Diez carreras que explican por qué Kimi Raikkonen es mucho más que el último campeón de Fórmula 1 con Ferrari
La retirada de Kimi Raikkonen de la Fórmula 1 no ha cogido a nadie por sorpresa. El piloto finlandés, a punto de cumplir los 42 años, ya llevaba un tiempo coqueteando con su marcha definitiva, y finalmente la ha ejecutado tras una temporada en la que ya ni siquiera es capaz de batir a Antonio Giovinazzi.
Para toda una generación hay un serio riesgo: que solo conozcan al Raikkonen escudero de Sebastian Vettel en Ferrari, el de una época en la que ya era demasiado mayor y le faltaba ese extra de velocidad. Pero hubo otro Raikkonen, el de principios de siglo, que fue uno de los pilotos más talentosos que se recuerdan. Y estas diez carreras lo demuestran.
Raikkonen puntuó en su debut en la Fórmula 1 con Sauber
La entrada de Kimi Raikkonen en la Fórmula 1 no estuvo exenta de polémica. Prácticamente sin experiencia en los monoplazas, pero habiendo ganado trece de las 23 carreras que había disputado, Peter Sauber le dio la oportunidad de entrar directamente en la Fórmula 1. Las críticas fueron feroces.
Pero rápidamente Raikkonen demostró que estaba más que preparado. En la primera carrera, el Gran Premio de Australia, logró sumar un punto, en una época en la que tan solo puntuaban los seis primeros. Acabó la temporada décimo con nueve puntos, muy cerca de su compañero, Nick Heidfeld. Había nacido una estrella, y Ron Dennis lo vio.
Primera victoria en Malasia y rozando la gloria en 2003
El Gran Premio de Malasia de 2003 supuso el primer día de gloria para dos grandes leyendas de la Fórmula 1. Fernando Alonso logró su primer pole position y su primer podio, mientras que Kimi Raikkonen ganó su primera carrera en la Fórmula 1. Con una madurez impropia de su edad, tiró de estrategia para colocar el McLaren en lo más alto.
Fue la única carrera que ganó esa temporada, pero aún así estuvo a punto de evitar el sexto título de Michael Schumacher. Se quedó a solo dos puntos de hacerlo, y eso que por el camino padeció la avería de Nürburgring y los desgraciados accidentes de Montmeló y Hockenheim. Fue una de sus dos grandes oportunidades perdidas.
Comienza el idilio de Kimi Raikkonen con Spa-Francorchamps
Si un dato demuestra el talento de Kimi Raikkonen es su particular idilio con el circuito de Spa-Francorchamps, donde ha ganado hasta en cuatro ocasiones. Impidió que fuesen cinco triunfos consecutivos la lluvia que cayó en las últimas vueltas de la carrera de 2008, cuando iba liderando. Sin duda, el Gran Premio de Bélgica de 2004 es uno de los más especiales.
Con un McLaren que ese año había nacido mal, y adolecía tanto de velocidad como de fiabilidad, Raikkonen se sacó de la manga una carrera prodigiosa para evitar que Schumacher festejase su séptimo título en lo más alto del podio. Contuvo al Ferrari durante toda la carrera y le dio así a McLaren el único triunfo de todo el año.
El adelantamiento a Fisichella en la última vuelta para ganar en Suzuka
La otra gran oportunidad perdida de Raikkonen fue 2005, y de nuevo él pudo hacer poco más. El McLaren se averió lo suficiente como para que Fernando Alonso obtuviese su primer mundial, pero por el camino Raikkonen dejó carreras memorables. Aunque ninguna tanto como la de Suzuka.
Saliendo desde las últimas posiciones por el enésimo cambio de motor, Raikkonen comenzó a remontar como una centella. A base de estrategia, pero también de asumir riesgos, logró llegar hasta el rebufo de Giancarlo Fisichella, el líder de la carrera, en la última vuelta. El resto es historia. Dejó uno de los adelantamientos más icónicos de su época.
Debut con victoria en Ferrari
McLaren sustituyó a Kimi Raikkonen por Fernando Alonso, así que el finlandés se fue a Ferrari a ocupar el enorme hueco que dejaba Michael Schumacher. Nadie podrá decir que le pudo la presión, porque en su primera carrera con la Scuderia ya se llevó la victoria, algo muy poco común.
Ganó aquel Gran Premio de Australia con mano de hierro y sin titubear. Salió primero y llegó primero liderando casi todas las vueltas. Fue uno de sus triunfos más aplastante, tanto que incluso confesó en rueda de prensa que se estaba quedando dormido. Y solo era su primera carrera con Ferrari.
