Probamos el nuevo Opel Astra: diseño rotundo para un compacto muy digital que hasta te da masajes

El Opel Astra ya escribe su sexta generación y, tras conocer sus ingredientes el año pasado, ya lo hemos conducido en una primera prueba de contacto catando tres de sus cuatro mecánicas.

Sigue la misma estrategia que el Peugeot 308, su primo hermano y con el que comparte plataforma (la EMP2). Su gama mecánica por tanto se articula en opciones térmicas gasolina y diésel, de hasta 130 C, e híbridas enchufables de etiqueta CERO.

Acaba de llegar a España tras la apertura de pedidos en octubre. De momento, solo ofrece la opción PHEV de 180 CV, pero en noviembre de este 2022 sumará la más potente de 225 CV que ya ofrece el 308. Y aunque en este lanzamiento solo está disponible en variante de cinco puertas, pronto se sumará la familiar Sports Tourer.

Además, también contará con una opción completamente eléctrica, que está previsto que llegue el año que viene y que irá dotada de la clásica mecánica de Stellantis de 136 CV (la misma que equipan el Opel Corsa-e o los Peugeot e-208 y e-2008).

Diseñado, desarrollado y producido en Alemania (en la planta de Rüsselsheim donde la marca tiene su sede), pero aprovechando la sinergias de Stellantis, Opel sigue apostando por el segmento compacto, que aún sobrevive en Europa al envite de los SUV.

Un Astra atractivo y con uno de los maleteros más grandes de su segmento

Ya lo habíamos visto en fotos, pero lo cierto es que el nuevo Opel Astra no pierde ni un ápice de personalidad y atractivo en directo. Opel ha hecho un buen trabajo en términos de diseño con este Astra, que entra muy bien por los ojos como ocurre con el Peugeot 308.

El frontal es lo más llamativo, dominando la parrilla Opel Vizor, nuevo santo y seña de la firma, y con un capó con ciertas reminiscencias al renacido y retro Opel Manta. El nervio que divide el capó le sienta muy bien, así como las afiladas ópticas tanto delante como detrás.

Por su parte, la zaga se configura por una escueta luna trasera coronada por un ancho alerón de techo, en combinación con los paragolpes traseros que suman músculo.

Muy fiel en dimensiones al segmento de los compactos, el Opel Astra es ligeramente más largo que su predecesor (+5,1 cm), pero algo más bajo (-1,5 cm). Así, ofrece una imagen algo más deportiva pero sin apenas restar habitabilidad. La batalla es casi calcada, pues apenas crece 1,3 mm.

Las filas traseras son bastante amplias, incluso para personas altas, que no darán con las piernas en el respaldo de los asientos delanteros si no se encuentran completamente retrasados. Como es habitual en los compactos, dos ocupantes traseros viajarán con comodidad, pero no tanto tres.

El espacio para las cabezas también es holgado, gracias a que la línea del techo cae desde el pilar C. Además, los asientos traseros son suficientemente cómodos no siendo el respaldo excesivamente inclinado.

En cuanto al maletero, de 422 litros, es uno de los más generosos de su categoría, siendo superior al del SEAT León o el Volkswagen Golf (380 litros), al del Ford Focus (375 litros), al del Renault Mégane (384 litros), al del Toyota Corolla (361 litros), al del Hyundai i30 (395 litros) e incluso al del Peugeot 308 (412 litros). Solo le supera el del Skoda Scala: 467 litros.

Eso sí, en la variante híbrida enchufable pierde capacidad, como es habitual, pasando a los 352 litros lo que supone 70 litros menos, debido a la ubicación de la batería. A efectos lo que hace es perder el doble fondo respecto a los térmicos, siendo cerca de unos 10 cm menos profundo.

En todo caso, la anchura es la misma para todas las versiones, que se combina con una boca amplia que supera el metro de ancho. Y la altura es perfecta para cargarlo.

El Opel Astra 2022 presume de hasta 30 litros de almacenamiento en el interior, gracias a los anchos bolsillos de las puertas o al cofre en el túnel central bajo el posabrazos, que es notablemente profundo compensando que es bastante cuadrado.

Igualmente dispone de un espacioso vano para dejar terminales móviles bajo la consola (que según variante dispone de carga inalámbrica) y suma dos posavasos centrales que quedan ocultos por una persiana.

En definitiva hablamos de un compacto que, como los de su categoría, presume de buena polivalencia en funcionalidad tanto para trayectos urbanos como para viajes largos.

Aunque la carrocería familiar Sports Tourer, que llegará más adelante, será mejor opción en este aspecto en cuanto a capacidad de carga.

Al volante del nuevo Opel Astra

El puesto de conducción de la nueva entrega del Opel Astra es muy cómodo gracias a los asientos AGR, que son de serie en cualquiera de las versiones desde su segundo acabado. Recogen muy bien la zona lumbar y en general toda la espalda, siendo tan ergonómicos como prometen sobre el papel y apuntando a ser buenos compañeros en los viajes largos.

