La nueva normativa de VTC en Barcelona no gusta a nadie. Taxistas cabreados, realidades paralelas y Uber y Cabify a lo suyo
Ha vuelto el lío del taxi contra las VTC en Barcelona. El 1 de enero entró en vigor la nueva normativa catalana que regula las VTC y que obliga a estas empresas a disponer de una autorización urbana para poder prestar servicio en las ciudades.
Desde el sector del taxi llevan cuatro días criticando que muchas VTC no están cumpliendo la nueva normativa: denuncian que están aún operando sin haber obtenido la autorización y que la administración no lo está controlando y, por tanto, permitiendo. Y ya se atisban nuevas movilizaciones.
Hablamos con todas las partes implicadas para conocer esta realidad un poco más de cerca. El problema es que hay muchas realidades según a quién preguntes. Los lodos siguen muy presentes.
¿Qué dice la normativa? A vueltas con las licencias para prestar servicio en ciudad
Con el fin del “decreto Ábalos”, que dejaba en manos de los gobiernos autonómicos la regulación de las VTC, las comunidades han redactado sus normativas para legislar su actividad.
El punto clave de las nuevas regulaciones: definir cómo pueden las VTC seguir prestando servicio en las zonas urbanas. La de Cataluña se recoge en el Decreto Ley 1/7/2022 y es una de las más restrictivas.
El principal foco del conflicto lo encontramos en Barcelona, donde más operan estas empresas y los taxis. Con el problema añadido de que se aplica a toda el Área Metropolitana de Barcelona (AMB), que comprende la Ciudad Condal y varios municipios de su periferia.
Esta regulación autonómica exige que, para obtener esa licencia urbana, se deben cumplir una serie de requisitos:
- Ser titular de una autorización de VTC domiciliada en Cataluña, con un vehículo que se haya adscrito durante al menos el último año.
- Disponer de un seguro que cubra hasta 50 millones de euros la responsabilidad civil por daños que puedan sufrir los viajeros.
- Los conductores deben estar en posesión del permiso de conducción de la clase B o superior con al menos dos años de antigüedad.
- La longitud mínima de los vehículos VTC debe ser de 4,90 metros.
- En el caso de vehículos nuevos, sólo se admitirán con los distintivos CERO y ECO.
Los que no cumplan TODOS estos requisitos, no podrían obtener la licencia urbana y prestar servicio en las ciudades. Y en todo caso nunca pueden captar clientes a pie de calle, si no mediante servicios de precontratación y con un mínimo de 15 minutos entre la contratación y la prestación del servicio.
¿Cuándo ha entrado esta normativa en vigor? A efectos, el 1 de enero de 2023. Se dio una moratoria de tres meses para que las VTC se pudieran adaptar a la nueva normativa.
O más concretamente para que la Administración tramitase las licencias urbanas solicitadas: puesto que las VTC debían presentar toda la documentación necesaria para solicitarlas como tarde el 30 de septiembre de 2022. Aunque si no se ha respondido a la misma, siempre se contempla como negativa, tal y como se recoge en el decreto ley.
¿Quién ha de vigilar que se cumpla la normativa? El Instituto Metropolitano del Taxi (IMET), organismo dependiente de la AMB. Y lo hacen a través de los cuerpos de seguridad: Mossos d’Esquadra, la Guardia Urbana y las policías locales.
Lo que dice el sector del taxi de Barcelona
Desde asociaciones como Élite Taxi Barcelona aseguran que, entrada la normativa en vigor, hay coches y vehículos VTC que siguen prestando servicio en el Área Metropolitana de Barcelona sin que se les haya concedido la licencia urbana.
“Están desafiando a la Administración e incumpliendo la Ley”, nos detalla Alberto Álvarez, más conocido como Tito Álvarez y portavoz de esta asociación.
¿Cómo lo saben? Nos explican que fuentes de la AMB y de la Administración les habrían trasladado que, durante el periodo de gracia, se han habilitado solo cerca de 600 licencias urbanas, siendo un número aproximado.
De los mismos algunos no cumplen con los coches de mínimo de 4,90 m de largo para obtenerla, pero han conseguido la licencia demostrando que ya han comprado nuevos coches y están a la espera de la entrega. Se entiende que aquí no se incluye la solución que adoptó Bolt.
Sea como fuere quien tiene que controlar que se cumpla la normativa es el IMET a través de la policía autonómica y local. Y desde el sector del taxi denuncian que no se está haciendo. Al menos, en estos primeros días.
Sr @Albert_Batlle_B desde hoy tenemos más de 1500 vehículos de @cabify @Uber y @boltapp operando ilegalmente en el #AMB.
Por el bien de nuestra ciudad no pueden dejar que se rían de nuestras instituciones, es hora de ser implacable y evitar males mayores.
¡¡¡BASTA YA!!! pic.twitter.com/CRmZBcM77Y
— Elite Taxi Barcelona (@Elite_TaxiBcn) January 1, 2023
¿Nuevas movilizaciones? De momento, mañana 5 de enero a las 10:00 en la estación de Sants, hay convocada una asamblea para decidir qué medidas de protesta se llevan acabo por este incumplimiento por parte de las VTC y la inacción de la administración.
