John Deere ha imaginado el campo en 2030 y es autónomo: así planea sus tractores del futuro
No muchas compañías pueden presumir del periplo de John Deere, el gigante de la maquinaria agraria que se ha hecho famoso gracias a sus tractores pintados con chillones tonalidades amarillas y verdes. Cuando se sembró el germen de lo que hoy es una multinacional conocida en medio globo —y al otro probablemente le suene—, hace más de 180 años, faltaban aún varias décadas para que Karl F. Benz probara su vehículo de combustión interna. Por entonces se dedicaba a fabricar arados. Hoy aspira a convertirse en una de las grandes firmas de inteligencia artificial y robótica.
Y, de paso, repensar el propio sector agrícola, uno en el que hay más maquinaria puntera y los granjeros pueden manejarla desde fuera de los campos con ayuda de la tecnología.
Objetivo: 2030. Ese es el ambicioso horizonte con el que trabaja la compañía estadounidense. Como señalan la CNBC o NPR, Deere aspira a disponer de un sistema de agricultura totalmente autónomo aplicable a los cultivos en hilera para el próximo cambio de década, extendiendo el modelo entre su oferta de equipos. Camino tiene avanzado. En enero, durante el Consumer Electronics Show (CES) de Las Vegas, presentó un kit que da un paso más hacia el funcionamiento autónomo de los tractores al permitir a los operarios manejarlo desde cualquier lugar con su smartphone.
Gracias a cámaras, una app y un sistema de inteligencia artificial y aprendizaje automático, el tractor puede funcionar sin ayuda por los itinerarios que se le han marcado. Si detecta incidencias, como un obstáculo fijo, es cuando envía un aviso al granjero. Durante el CES 2022, Deere presentó un tractor 8R capaz de trabajar con IA sin necesidad de llevar a un granjero detrás del volante.
Más allá de los tractores. Aunque los tractores autónomos son probablemente la pieza más conocida de su catálogo, no representan la única que compone el futuro de la agricultura trazado por Deere. La multinacional ha desarrollado sistemas de guiado automático y “agricultura de precisión”, que permiten ganar eficiencia, reducir costes y administrar datos en cualquier momento y lugar con un sistema basado en la nube. Sus técnicos han creado incluso pulverizadores capaces de distinguir entre las malas hierbas y cultivos. La filosofía está muy clara: “Hacer más con menos”.
Un futuro con hardware… y software. En el futuro de la agricultura que traza la compañía no solo cambian los campos y su explotación; lo hace también el propio negocio que rodea a la maquinaria. Deere ha puesto ya los ojos en un nicho de negocio interesante: la comercialización de software. Para finales de esta misma década —señalaba hace poco The Wall Street Journal— la compañía espera que las tarifas por su aprovechamiento generen cerca del 10% de sus ingresos.
La idea pasaría por vender suscripciones para operar una maquinaria cada vez más sofisticada, inteligente y que abre una atractiva vía de facturación. Aunque la venta y sobre todo la reparación de maquinaria suponen un negocio jugoso, el margen de ganancias que deja el software es tentador: un 85% frente al 25% de la venta de equipamiento, según Bernstein. Para 2026 la multinacional espera tener conectadas cerca de 1,5 millones de máquinas y 500 millones de acres —equivalente a algo más de 202 millones de hectáreas— de cultivo a su Centro de Operaciones basado en la nube.
Una estrategia que viene de lejos. La apuesta no es nueva, ni improvisada. Deere lleva casi dos décadas invirtiendo en el desarrollo de tecnología, automatización, análisis de datos, IoT o guiado por GPS y no ha dudado en captar talento externo. En 2017 compró por 305 millones de dólares la firma Blue River Technology y en 2021 adquirió Bear Flag Robotics a cambio de 250 millones.
Los de Illinois —recuerda la CNBC— han creado también una empresa con GUSS Automation y se ha hecho con patentes de la startup Light. Gracias a esa política de inversiones ha podido mejorar, entre otras cosas, sus pulverizadores o avanzar hacia la maquinaria autónoma y semiautónoma.
Un camino por el que no avanza solo. John Deere destaca por su peso en el mercado de la maquinaria agrícola de EEUU, pero no es el único empeñado en modernizar el campo. En el camino hacia la automatización y la mejora del rendimiento han avanzado también AGCO o Case IH. No falta también quien anima a tomarse los avances y anuncios con cautela, como Spethen Vollkmann, de la firma Jefferies, quien recuerda que la flota actual de tractores autónomos es aún limitada y el horizonte de 2030 supone “una eternidad” si se plantea en términos de Wall Street.
Los planes de Deere, quien defiende que contribuye a la eficiencia de las explotaciones, deja tiempo libre al agricultor para otras tareas y permite paliar la escasez de mano de obra en el rural, también despiertan recelos. A lo largo de los últimos años se han registrado quejas por la limitada capacidad que deja a los agricultores para reparar la maquinaria, lo que ha llevado incluso a hackeos.
Imagen de portada: John Deere
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John Deere ha imaginado el campo en 2030 y es autónomo: así planea sus tractores del futuro
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Xataka
por
Carlos Prego
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