La palanca de cambios desaparece, que queda sustituida por un escueto selector que, pese a ser pequeño, es cómodo de accionar. No lo es tanto el botón con el que cambiamos de modo de conducción, que es un poco incómodo por postura y accionamiento.

Opel presume de no renunciar a los mandos físicos para aquellas funciones más habituales, por ejemplo la climatización, que se maneja al completo desde los botones bajo el display multimedia. Lo que se agradece, ya que no hay que estar navegando por  menús desde la pantalla multimedia.

En este panel también encontramos los mandos que activan la ventilación y calefacción de los asientos, cuando el Astra equipa estas funciones en los AGR más completos, o el volante calefactado. No obstante todos estos botones físicos, de nuevo pecan de ser algo duros de activar.

Hay que señalar que la visibilidad trasera desde el retrovisor interior es un poco reducida debido a la pequeña luneta trasera. En este aspecto Opel ha priorizado diseño.

En esta primera prueba hemos catado brevemente tres mecánicas del Opel Astra: el de acceso de gasolina de 110 CV con cambio manual, el híbrido enchufable cuya mecánica suma hasta 180 CV y el diésel de 130 CV con la caja automática de ocho relaciones.

El gasolina PureTech de 110 CV se queda algo justo, aunque es suficiente para este coche. En general responde bien y más con el cambio manual, que nos permite ir gestionándolo para conseguir más empuje cuando se necesita. Además, el embrague no tiene un recorrido excesivamente corto, lo que personalmente agradezco.

Y es que por el contrario el diésel, con el cambio automático, pese a tener mayor potencia y par, tarda algo en responder debido al bajo régimen de vueltas. Al menos con el modo Normal seleccionado. Esto lo podemos neutralizar accionando las levas, bajando de marcha, o bien seleccionando el modo Sport que aumenta el régimen.

Pero sin duda la que mejor le sienta es la mecánica híbrida enchufable, donde los 180 CV se notan. Así, responde mejor en aceleraciones o acciones más comprometidas, como por ejemplo adelantamientos en vías convencionales.

Sus modos de conducción son Híbrido (que combina automáticamente el eléctrico y el de gasolina), Eléctrico (solo opera el cero emisiones) y Sport (dando prioridad al térmico). Todos se activan desde el señalado selector, permitiendo compaginarlos según requiera la situación o el momento.

Sea como fuere el Opel Astra es un coche cómodo en marcha, con una cabina bien insonorizada en la que apenas se escucha el tricilindrico rugir cuando se le exige.

Las suspensiones no son ni muy blandas ni muy rígidas y no acusa de excesivos bamboleos en resaltos o baches. Se desenvuelve bien tanto en autovía, como en ciudad (con una dirección blanda pero bastante precisa), pero también en trazados más exigentes.

La sensación que nos ha dado es la de un coche esencialmente racional, aunque a lo mejor el híbrido de 225 CV, que llegará más adelante a la gama, aporte un extra de pasión a este Astra.

El Astra más tecnológico, con asientos que masajean tu espalda en marcha

En esta nueva generación, el Opel Astra ha dado un buen salto en términos tecnológicos respecto al anterior como dicta la moda actual. No en vano, han pasado seis años desde la anterior entrega.

Y en este nuevo Astra encontramos un más que notable abanico de sistemas al servicio de la conectividad, el confort o la seguridad activa.

Interior digital. Cuando nos sentamos a sus mandos, lo primero que nos saluda es el Pure Panel, compuesto por dos pantallas separadas: la de la instrumentación y el display multimedia, ambas de 10 pulgadas.

Este panel digital no es tan llamativo como apunta el Pure Panel Pro (en la foto), que se sumará al equipamiento más adelante, donde una única superficie aúna ambos display dentro de un mismo marco.

En definitiva el básico Pure Panel no es tan llamativo como por ejemplo el i-Cockpit de Peugeot, pero lo equipa cualquiera de las variantes del compacto, por lo que siempre tenemos dos pantallas de 10 pulgadas.

Además, el display multimedia táctil está ligeramente orientado hacia el puesto de conducción, estando más a mano de la vista y para manejarlo.

El sistema de infoentretenimiento imita a un smartphone, con accesos directos a sus diferentes funciones, y es bastante intuitivo. No obstante, el navegador integrado es algo escueto en cuanto a información, y se echa de menos que pinte indicaciones como los carriles o la salida que hemos de tomar.

Masaje a bordo. Uno de los aspectos que nos generaba mucha curiosidad es la función masaje de los asientos AGR, que siempre es opcional y supone un extra de 1.247 euros.