Campeón del mundo en Brasil aprovechando el caos de McLaren
Pero si por una carrera es recordado Kimi Raikkonen es por el Gran Premio de Brasil de 2007, en el que se hizo justicia y logró el título que ya se había merecido antes. No es que fuese su mejor carrera, de hecho hubiese ganado Felipe Massa sin la entendible injerencia estratégica de Ferrari, pero sí la que marcó su carrera.
Raikkonen llegaba casi sin opciones de título, pero Lewis Hamilton comenzó a meterse en problemas y el McLaren de Alonso misteriosamente no tenía velocidad. El resultado fue un título de Raikkonen que, pese a que algunos lo tildan de regalo de McLaren, fue muy merecido. No obstante, Raikkonen ganó seis carreras ese año; Hamilton y Alonso se quedaron en cuatro.
El último día de inspiración en Spa-Francorchamps
La última gran carrera de la primera etapa de Kimi Raikkonen en la Fórmula 1 fue el Gran Premio de Bélgica de 2009. En su querido circuito de Spa-Francorchamps, Raikkonen volvió a lucirse saliendo desde la sexta posición de la parrilla. Hizo una arrancada prodigiosa, y aprovechando el KERS pudo superar a Giancarlo Fisichella.
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— WEC (@FIAWEC) September 2, 2021
Como en aquella carrera de Suzuka, la victoria volvía a estar entre Raikkonen y Fisichella. El piloto de Force India estuvo toda la carrera pegado a Raikkonen, pero fue incapaz de superarle pese a que tenía más ritmo. Ferrari se llevó de 2009, una temporada en la que tuvo un coche muy mediocre, al menos una victoria gracias a este día de inspiración de Raikkonen.
Abu Dabi 2012 y la esperanza de ser campeón con Lotus
El regreso de Kimi Raikkonen a la Fórmula 1 después de dos años en los rallyes fue muy esperado, y finalmente se produjo con Lotus. Había muchas incógnitas sobre cuál sería su nivel, pero las despejó empezando a hacer podios desde el principio. Sin embargo, en una temporada con muchos ganadores diferentes, a Raikkonen se le resistía.
Raikkonen estaba en la batalla por el mundial, pero fue en Abu Dabi, a tres carreras del final, cuando definitivamente crecieron las esperanzas. Raikkonen aprovechó una avería de Hamilton y un error de Red Bull con Vettel para ganar la carrera pese a los ataques finales de Alonso. Ahí se acabaron las opciones de título, pero Raikkonen volvió a ganar.
La última victoria de Raikkonen en la Fórmula 1 llegó con 39 años
Tras dos buenos años en Lotus llegó el regreso de Raikkonen a Ferrari, y una etapa en la que su magia se apagó. Primero Alonso y después Vettel, convirtieron a todo un campeón del mundo en un escudero, pero aún quedaba un último ramalazo de rabia de ‘Iceman’. Iba a ser en Austin, Texas.
En 2018, y ya sin Vettel optando al campeonato, Raikkonen hizo una actuación soberbia en los Estados Unidos para ganar su 21º y última carrera de Fórmula 1 pese a los ataques de Max Verstappen y Lewis Hamilton. Tenía 39 años, y aunque la había podido lograr antes, lo cierto era que llevaba más de cinco años sin ganar.
Un retiro digno en Alfa Romeo rozando el podio en Brasil 2019
Cuando lo más normal hubiese sido retirarse, Raikkonen demostró su amor por las carreras firmando por Alfa Romeo, un equipo humilde montado sobre los cimientos de Sauber y que estaba destinado a luchar en la zona media baja de la parrilla. Aún así, Raikkonen tuvo un buen primer año en Alfa Romeo, aunque con el paso del tiempo de fue diluyendo.
Aquel 2019 tuvo una última gran carrera, en Brasil, Interlagos, donde rozó el podio. Acabó cuarto y a poco más de medio segundo de Carlos Sainz, quien ocupó la tercera posición en aquella caótica carrera. Hubiese sido un broche dorado a una trayectoria formidable que le coloca como el piloto con más carreras de la Fórmula 1. Veremos si puede ponerlo en las diez que quedan.
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Diez carreras que explican por qué Kimi Raikkonen es mucho más que el último campeón de Fórmula 1 con Ferrari
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Motorpasión
por
Roberto Rodríguez
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