El IIHS estadounidense somete a 20 SUV a una prueba de choque más estricta, y solo se salva uno: ¡el Mazda CX-5!
Al igual que organismos como Euro NCAP o Latin NCAP, el Instituto para la Seguridad en las Carreteras de EEUU (IIHS por sus siglas en inglés) ha actualizado sus protocolos para evaluar la seguridad de los vehículos que se venden en EEUU.
Así, el IIHS está introduciendo una nueva prueba de choque lateral más estricta que ha dejado mal parados a 19 de 20 SUV que ha puesto a prueba. Solo se ha salvado el Mazda CX-5.
El Honda HR-V y el Mitsubishi Eclipse Cross se llevan la peor nota
En base a una puntuación que va de “Bien”, “Aceptable” y “Marginal” hasta la peor, que es “Baja”, estos han sido los resultados en cuanto integridad estructural:
“Calificaciones aceptables”. Según los resultados del IIHS, solo nueve SUV han obtenido calificaciones aceptables: Audi Q3, Buick Encore, Chevrolet Trax, Honda CR-V, Nissan Rogue, Subaru Forester, Toyota RAV4, Toyota Venza y Volvo XC40.
“Calificaciones marginales”: Chevrolet Equinox, Ford Escape, GMC Terrain, Hyundai Tucson, Jeep Compass, Jeep Renegade, Kia Sportage y Lincoln Corsair.
“Calificaciones Bajas”: el Honda HR-V y el Mitsubishi Eclipse Cross se llevan el rojo del IIHS, con las peores notas. Los vehículos que obtuvieron calificaciones marginales o bajas en la nueva prueba generalmente tuvieron problemas tanto estructurales como con las mediciones de lesiones altas en el pecho y la pelvis de ambos dummies.
El nuevo Mazda CX-5 es el único que ha sobrevivido a unos resultados que, por otro lado, eran de esperar ante un protocolo más estricto. Así, el SUV nipón se ha llevado la máxima nota en todas las áreas excepto en el nivel de lesiones del pecho del dummie.
En choques laterales del mundo real, las estructuras más fuertes están vinculadas a tasas de supervivencia más altas.
Por eso la prueba de choque lateral actualizada utiliza una barrera más pesada que viaja a una velocidad más alta para simular el vehículo que golpea. La nueva barrera pesa unos 1.800 kg (unos 400 kg más que antes), y golpea el vehículo de prueba a 60 km/h (antes era a 50 km/h).
La superficie de impacto en forma de panal de la nueva barrera también tiene un diseño diferente que actúa más como un SUV real cuando choca contra otro vehículo.
El objetivo es evaluar cómo el compartimento del ocupante mantiene su forma tras un choque, las lesiones en los dummies que van en el asiento del conductor y el asiento trasero justo detrás así como la protección de los airbags.
“Desarrollamos esta nueva prueba porque sospechábamos que había espacio para más progreso, y estos resultados lo confirman”, ha dicho el presidente del IIHS, David Harkey.
La solución que propone el organismo a los fabricantes es fortalecer las vigas horizontales de las puertas para reducir esa intrusión y ajustar los airbags que protegen el torso y la pelvis para brindar más protección.
En Motorpasión | Qué coche eléctrico comprar en 2021, del Dacia Spring al Tesla Model X
–
La noticia
El IIHS estadounidense somete a 20 SUV a una prueba de choque más estricta, y solo se salva uno: ¡el Mazda CX-5!
fue publicada originalmente en
Motorpasión
por
Victoria Fuentes
.