11 sistemas operativos alternativos que no son ni Windows, ni macOS, ni Linux
Si estás cansado del dominio absoluto de Windows, macOS y Linux en el segmento de los sistemas operativos de escritorio quizás te guste saber que hay alternativas adicionales a estas grandes plataformas.
Probarlas es relativamente sencillo y está al alcance de cualquier usuario, y aunque tienen sus limitaciones y sus pegas, cada una tiene su encanto especial. He aquí un repaso a alguno de los sistemas operativos alternativos más destacables para PCs y portátiles.
Es importante que sepas que aunque puedes instalarlos desde cero y de forma nativa en tu equipo, quizás lo más recomendable para “juguetear” con estas alternativas sea hacerlo a través de una máquina virtual.
Nuestros compañeros de Genbeta explicaron cómo hacerlo si queréis usar una distribución completa de Linux (en lugar de hacerlo vía el Windows Subsystem for Linux), pero el proceso es análogo para estas plataformas.
FreeBSD
Los sistemas operativos BSD son algo así como los “primos hermanos” de las distribuciones Linux, y aunque hay muchas variantes una de las más conocidas es FreeBSD.
Aunque son menos conocidas, las diversas variantes de BSD son muy reputadas por su estabilidad y eficiencia: son sistemas muy apreciados por su comportamiento en el ámbito de los servidores, pero es perfectamente posible aprovecharlos como sistemas operativo de trabajo para usuarios finales. Su soporte de arquitecturas hardware es fantástico, y se puede ejcutar en x86/AMD64, ARM, MIPS, SPARC 64 o PowerPC, entre otras.
El trabajo en este proyecto es notable, y es posible convertir esta plataforma por tanto en centro de nuestra experiencia software si estamos cansados de ese “tridente” formado por macOS (que por cierto, tiene cierta herencia de los sistemas BSD), Windows y Linux.
Solaris
Otro sistema que tuvo cierta relevancia con el auge de los Unix comerciales fue Solaris de Sun, que en 2005 acabó cediendo el código del sistema operativo con el proyecto Open Solaris.
Cuando Oracle compró Sun cambió el nombre de ese proyecto a Oracle Solaris y varios desarrolladores acabaron creando un nuevo fork llamado OpenIndiana, basado en Illumos, otra vertiente de OpenSolaris.
Podemos descargar tanto esas alternativas Open Source como el propio Solaris 11 de Oracle, que podremos instalar y usar sin cargo alguno para uso personal: si queremos usarlo de forma comercial, eso sí, tendremos que contactar con Oracle a pesar de que su desarrollo se detuvo hace años.
ReactOS
Los sistemas operativos destinados a servidores también tienen un nicho de usuarios muy llamativo, y ReactOS es uno de los más especiales. Este desarrollo Open Source se diseñó para ser compatible con Windows Server 2003.
En cierta forma ReactOS es a Windows Server lo que Linux es a los tradicionales UNIX comerciales: mantiene la arquitectura Windows NT pero no usa código propietario y aún así logra compatibilidad con muchos controladores y aplicaciones de Windows.
Aunque lógicamente no llegue al nivel de Windows 10 en muchas áreas, cuenta con características llamativas, y es capaz de ejecutar sin problemas LibreOffice, Firefox e incluso Adobe Photoshop.
FreeDOS
Y si Windows Server tiene su heredero Open Source, algo similar ocurre con el mítico MS DOS, que tiene en FreeDOS una versión gratuita y libre de DOS que permite ejecutar sus aplicaciones y juegos de forma perfecta. El proyecto, por cierto, acaba de cumplir 25 años de vida, increíble.
Se compone de software libre y de aplicaciones Open Source con licencias GNU, aunque hay paquetes que forman parte del proyecto que pueden no seguir esa licencia.
Como ocurría con MS-DOS tendréis que volver al pasado y a una interfaz en modo consola de comandos, pero incluso en ese modo es capaz de ejecutar un entorno de ventanas como Windows 3.1. Su desarrollo sigue sorprendentemente activo, así que de nuevo puede ser una interesante alternativa para probar en vuestro equipo directamente o vía una máquina virtual.
Chromium OS
El sistema operativo de Google diseñado para que todo nuestro flujo de trabajo se centre en el navegador y en la conexión a internet no es exclusivo de sus productos.
De hecho Chrome OS -que está basado en Linux- se puede instalar y utilizar en prácticamente cualquier PC o portátil gracias al proyecto Open Source Chromium OS en el que se basa.
Una de las formas más fáciles de probarlo es con CloudReady, una versión de Chromium OS preparada para ser ejecutada desde una llave USB, algo que permitirá evaluar su comportamiento. Una alternativa interesante que de hecho puede servir para tomar la decisión de comprar (o no) un Chromebook.
ArcaOS
Este descendiente del mítico OS/2 de IBM está basado en la última edición de desarrollo de aquel sistema operativo, y su desarrollo sigue en marcha. Este proyecto recogió el testigo de eComStation, que lleva tiempo sin actualizarse y que aún así puede tener interés si queréis darle una oportunidad.
