De Nürburgring a la Isla de Man: siete carreteras de Europa que todo petrolhead disfrutará conduciendo
En el mundo hay cientos de carreteras donde conducir es un auténtico placer. Algunas de ellas se encuentran en España y son ideales para perderse con el coche. Las curvas y el paisaje son los ingredientes perfectos para pasar un buen rato al volante.
Pero el plan puede mejorar cuando las carreteras se encuentran en un lugar especial para los amantes del automovilismo. En Europa se concentran varios de ellos, probablemente los más especiales del mundo y todos se pueden visitar con coche propio en casi cualquier época del año.
Si estás pensando en hacer un viaje en coche o moto por nuestro continente y eres un nostálgico de las carreras, estos lugares mágicos no te defraudarán. Y tampoco será difícil visitarlos porque están abiertos al público.
Principado de Mónaco
En pleno centro de Montecarlo, en el Principado de Mónaco, tiene lugar todos los años el Gran Premio de Mónaco de Fórmula 1, uno de los más especiales del calendario. El primer Gran Premio tuvo lugar en 1929 y es imprescindible en el calendario de Fórmula 1 desde 1950, aunque no se disputó en 1953, 1954 y 2020.
El trazado recorre las calles de Mónaco, por lo que se trata de un circuito urbano, el más famoso de este tipo que existe en el mundo. Además, no es una pista fija, sino que en cada Gran Premio se cierran las calles al tráfico y se coloca toda la infraestructura necesaria, como las gradas y las barreras protectoras.
Esta característica permite recorrerlo cualquier día del año, salvo en los que tiene lugar el Gran Premio, que siempre coincide con el último fin de semana de mayo.
Gracias a ello, es posible visitar sus curvas emblemáticas, como Mirabeau, Tabac, La Rascasse o Sainte Devote, pero también se puede pasar en coche por el famoso túnel. Fuera de la ciudad, en las montañas de alrededor se puede disfrutar de los tramos del también mítico Rally de Montecarlo.
Nürburgring
Si el circuito de Mónaco es histórico, el de Nürburgring lo es todavía más. Se inauguró en junio de 1927 y está situado alrededor del pueblo de Nürburg, en Alemania. A lo largo de sus casi 100 años de historia se ha utilizado para llevar a cabo el desarrollo de miles de coches nuevos, pero también para todo tipo de competiciones.
Actualmente, su trazado de 20,8 km (conocido como Nürburgring viejo) sigue albergando carreras, como las 24 Horas de Nürburgring. En cambio, la Fórmula 1 se disputa en la pista nueva, de 5,2 km, puesto que la original es demasiado peligroso para estos coches, como demostró el accidente de Niki Lauda en 1976.
Técnicamente, Nürburgring es un tramo de autovía alemana más y solo hace falta pagar un peaje para entrar en la pista. Por eso, la mayor parte del año hay trackdays en los que se puede disfrutar de sus curvas en coche o moto a través de los llamados Tourist Drives. Por culpa del frío, en invierno se suele cerrar la pista al público, de la misma forma que cuando hay eventos.
Toscana
Entre 1927 y 1957 tuvieron lugar 25 ediciones de la Mille Miglia, una carrera de resistencia que se disputaba en carreteras abiertas al tráfico de Italia. El objetivo era ir desde Brescia hasta Roma lo más rápido posible y volver a Brescia, donde estaba la meta.
Los coches atravesaban pueblos y circulaban a toda velocidad a escasos metros de las casas, por lo que se trataba de una prueba muy peligrosa para el público y los pilotos, sobre todo en los años 50, cuando los coches ya eran muy rápidos.
El récord lo consiguió Stirling Moss al volante de su Mercedes-Benz 300 SLR en 1955, cuando completó las 992 millas de la carrera en 10 horas, 7 minutos y 48 segundos.
