Me he pasado a los teclados mecánicos y ya no hay vuelta atrás: ahora entiendo a sus entusiastas
Adoro los teclados mecánicos. Siempre me han gustado, pero desde que utilizo uno en mi día a día me tienen encandilado. El que tengo está bien, no me quejo en absoluto, pero los hay mejores. Es un Corsair K63 con formato TKL (TenKeyLess). Tuve la oportunidad de probarlo en una tienda antes de hacerme con él, y decidí comprarlo porque su precio me pareció razonable y su calidad no está nada mal, aunque sabía que gastando un poco más podía acceder a teclados con mejores prestaciones.
El K63 lo utilizo desde hace algo más de dos años. En un principio mi intención era usarlo solo para jugar, y, como tengo poco tiempo para hacerlo, sería algo ocasional. Sin embargo, pronto descubrí que me gusta escribir con él, así que he acabado utilizándolo todos los días durante al menos ocho horas. De hecho, estoy escribiendo este texto con él. Aún funciona perfectamente, y, honestamente, lo tengo como si fuese nuevo, pero me ha picado el gusanillo. Voy a hacerme con otro.
A la caza y captura del mejor teclado mecánico para escribir
Antes de seguir adelante me parece necesario que dedique unas líneas a explicar por qué me gustan los teclados mecánicos más que, por ejemplo, los de membrana o los de tipo chiclet. Por supuesto, en este ámbito cualquier elección es adecuada. Lo ideal es que cada usuario tenga la oportunidad de probar varios teclados de distinto tipo para que pueda quedarse con el que le ofrezca la mejor experiencia y resuelva mejor sus necesidades. En cualquier caso, a mí me encantan el tacto y el sonido que nos proponen algunos teclados mecánicos.
Cherry es la marca más veterana, pero también tienen muy buenos interruptores Razer, Logitech, Alps, Greentech, Kailh, Outemu, Gateron, TTC o KBtalking
Cualquier usuario que se líe la manta y la cabeza y se adentre en el mundo de los teclados mecánicos descubrirá que tiene a su alcance un abanico enorme de interruptores. Los hay táctiles, lineales, muy ruidosos, razonablemente ruidosos, casi totalmente silenciosos… Además, hay muchos fabricantes de interruptores mecánicos de muy buena calidad. Uno de los más conocidos es Cherry porque es la marca más veterana, pero también tienen muy buenos switches Razer, Logitech, Alps, Greentech, Kailh, Outemu, Gateron, TTC o KBtalking, entre otras empresas.
La variedad es tanta que puede llegar a agobiar, pero a medida que más indagas y más aprendes, más ganas tienes de catar otros teclados mecánicos. Esto es, al menos, lo que me sucede a mí, y basta dar una vuelta por algún foro especializado para darse cuenta de que este tipo de teclados despierta una auténtica pasión en algunos aficionados. De hecho, como seguro que muchos lectores de Xataka ya sabéis, algunos entusiastas optan por poner a punto teclados personalizados y muy bien acabados que pueden llegar a costar muchos cientos de euros.
Esto es lo que yo estoy buscando: un buen teclado mecánico que me entregue todo su potencial sobre todo cuando lo empleo para escribir. Por supuesto, tiene que ser mejor que mi actual K63 de Corsair, y no estoy dispuesto a pagar una fortuna por él. En internet podemos encontrar muchísimas opciones con diseños variopintos, acabados dispares, soluciones que nos las entregan lubricadas de fábrica… De todo. Es un mundo muy amplio y muy interesante. Y engancha.
El Keychron K2 es un teclado compacto inalámbrico de 84 teclas y con interruptores Gateron G Pro
Tengo varios candidatos, así que, por si alguna de las personas que estáis leyendo este artículo tiene curiosidad, ahí van. Mi primera opción es el Keychron K2, un teclado compacto inalámbrico de 84 teclas y con interruptores Gateron G Pro. Tiene una pinta estupenda y un precio razonable (entre 150 y 165 euros). También me gusta el Taurus K320 de Durgod. Es un teclado TKL con cable de 87 teclas, con interruptores Cherry MX, un acabado bastante cuidado y un precio razonable (oscila en tornos a los 125 euros).
Estos dos teclados ya los he probado brevemente, y me gustan. Me parecen alternativas muy sólidas a mi K63, pero también barajo más opciones. Otro teclado que me gusta mucho es el Ducky One 3 Classic Daybreak en formato 65%. Tiene interruptores Brown MX, es de tipo hotswap y las teclas están fabricadas en plástico PBT de doble inyección (que habitualmente tiene más calidad que el ABS). Además, tiene otro punto a su favor: la distribución del teclado es ISO en español. Cuesta 159,90 euros.
Otro que me gusta mucho es el Keychron Q10 en formato 75%. Me llaman la atención su diseño, su ergonomía, y, sobre todo, su construcción. Y es que su cuerpo de aluminio provoca que roce los 2,5 kg de peso. Está disponible con interruptores Gateron G Pro Brown y Red. Su principal hándicap es su precio: cuesta entre 205 y 229,90 euros. He dejado mi opción más peculiar para el final. Curiosamente este último no es un teclado mecánico. El Happy Hacking Keyboard Professional Classic incorpora switches Topre, que son unos interruptores capacitivos electrostáticos, y derrocha personalidad.
Tiene un diseño muy original que lo hace extraordinariamente compacto y es muy apreciado por algunos programadores y escritores. Pinta muy bien, pero no es nada barato (cuesta unos 245 euros). No obstante, es tan peculiar que no pienso hacerme con él si no tengo previamente la oportunidad de probarlo. Por supuesto, agradezco sugerencias en los comentarios de este artículo.
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La noticia
Me he pasado a los teclados mecánicos y ya no hay vuelta atrás: ahora entiendo a sus entusiastas
fue publicada originalmente en
Xataka
por
Juan Carlos López
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