Cuando crees que es buena idea llevar al extremo un Ford Ranger Raptor vaso en mano antes de entregarlo al cliente
Si bien en ocasiones los concesionarios prueban los coches antes de entregárselos al comprador, un empleado de uno en Sudáfrica se pasó bastante de frenada. Tanto, como para reventarlo poco antes de formalizar la entrega.
En concreto se trataba de un Ford Ranger Raptor, de nueva generación, que el pobre cliente esperaba con las ganas habituales. Y su sorpresa fue mayúscula cuando el concesionario le confesó el “pequeño” percance que había sufrido. Desde luego, este vendedor no va a ser el empleado de mes.
En su cabeza todo era fenomenal
Car Magazine ha publicado el vídeo con el surrealista capítulo inmortalizado (sí, decidieron grabarlo), además de explicar con detalle lo ocurrido. En las imágenes, vemos en cámara onboard a dos personas en el interior del Raptor: a sus mandos, el vendedor en cuestión y, de copiloto, un supuesto amigo.
Ni corto ni perezoso, decidió probarlo sin cortarse con el acelerador por caminos de tierra e incluso fuera de pista. Y encima ambos iban con un vaso de tubo en la mano, con los hielos tintineando mientras iban acometiendo baches. No se ha detallado si las bebidas eran alcohólicas o no, pero lo parecen. Agua desde luego no era.
El caso es que en un momento dado (minuto 1:40 en el vídeo), mete al Ford Ranger Raptor campo a través y el sistema de Protección Activa Antivuelco (ARP por sus siglas en inglés), comenzó a alertar de posible riesgo de vuelco. Y tan posible: momentos después, el Raptor acaba volcando y dando una vuelta de campana.
Y es que el ARP es un sistema que está esencialmente diseñado para carretera. Por otro lado, aunque el Raptor es muy capaz fuera del asfalto, gozando de una avanzada tracción integral o amortiguadores FOX de control electrónico, milagros no hace: si vas demasiado rápido, no estás muy católico y acometes un estupendo surco o piedra, pues es más que probable que vuelque, como ocurrió.
Además hablamos de una mole de estupenda patada, que monta un poderoso V6 que puede llegar a firmar hasta 392 CV según mercado (aquí se vende con 292 CV en su versión más bruta).
Sea como fuere, el final del vídeo es para enmarcar: vemos al copiloto aún con los dos vasos en la mano, doblado y con el Raptor apoyado de lado. Se entiende (ya que no se ve) que el “responsable” vendedor se lo cedió en algún momento para manejar el volante con las dos manos.
El pobre Ford Ranger Raptor quedó en un estado lamentable: con el parabrisas reventado, parte del techo hundido, el retrovisor lateral colgando y abolladuras varias en el lateral y el capó. Listo para la entrega, vamos.
Desconocemos si han despedido no a este iluminado, pero el cliente contento no debe estar: tras la larga espera para recibir su pick-up va a tener que esperar aún más.
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La noticia
Cuando crees que es buena idea llevar al extremo un Ford Ranger Raptor vaso en mano antes de entregarlo al cliente
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Motorpasión
por
Alejandra Otero
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