Para activar esta función hay que irse al display multimedia y navegar por varios menús, una tarea que mejor hará el copiloto si estamos en movimiento. La sensación es como si un puño fuera aplicándose sobre diferentes puntos de la espalda. Y ofrece diversos modos, para la parte baja, alta o toda, con diferentes recorridos.

Lo hace suevamente, lo que evita perder la concentración al volante a la vez que ayuda a aliviar la espalda si llevamos mucho tiempo sentados o en un interminable atasco.

Asistente inteligente. Pese a que el Opel Astra no renuncia del todo a los mandos físicos, muchas de sus funciones se activan desde la pantalla multimedia, así que una buena medicina es optar por dar instrucciones al asistente virtual.

Es capaz de entender órdenes de lenguaje natural, como la gran mayoría de los sistemas actuales, activándose a golpe de “Hey, Opel”. Lo probamos dándole un par de órdenes y lo cierto es que exige una vocalización más que perfecta, lo que puede ser un poco engorroso. Hasta tres veces nos respondió con un “no te entiendo” pese a darle órdenes alto y claro.

Head-Up display. Otra de las novedades del nuevo Opel Astra es que puede equipar esta pantalla que se proyecta sobre el parabrisas, justo delante del volante.

Eso sí, tendremos que ajustarla desde el display antes de ponernos en marcha según la altura del conductor. Momento en el que también podemos decidir que información muestre: velocidad, indicaciones del navegador, etc.

De nuevo, esta tercera pantalla es opcional, integrada en un paquete que incluye tanto el navegador como el sistema audio premium de ocho altavoces y un subwoofer (1.247 euros).

Aire limpio para el habitáculo. El nuevo Opel Astra dispone de un avanzado sistema de climatización, que evalúa la calidad del aire exterior.

Bautizado como Intelli-Air, dispone de filtros de aire y de partículas, y activa o no la recirculación de forma automática cuando considera que la calidad del aire exterior es deficiente.

Sistema de asistencia. En esta nueva generación, el Opel Astra equipa un buen conjunto de sistemas ADAS. Así, encontramos tecnologías como frenada automática de emergencia, control de crucero adaptativo, preaviso por colisión frontal, aviso activo por salida de carril, limitador de velocidad o detector de ángulo muerto.

El sistema más avanzado es el Intelli-Drive, que combina el control de crucero adaptativo y el sistema de mantenimiento de carril, además de adaptar la velocidad no solo al vehículo que nos precede sino también al trazado de la carretera y la adherencia del firme.

De los mismos, catamos el asistente de carril, que te devuelve suavemente al carril en cuanto pisas la línea que lo delimita, siempre y cuando no se active el intermitente. No es nada intrusivo o brusco.

También el detector de ángulo muerto que, como suele ocurrir, peca de precavido. No obstante, es un buen apoyo teniendo en cuenta la reducida visibilidad desde el espejo retrovisor interior.

Gama del nuevo Opel Astra y precios para España

La familia del Opel Astra se articula en cuatro acabados, siendo el base el Edition, el intermedio el Elegance y los más completos el GS-Line (con acentos deportivos) y el Ultimate.

Desde el acabado más básico encontramos los sistemas de asistencia como el sistema activo de mantenimiento de carril, la frenada automática de emergencia, lector de señales de tráfico, control de crucero (no adaptativo) o alerta de fatiga.

También equipa faros LED, climatizador, sensores de aparcamiento delante y detrás, freno de mano eléctrico, elevalunas en todas las filas o llantas de 16 pulgadas, entre otros.

El control de crucero adaptativo lo equipa sin sobreprecio desde el Elegance, mientras que solo el Ultimate dispone de serie del sistema Intelli-Drive en las versiones de cambio automático.

Esta opción tope de gama, que parte de los 34.325 euros, viene asimismo con carrocería bitono, llantas de 18 pulgadas, techo solar practicable, los asientos AGR con ajuste eléctrico y hasta 10 posiciones tapizados en Alcantara (conductor y acompañante) o el volante calefactado.

Pero también equipa mucha de la tecnología más interesante como los faros matriciales Intelli-Lux Pixel LED adaptativos o la carga inalámbrica para teléfonos móviles.

En definitiva, el nuevo Opel Astra nos ha gustado bastante. Y sin tener una gama excesivamente extensa, ofrece múltiples opciones donde escoger según nuestras necesidades, ya sea por motores o equipamiento.

Si bien no se puede decir que sea barato, se mueve en un rango de precios similar al de sus rivales.

Y es que el precio de los compactos se ha elevado, y no poco, en las últimas generaciones de la mano de la inevitable tecnología. Si bien los acerca a segmentos superiores, los aleja de su público tradicional, que suelen ser jóvenes compradores.

Gasolina

Diésel

PHEV 180

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Probamos el nuevo Opel Astra: diseño rotundo para un compacto muy digital que hasta te da masajes

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Motorpasión

por
Alejandra Otero

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