Se trata de un sistema operativo de 32 bits que es capaz de ejecutar aplicaciones OS/2 de 32 y 16 bits además de aplicaciones Windows de 16 bits y aplicaciones MS-DOS.
Se trata, eso sí, de una alternativa comercial: la licencia personal de ArcaOS cuesta 129 dólares, mientras que la versión comercial cuesta 229 dólares
Haiku
En 1991 una empresa llamada Be Inc trató de plantear su particular revolución en el mundo de los sistemas operativos con BeOS. Aquel sistema era una pequeña maravilla, pero no logró cuajar en un mercado dominado por Windows.
La idea de aquel proyecto subsistió, no obstante, y Haiku es el heredero de ese legado. Este proyecto Open Source comenzó a desarrollarse en 2001 y hoy en día sigue activo, como demuestra la disponibilidad desde hace más de un año de LibreOffice, la suite ofimática Open Source.
Haiku destaca por su escritorio, con una interfaz que aún hoy sorprende por su claridad y elegancia, y aunque en algunos apartados la experiencia dista de la que ofrecen sistemas operativos más asentados, puede que esta plataforma acabe dándote más de una (agradable) sorpresa.
TempleOS
Una de las vertientes más curiosas de estas alternativas es la tomada por TempleOS, un sistema operativo programado de cero por Terry A. Davis -con un lenguaje creado por él, HolyC-, que murió en 2018 y cuyo legado mantiene un interés notable por su concepción.
El trasfondo “bíblico” de este sistema operativo ligero es realmente curioso, pero se trata de una alternativa realmente curiosa en su interfaz (640×480 píxeles, no pasa de ahí), su soporte de 16 colores y su soporte extensivo de hipervínculos.
Se trata de un producto singular en todos los sentidos, y cuenta de forma nativa con un simulador de vuelo (limitado, por supuesto), un compilador y un kernel, además de un juego igualmente curioso llamado “After Egypt”.
Plan9
Otro sistema operativo singular, desarrollado por Bell Labs en los años 80 y que tomó prestados algunos de los conceptos de los sistemas UNIX.
Su primera versión oficial llegó a principios de 2015, y este proyecto es famoso por su principio fundamental: “todo es un fichero“, algo que hace que su sistema de ficheros y su interfaz gráfica de usuario sean muy distintas a lo que estamos acostumbrados a ver.
Aunque guarda algunas similitudes con el manejo de distribuciones Linux o sistemas BSD, Plan9 es notablemente distinto en su forma de concebir la ejecución de procesos, y se trata desde luego de un acercamiento distinto y original a este campo, aunque no haya tenido luego demasiado seguimiento. De él derivó Inferno, que de hecho podéis probar en un navegador.
AROS
Este sistema operativo libre y Open Source tomó como base las APIs del mítico Amiga OS 3.1 y se ha centrado sobre todo en el ámbito multimedia.
Hay versiones tanto para ordenadores basados en CPUs x86 como en PowerPC, pero hay también versiones para el Amiga 1200 e incluso una para las Raspberry Pi. De él se deriva por ejemplo MorphOS, otro destacado sucesor de Amiga OS 3.1.
El proyecto se puede descargar y usar de forma independiente, pero como sucede en Linux hay “distribuciones” que tratan de facilitar su instalación y puesta en marcha. Una de las más conocidas es Icaros Desktop que tiene versión Live y versión ligera, por ejemplo, y que es la que más seguimiento y actualizaciones recibe en los últimos tiempos.
Redox
Los sistemas operativos que siguen la filosofía Unix son multitud, pero aquí tenemos una alternativa realmente original no tanto por su interfaz, similar por ejemplo a la de distribuciones Linux, sino por cómo está desarrollado.
Redox está programado en Rust, un lenguaje de programación que es especialmente apreciado por los desarrolladores y que trata de aplicar todas sus ventajas e innovaciones al micronúcleo o microkernel del sistema y a sus aplicaciones.
El sistema cuenta con una interfaz gráfica de usuario propia llamada Orbital y está en constante desarrollo. El sistema tiene además un curioso protagonismo de URLs y el uso de Rust garantiza según sus responsables que la mayoría de “errores inesperados” se eliminan en tiempo de compilación.
Y la lista continua
Es difícil poder mencionar todos los sistemas operativos que existen en el mercado, y aunque hemos incluido algunos de los más llamativos se nos quedan en el tintero proyectos que también podrían tener interés para los usuarios.
Seguro que hay más que se nos escapan –por favor, incluidlos en los comentarios– pero lo que está claro es que la variedad es sorprendente en sistemas operativos de escritorio.
Puede que ninguno de los presentes puedan reemplazar completamente a los Windows, macOS o Linux que cubren las necesidades de la inmensa mayoría de los usuarios, pero sin duda pueden plantear una alternativa interesante con la que aprender y descubrir otras formas de trabajar y disfrutar con un PC o un portátil.
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La noticia
11 sistemas operativos alternativos que no son ni Windows, ni macOS, ni Linux
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Xataka
por
Javier Pastor
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