Por desgracia, el español Alfonso de Portago tuvo un accidente fatal con su Ferrari 335 S en 1957. No sólo fallecieron él y su copiloto Edmund Nelson, también perdieron la vida diez espectadores y supuso el punto y final a la prueba. Desde entonces, solo se celebra la Mille Miglia histórica, pero es más una exhibición de clásicos que una carrera,
Quien tenga la suerte de participar en la Mille Miglia histórica puede disfrutar del trazado original en uno de los coches que se utilizaron en algunas de sus ediciones. El que no tenga esa posibilidad, puede recorrer las 992 millas con cualquier otro vehículo mientras disfruta del paisaje de Italia.
Sicilia
Otra opción para disfrutar al volante de las carreteras italianas es recorrer el trazado de la Targa Florio, en la isla de Sicilia. Esta carrera se disputó por primera vez en 1906 y su última edición tuvo lugar en 1977, cuando se transformó en el Rally Targa Fiorio que se celebra todos los años.
La carrera original también se disputaba en carretera abierta y cruzando los pueblos de los montes Madonia, en la provincia de Palermo. Su recorrido original tenía 446 kilómetros y cualquier puede conducir su coche por las mismas carreteras, eso sí, respetando los límites de velocidad y a un ritmo más relejado del que llevaron pilotos de la talla de Varzi, Nuvolari o Sturling Moss.
Le Mans
En mayo de 1923 se celebraron por primera vez las 24 Horas de Le Mans, una prueba de resistencia que el año que viene celebrará su centenario. La carrera tiene lugar en el circuito de La Sarthe, en Francia, un trazado de 13,6 km que utiliza secciones de carretera que permanecen abiertas al público el resto del año.
Gracias a ello, se puede conducir por la pista de la Sarthe y algunas de sus míticas secciones, como la Recta Mulsanne o la curva Arnage. Es difícil circular por un sitio tan histórico para el automovilismo cualquier día del año y sin ningún tipo de restricción, más allá de las normas de tráfico francesas.
Reims
Sin salir de Francia, los aficionados a las carreras de coches pueden pasar por lo que fue el circuito semipermanente de Reims-Gueux, muy cerca de la ciudad de Reims, al sur del país galo. Durante décadas albergó el Gran Premio de Francia de automovilismo, concretamente entre 1932 y 1966. A
El trazado original tenía 7,3 km y unía las localidades de Thillois y Gueux por las carreteras RN31, CD26 y CD27. Esa pista se modificó en 1952 para dejar de pasar por Gueux y ampliar su extensión hasta los 8,3 km. Fue un circuito tan rápido que hubo que demoler casas y talar árboles para garantizar las escapatorias.
El último GP de Francia de Fórmula 1 que se disputó en Reims tuvo lugar en 1966 y lo ganó Lorenzo Bandini con su Ferrari. La F2 y F3 siguieron corriendo allí hasta 1969 y el circuito pasó a mejor vida en 1972. También corrieron motos en él.
Ahora se mantiene en pie casi todo el trazado y se puede visitar porque son carreteras públicas, incluso siguen intactos el pit lane y la recta de meta que atraviesa una carretera pública, donde se pueden ver parte de las gradas e incluso publicidad de la época. Pero cuidado, desde hace poco está prohíbido parar a hacerse fotos en esta zona.
Isla de Man
Los aficionados a las carreteras de motos conocen bien la Isla de Man por el Tourist Trophy, más conocido como el TT de la Isla de Man. Es una competición que se celebra desde 1907 por las carreteras de la isla británica, situada entre Irlanda e Inglaterra.
En esta contrarreloj han perdido la vida 265 pilotos, por lo que está considerada como una de las competiciones más peligrosas de todos los tiempos.
También se llegaron a disputar carreras de coches en los primeros años del siglo XX, aunque el Tourist Trophy es famoso por las motos. El recorrido tiene 60,7 km y trascurre por carreteras abiertas al tráfico el resto del año, por lo que se puede completar en coche. Además, en la Isla de Man solo hay límites de velocidad en los tramos urbanos, por lo que se puede exprimir a fondo el coche en la carretera.
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La noticia
De Nürburgring a la Isla de Man: siete carreteras de Europa que todo petrolhead disfrutará conduciendo
fue publicada originalmente en
Motorpasión
por
Álvaro Ruiz
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