Hay un material que nació en laboratorio para tapizar los coches de carreras. Ahora se usa en moda, arquitectura y hasta esculturas
Si eres un apasionado de los coches (y más si hablamos de deportivos premium) quizá sepas que entre sus materiales suelen incluir Alcantara, un tejido suave, resistente y muy elegante, que fue creado en un laboratorio a finales de la década de 1960.
Pero hoy en día, además de encontrar Alcantara en el volante y/o tapicería de bellezas de la talla del Porsche 911, el Lamborghini Huracán, el Bugatti Chiron, o el BMW i8 (entre otros), este curioso material está presente en ropa de alta calidad e incluso en decoración de interiores.
Un tejido que es sinónimo de calidad, que evoluciona con el tiempo
El libro de “Alcantara, The Material of Art”, recoge la peculiar historia de este material tan desconocido como multidisciplinar que se ha convertido en sinónimo de lujo y calidad. En la actualidad, hasta se puede reproducir a través de materiales reciclados, como sucede en el habitáculo del Ferrari Purosangue.
El origen de este tejido, que visualmente podría decirse que se parece al ante, se remonta a hace más de 53 años. Lo creó el científico japonés Miyoshi Okamoto, quien entonces trabajaba para Toray Industries.
Se trata de la misma empresa que creó el rayón y que en la actualidad es uno de los mayores productores de fibra de carbono a nivel mundial, pues incluso suministra componentes para la fabricación de los famosos aviones Boeing 787.
En su laboratorio, Okamoto consiguió la fórmula perfecta para el Alcantara con un 68 % de poliéster y un 32 % de poliuretano. Bajo la lente de un microscopio de alta potencia, al científico las fibras de su creación le parecían “pequeñas islas en el mar” unidas por filamentos. De ahí su nombre, que deriva del término árabe al-quantarah o “puente”, en español.
La primera patente de este material se presentó en 1970 y apenas dos años más tarde de la fusión del grupo químico italiano Eni y Toray nació Alcantara SpA, una empresa conjunta con sede en Terni (Italia) en la que el tejido se fue perfeccionando con el paso del tiempo y que pronto se ganó la fama de “atelier de coches”.
Para 1978 el tejido de alta tecnología de Okamoto ya estaba presente en la tapicería de muchos Fiat, marca a la que siguieron Audi y Lancia y después otras como Alfa Romeo, Subaru, Maserati o McLaren.
Su resistencia, que era fácil de teñir, lavable y transpirable (a diferencia de otros materiales como el cuero) pronto convirtieron el Alcantara en la opción preferida de las marcas de coches deportivos y de lujo. Pero su uso no se limitó a los automóviles.
Ya en las décadas de 1980 y 1990, los diseñadores de ropa y decoradores de interiores utilizaban Alcantara para sus colecciones y creaciones más exclusivas. Y es que, entre otras, es un material muy resistente a la torsión ideal para accesorios como gorros y guantes o para prendas como chaquetas.
En los 2000 la diseñadora holandesa Iris van Herpen incluyó este tejido en una de sus esculturas más conocidas e incluso ha servido para crear tapices como los que se exhiben en el Museo MAXXI de Roma (Italia), ya que se trata de un tejido extremadamente ligero: 10.000 metros de fibras de Alcantara pesan sólo 1 gramo.
El artista Massimilian Adami también ha incluido Alcantara en algunas de sus obras más recientes al igual que Francois Azambourg, quien llegó a crear una pared de paneles de Alcantara plegados, haciendo un guiño al arte japonés del origami. La lista es casi infinita.
En la actualidad, existen cientos de patentes asociadas al tejido Alcantara. En reconocimiento a su creador, Toray bautizó como Okamoto a uno de sus importantes laboratorios de investigación.
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Hay un material que nació en laboratorio para tapizar los coches de carreras. Ahora se usa en moda, arquitectura y hasta esculturas
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Motorpasión
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Irene Mendoza
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