Estamos en 2022 y sigo jugando a ‘Pokémon GO’ día sí y día también. Estos son los motivos
6 de julio de 2016. Es posible que la fecha no te diga nada así, sin más, pero si te digo que fue el día exacto en que se lanzó ‘Pokémon GO’, seguramente te encaje. Esta fecha, además, tiene otra cosa, y es el día que el que escribe empezó a jugar a este juego. Desde entonces, y sabiendo que tuve un parón de algunos años, he recorrido 1.814 kilómetros, atrapado 5.584 Pokémon y visitado 3.068 Poképaradas. Desde 2021, de hecho, no he parado de jugar.
‘Pokémon GO’ es el único juego móvil que se ha mantenido instalado en mi dispositivo durante más de un par de meses. No lo tengo siempre abierto y accedo a él de forma intermitente durante el día, pero siempre lo tengo presente. Y ayer, durante el programa que hacemos todos los días en Twitch, hablando con mi compañero Mario caí en la cuenta: estamos en 2022 y, para mi sorpresa, sigo jugando a ‘Pokémon GO’. ¿Cómo es posible?
Un juego relativamente pasivo en el que siempre hay algo que hacer
Lo primero, y antes del típico “¿pero de verdad se sigue jugando a ese juego?”, cabe decir que ‘Pokémon GO’ está muy, pero que muy vivo. De hecho, en sus seis años de vida ha generado 6.000 millones de dólares en ingresos (a una media de 1.000 millones por año, vaya) y no ha dejado de evolucionar. De hecho, no hay un solo juego en su categoría que le haga frente, y no será por opciones.
Desde su lanzamiento, ‘Pokémon GO’ ha evolucionado muchísimo. No me voy a poner a repasar todos los cambios porque estaríamos aquí horas, pero basta decir que durante 2020 se adaptó a la pandemia y a la cuarentena con opciones para jugar desde casa y que ahora se ha actualizado para invitarte a salir de casa al menos 15 minutos con un incienso diario. Siempre está cambiando.
La comunidad sigue siendo activa, incluso en una ciudad pequeña como Córdoba, donde se sigue viendo gente peleando en los gimnasios, sentados en las plazas haciendo una incursión con amigos o capturando un Pokémon por la calle. No es la locura que fue el verano de 2016, pero oye, ahí está esa comunidad fiel de jugadores.
Por supuesto, ‘Pokémon GO’ ha ido añadiendo más criaturas a las que capturar. ¿Recuerdas cuando estaban los 150 Pokémon de la primera generación? Pues ahora hay 905 Pokémon, a los que hay que sumar los shinys/multicolor, las formas de Alola y Hisui y las diferentes versiones de un mismo Pokémon, como Deoxys.
Eso está bien, porque siempre tienes objetivos. Además, muchos de estos nuevos Pokémon más “exóticos” sale de los huevos de dos, cinco, siete, diez y 12 kilómetros, lo que te obliga de alguna forma a andar. Afortunadamente, Sincroaventura sigue funcionando como un tiro y ayuda a hacerlo sin tener que tener el juego abierto.
Todo esto se acompaña de un sistema de misiones diarias, eventos temporales continuos, misiones a largo plazo (las del profesor Willow y otros personajes que van a apareciendo)… Mi sensación es que, sin tener la necesidad de abrir el juego todo el rato, siempre tengo algo que hacer. Puedo jugar de forma pasiva, capturando algún Pokémon de vez en cuando, o puedo dedicarle tiempo y salir a dar un paseo y, además de dar un paseo, jugar a objetivos: tirar un gimnasio, hacer una incursión que me interese, etc. Los combate, sin embargo, no me terminan de convencer.
Antes pasaba más de los gimnasios, pero en los últimos meses me he volcado más en esta faceta competitiva del juego. ¿Por qué? Porque los gimnasios son la única forma que da el juego para conseguir monedas. Estas monedas se pueden cambiar por espacio para la mochila, por almacenaje para Pokémon y, entre otras cosas, por los pases de incursión remota, que son los que me interesan.
Y es que hay páginas dedicadas a las incursiones remotas. Tú llegas a un gimnasio con una incursión de un Pokémon legendario que tú solo no vas a tirar ni de broma, pones la incursión en esa web, la gente te agrega como amigo y los invitas a que se unan con un pase remoto. De esa forma, puedes conseguir Pokémon que, en otro contexto, te sería muy difícil o casi imposible.
A los gimnasios les sigo viendo un problema, y es que la ganancia de monedas está limitada a 50 monedas, da igual el tiempo que pase el Pokémon en el gimnasio. A partir de las ocho horas y 20 minutos (sí, es lo que tardas en conseguir 50 monedas y sí, lo tengo calculado), te da lo mismo que el Pokémon pase ese tiempo o dos semanas: vas a ganar las mismas monedas.
Sea como fuere, lo cierto es que ‘Pokémon GO’ ha conseguido cautivarme como no lo ha hecho prácticamente ningún juego. Quizá sea la nostalgia de la infancia, puede ser, pero ahí sigo, jugando día sí y día también, hay que sea solo para hacer las misiones diarias cuando no tengo tiempo. Y al ritmo al que salen juegos de Pokémon, me atrevería a decir que ‘Pokémon GO’ no va a acabarse en el corto plazo.
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La noticia
Estamos en 2022 y sigo jugando a ‘Pokémon GO’ día sí y día también. Estos son los motivos
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Xataka
por
Jose García
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