Tenemos un nuevo récord de transferencia de datos, y es bestial: nada menos que 1,84 petabits por segundo

Tenemos un nuevo récord de transferencia de datos, y es bestial: nada menos que 1,84 petabits por segundo

A Japón le ha durado poco el récord. A principios del pasado mes de junio el Instituto Nacional de Tecnologías de la Información y la Comunicación (NICT) de Japón anunció que sus ingenieros habían conseguido transmitir información a través de un enlace de fibra óptica con una velocidad de transferencia de nada menos que 1,02 petabits por segundo. Es una auténtica barbaridad.

Los anteriores hitos alcanzados en este ámbito pueden ayudarnos a poner en contexto esta cifra. En 2020 los técnicos de NICT alcanzaron la en aquel momento impresionante velocidad de transferencia de 178 Tbps, y a principios de 2022 contabilizaron 319 Tbps. Sorprendentemente pocos meses después batieron su propio récord alcanzando los 1,02 petabits por segundo que he mencionado en el párrafo anterior, pero acaban de ser destronados. Y, además, su marca ha sido batida con mucha contundencia.

Esta es la proeza: 1,84 petabits/s enviados a 7,9 km

Esta vez los responsables de este logro no son los ingenieros de NICT; lo son los investigadores de la Universidad Técnica de Dinamarca en Copenhague. Y el auténtico protagonista de esta hazaña es el procesador fotónico al que han recurrido para lidiar con esa apabullante cantidad de información. Ningún ordenador convencional equipado con uno o varios microprocesadores tradicionales tiene la potencia necesaria para procesar y transmitir ese volumen de datos. Ni siquiera varios ordenadores coordinados y trabajando al unísono la tienen.

De hecho, estos científicos daneses han tenido que tirar de ingenio para poder sacar adelante su experimento. En este artículo no vamos a profundizar en la complejidad técnica de este hito (si queréis conocer su experimento con todo detalle podéis echar un vistazo al texto científico que han publicado en Nature Photonics), pero merece la pena que nos detengamos un momento para echar un vistazo a la estrategia que han ideado para llevar esta prueba a buen puerto.

Para poder administrar ese ingente volumen de información han dividido los datos en 37 líneas diferentes

Para poder administrar ese ingente volumen de información han dividido los datos en 37 líneas diferentes con el propósito de que cada una de ellas fuese transmitida por un hilo óptico distinto de un único cable de fibra óptica. Esto es muy importante debido a que una de las características más relevantes de este experimento consiste en que estos técnicos han empleado un cable de fibra óptica convencional idéntico a los usados actualmente por los proveedores de servicios de telecomunicaciones.

Transmisionoptica

Este esquema describe la arquitectura de la infraestructura masivamente paralelizada que ha sido necesario poner a punto para hacer posible la transferencia de este descomunal volumen de información.

No obstante, la estrategia “divide y vencerás” no acaba aquí. Y es que cada una de esas 37 líneas fue dividida en 223 fragmentos (chunks), de modo que cada uno de ellos estaba asignado a una porción concreta del espectro óptico. Parece complicado, y lo es, pero podemos verlo como una argucia que persigue dividir la información en varios fragmentos con el propósito de que pueda ser procesada, codificada, enviada, recibida y verificada correctamente. Al fin y al cabo es más fácil lidiar con varios paquetes de información relativamente manejables que hacerlo con uno gigantesco e inmanejable.

Sea como sea, se salieron con la suya. Tal y como explican en su artículo, su experimento funcionó correctamente y lograron transmitir 1,84 petabits por segundo de información a una distancia de 7,9 km. Para poner esta cifra en contexto e intuir con cierta precisión su magnitud podemos tener en cuenta que el tráfico promedio que se mueve en toda internet en un instante determinado asciende a 1 petabit por segundo. Este volumen de datos no deja de crecer, pero gracias a innovaciones como la que han desarrollado estos investigadores podemos encarar el futuro de las telecomunicaciones con optimismo.

Imágenes: Guillaume Meurice | Nature Photonics

Más información: Nature Photonics


La noticia

Tenemos un nuevo récord de transferencia de datos, y es bestial: nada menos que 1,84 petabits por segundo

fue publicada originalmente en

Xataka

por
Juan Carlos López

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