La excelencia tecnológica del Boeing F-18 Super Hornet, el caza de 28 años que se resiste a morir
La producción del F-18 Super Hornet tiene fecha de caducidad. Boeing dejará de fabricar el mítico cazabombardero a finales de 2025, aunque existe la posibilidad que el plazo se extienda hasta 2027 en caso de que la demanda internacional lo justifique.
El fabricante estadounidense acaba de dar un importante paso para poner fin a esta leyenda que comenzó hace 40 años en tiempos de McDonnell Douglas con la inauguración de la serie. Ahora, sin embargo, el mundo parece querer aviones más modernos.
Los F-18 marcaron un antes y un después en la aviación militar. El hecho de que a lo largo de su historia se hayan fabricado más de 2.000 unidades y que estas se hayan convertido en un icono de las fuerzas armadas de varios países habla de sus increíbles capacidades.
Veamos, entonces, los atributos distintivos del modelo más avanzado de la serie, el que todavía sigue fabricándose, y que pasará a la historia con una merecida corona de laureles. Estamos hablando del F-18 Super Hornet, la segunda evolución desde los inicios del programa.
Un cazabombardero avanzado (y actualizable)
Este cazabombardero, según cuenta la Marina de Estados Unidos, es una aeronave tecnológicamente avanzada y altamente versátil. Como su nombre lo indica, combina las capacidades de perseguir a un enemigo y de arrojar bombas sobre sus objetivos.
El F-18 Super Hornet destaca por sus competencias de superioridad aérea que le permiten ejecutar misiones en el espacio aéreo enemigo. También puede ser utilizado como escolta de otros cazas, brindar apoyo aéreo, reconocer zonas desde el cielo y dar golpes de precisión nocturnos.
Con este conjunto de características no es de extrañar que el caza se haya convertido en en la “columna vertebral de la Marina” estadounidense. Esta rama del ejército, precisamente, empezó a utilizar la versión mejorada del caza en 1999, como reemplazo del también mítico F-14 Tomcat (ambos aviones aparecieron en la película ‘Top Gun Maverick’).
Si bien el F-18 Super Hornet se basa en el F-14 original, el fabricante implementó una serie de mejoras drásticas que abrieron la puerta a una dinámica de actualizaciones más conveniente de cara al futuro. El fuselaje del avión se construyó con una arquitectura de sistemas de misión abierta, lo que permite añadir mejoras a través de diferentes “bloques”.
En el momento de su introducción, esta variante mejorada estaba configurada con el llamado Bloque I. Era sustancialmente más grande que su predecesor, con un peso bruto de despegue de 29.932 kg. Con la llegada del Bloque II (el que se produce actualmente), se incorporó un radar Active Electronically Scanned Array, sensores y aviónica mejorados.
Además, se mejoró el alcance, ampliando su rango hasta los 2.346 kilómetros y 3.054 kilómetros con tres tanques de combustible adicionales. Los cazas con esta configuración, cuyo coste unitario es de 67,4 millones de dólares, vienen con dos motores a reacción General Electric F414 capaces de alcanzar una velocidad superior a Mach 1.8.
El sistema de armamentos también fue mejorado, incorporando los mecanismos y anclajes necesarios para soportar una amplia variedad de proyectiles. En concreto, hablamos de un cañón M61A1/A2 Vulcan de 20 mm y misiles AIM 9 Sidewinder de corto alcance, una versión anterior al AIM 9X Sidewinder utilizado por Estados Unidos para derribar los supuestos globos espía chinos.
También puede entrar en combate, según su configuración con misiles AIM-120 AMRAAM de mediano alcance, misiles antibuque Harpoon y misiles antirradiación Harm. Así como con bombas deslizantes AGM-154, bombas Paveway guiadas por láser, bombas no guiadas Mk 80, minas CBU-78 Gator y minas navales Mk-62/63/65.
Las capacidades del F-18 Super Hornet ha sido puestas a prueba en varios escenarios de guerra. Dos años después de su introducción en la Marina de Estados Unidos, de acuerdo al Departamento de Defensa, estos cazas participaron de su primera misión en Irak, la conocida como Operación Southern Watchm, en AI Kut. Desde ese entonces han estado operativos en cientos de encargos.
Pese a haberse consagrado como uno de los aviones de combate más exitosos de la historia, sus días ahora están contados. Como decíamos, la producción se centrará en aeronaves más modernas, como los F-35 y F-22 de Lockheed Martin. Sin embargo, todavía desempeñará un papel importante en las fuerzas armadas de muchos países.
Los cazas de quinta generación son mucho más caros y costosos de mantener. Además, están pensados para ser utilizados en misiones más específicas. Para tareas menos exigentes, estas aeronaves de anterior generación seguirán siendo una alternativa más que aceptable, aunque claro, su producción habrá llegado a su fin.
Imágenes: Marina de Estados Unidos (1, 2, 3)
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La noticia
La excelencia tecnológica del Boeing F-18 Super Hornet, el caza de 28 años que se resiste a morir
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Xataka
por
Javier Marquez
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