Precisamente en este comunicado se señala que se organiza este encuentro porque se ha comprobado en Sants que “desde el Ayuntamiento y la Generalitat, no se ha dado orden a la Guardia Urbana y los Mossos, que se de cumplimiento al nuevo decreto que regula las VTC’s”. Durante el mismo, los taxistas no prestarán servicio.
Los que incumplen sobre todo son las grandes empresas. Álvarez también asegura que, de esas 600 licencias urbanas concedidas, la mayoría son a pequeñas empresas VTC, a las que señalan como “empresas tradicionales VTC”.
Asevera que grandes operadores como Cabify, Bolt o Uber son las que más lo están incumpliendo al seguir prestando servicio sin haberles sido concedida la licencia. Estiman que unos 1.500 vehículos de estas empresas están operando ilegalmente.
Lo que dicen las VTC
Entonces, ¿están realmente las VTC prestando servicio incumpliendo la nueva regulación? Porque llama la atención que así sea teniendo en cuenta lo elevadas que son las multas por incumplirla: hasta 6.000 euros por trabajar sin autorización. Es decir, sin licencia urbana.
Tras hablar con varias empresas y operadoras, nos han dicho lo siguiente.
Cabify asegura que su flota opera cumpliendo la regulación. Desde la empresa española nos trasladan que “siempre han operado y siguen operando acorde a las regulaciones establecidas por las autonomías”, lo que incluye Barcelona y toda su área metropolitana.
Cuando les preguntamos si siguen prestando servicio en la AMB, nos dicen que sí. Y cuando les cuestionamos por cómo ha afectado la nueva regulación catalana a Cabify, nos señalan que “no pueden hacer comentarios”. Tampoco nos trasladan qué flota actual (número de coches) de Cabify opera en Barcelona.
Además, Cabify se ha topado con el problema de que muchos de sus coches no cumplen con la exigida longitud mínima de 4,90 m. Al preguntarles sobre ello, nos dicen que se han sujeto a un periodo transitorio para renovar la flota como permite la actual regulación.
Pequeñas empresas. Para pequeños operadores como Like Drivers, la realidad es bien distinta a lo que dice el sector del taxi. Andriy, dueño de esta compañía y autónomo, nos asegura que “solo se han validado 300 licencias urbanas y no 600”.
Y también nos detalla que precisamente son los autónomos y pequeñas compañías las que menos han recibido estas licencias urbanas. “Casi nadie ha recibido la autorización”, asegura, y que la mayoría se las han llevado las grandes compañías como Cabify o Uber. De hecho, a él se le denegó la autorización urbana para uno de los vehículos. Su flota es pequeña, solo cuenta con dos coches.
Por otro lado, Germán, CEO de Zone Transfers, una plataforma más grande y que opera a nivel nacional tanto con VTCs como con taxis, estima que la nueva normativa “no tiene sentido: si se ha expedido la licencia en Barcelona, cómo no se va a poder trabajar en ciudad”.
Germán considera que VTCs y taxis deberían coexistir, pero que el sector del taxi no quiere aceptar esta realidad. Y que en todo caso, esto perjudica al usuario, que debe tener libertad para escoger. En su opinión el sector del taxi está faltando a la verdad, pues considera que son pocas las VTC que están incumpliendo la normativa.
También critica que el problema es que en cada región hay una regulación diferente y no homogénea y que solo en España se dan casos como este.
Desde luego, y ante la tesitura actual, que el Gobierno dejara en manos de las autonomías las regulaciones de las VTC sigue trayendo cola más de cuatro años después.
Una normativa en vigor, que podría caer
Lo que es evidente es que hay una nueva normativa aprobada y en vigor que, de momento, ha de cumplirse. Y que son las autoridades las que deben controlar los incumplimientos. Pero también que las realidades son múltiples.
El sector del taxi ha puesto el grito en el cielo desde el minuto uno, dando escaso margen a los controles que deberían estar activos. Veremos si la situación cambia en los próximos días y semanas.
Y, si a efectos, han dejado de “valer” miles de licencias para prestar servicio en ciudad, ¿qué pasa con los trabajadores? Pues Élite Taxi propone que se pasen al taxi para cubrir los dobles turnos, que precisan un 20 % de los coches según nos señalan. Estiman que se necesitan entre 1.000 y 1.500 conductores. “Nosotros no estamos contra el trabajador”, puntualiza Álvarez.
Por otro lado, la justicia europea podría señalar como ilegal la regulación catalana o incluso la general y anterior recogida en el “decreto Ábalos”.
El abogado general del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE), Maciej Szpunar, ha determinado hace unos días que la regla 1/30 viola la libertad de establecimiento. Además de que también podrían ser ilegales las exigencias de la nueva normativa catalana.
Entre ellas, precisamente que se obligue a contar con una segunda licencia urbana para operar en ciudad cuando ya se dispone de una primera licencia concedida previamente.
Este informe no es vinculante y la sentencia aún tardará meses en llegar, pero la sombra del conflicto vuelve a estar sobre la mesa. Al menos en Cataluña y en el epicentro del conflicto, Barcelona, donde más operan taxis y VTC.
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La noticia
La nueva normativa de VTC en Barcelona no gusta a nadie. Taxistas cabreados, realidades paralelas y Uber y Cabify a lo suyo
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Motorpasión
por
Alejandra Otero
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