de los huracanes traerá impactos financieros inevitables y una devastación que aún no han sido valorados en el mercado”, señala el director ejecutivo y fundador de First Sreet Foundatrion, Matthew Eby. Los datos pueden consultarse a través de la web Risk Factor.
¿Cuál es su conclusión? Que podemos esperar cambios. Y relevantes. El análisis deja botando cuatro grandes conclusiones sobre la mesa: los huracanes se dirigen más hacia el norte, el mayor incremento en las velocidades máximas del viento lo padecerán los estados del Atlántico Medio —la región conformada, entre otros, por Delaware, Maryland, Nueva York o Virginia— y el aumento de las rachas pondrá en peligro “miles de millones de dólares al año” en el sur. Otra de sus lecturas es que Florida acumula gran parte (70%) del riesgo del país.
¿Se puede bajar más al detalle? Sí. Su análisis apunta a los EEUU continuos —nombre con que se designan las 48 divisiones estatales continuas, más el distrito de Columbia, sin incluir otros territorios de la nación, como Alaska o Hawái—, las costas del Golfo y Este. “En los próximos 30 años es más probable que los ciclones tropicales que se desarrollen se conviertan en huracanes de gran intensidad, por lo que sus efectos llegarán más al interior”, concluyen los expertos de First Street.
“Aunque la exposición al viento y los daños son más importantes a lo largo de la costa, es probable que aumenten drásticamente tierra adentro en muchos lugares que nunca antes habían estado expuestos. Además en los próximos 30 años, los ciclones tropicales se desplazarán más hacia el norte antes de tocar tierra”.
¿Y cuál será su factura? El informe también aporta esa estimación. Y su conclusión es que a lo largo de las tres décadas analizadas las pérdidas medias anuales aumentarán de forma sensible: pasarán de los 18.500 millones de dólares que podrían sufrirse este mismo año a 19.900 millones para mediados de siglo. No solo eso. El estudio concluye que 13,4 millones de propiedades que ahora no están en riesgo pasarán a estar expuestas a ciclones tropicales, como resalta Arup.
“Esta creciente exposición se debe a la mayor proporción de huracanes que se espera que alcancen la categoría mayor —3-5 en la escala Saffir-Simpson— en la actualidad y el futuro y la mayor probabilidad de que las tormentas se dirijan más hacia el norte a lo largo de la costa este de EEUU”, abunda First Street.
¿Y más allá de EEUU? El de First Street no es el primer estudio que señala cómo el cambio climático puede derivar en huracanes más destructivos. Hace un año Scientific Advances publicó un informe que apuntaba a que para mediados de este mismo siglo podrían ser peores. “Los resultados indican que la probabilidad de ciclones tropicales intensos, en promedio, se duplica con creces en todas las regiones excepto en la Bahía de Bengala y el Golfo de México”, señala.
Como recoge Newtral, las ciudades con mayor probabilidad de ciclones intensos son San Juan, Tokio, Hawái, Nadi, Miami, Saint Denis, Toamasina, Acapulco y Hong Kong, urbes estas dos últimas donde el nivel aumenta de forma sensible.
Imagen de portada: State Farm (Flickr)
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Más potentes, pero también más profundos: el problema de los huracanes en el interior de América del Norte
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por
Carlos Prego
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