La inversión de Tesla en bitcoin, analizada por directores financieros: preguntamos a CFOs y expertos si es (o no) una buena idea
Zach Kirkhorn es un nombre mucho menos conocido que el de Elon Musk, pero sobre él recae gran parte de la responsabilidad sobre la reciente inversión de 1.500 millones en Bitcoin. El joven director financiero (CFO) de Tesla contrasta claramente con la mediática figura del CEO. Mientras Musk es un tuitero casi enfermizo, Kirkhorn mantiene su cuenta cerrada. Pero el último movimiento de Musk ha colocado al departamento financiero de Tesla en el ojo del huracán.
Por su reservado perfil, es difícil conocer desde su punto de vista qué criterios financieros se han seguido para tomar esta decisión. Para conocer qué motivaciones se esconden detrás de la inversión en Bitcoin, hemos preguntado a varios directores financieros de empresas españolas para que nos cuenten qué les parece esta apuesta de Tesla.
Pese al riesgo del Bitcoin, Tesla va sobre seguro
Tesla cree que el valor del Bitcoin crecerá. Solo así se entiende una inversión tan grande, de casi el 10% de sus reservas en efectivo. Pero lo que puede parecer un movimiento arriesgado, teniendo en cuenta la enorme volatilidad del Bitcoin, los expertos creen que esta inversión de Tesla es perfectamente asumible por el fabricante de coches eléctricos.
“Ellos se lo pueden permitir, para ellos es muy poco. La capitalización de Tesla es superior al del resto de fabricantes. Tienen la capacidad para jugar a esto y les conviene estar en el foco mediático“, nos explica Pau Fernández, CFO de Factorial.
La situación de Tesla es muy diferente a la de una startup como la española. Mientras Factorial se basa en las rondas de financiación de los VCs y únicamente tiene “un par de dados”, en Tesla tienen más margen de acción. “Todo depende de cuántas balas tengas en la recámara”, resume Fernández.
El CFO nos explica que ellos también disponen de efectivo. Un dinero que buscan invertir porque los bancos quieren cobrar por tenerlos depositados, pero que a corto plazo y sin riesgo, no hay prácticamente opciones.
Como director financiero, en ellos recae la responsabilidad de asegurar la viabilidad de la empresa. Si sale mal la inversión, la empresa puede resentirse. Y aquí es donde entra en valor el tamaño. “Una startup ya tiene demasiado riesgo explorando nuevas vías de negocio, como para meterse en Bitcoin. Ya trabajar con 5 monedas nos supone suficiente complejidad”, reflexiona.
Tesla no necesita buscar una ronda de financiación extra. Ellos poseen una gran cantidad de efectivo y pueden jugar con ello. “No es el dinero de las nóminas”. Su situación es similar a la de grandes compañías como Apple o Microsoft. Para hacernos una idea, desde la empresa de Satya Nadella poseen suficiente efectivo como para poder sobrevivir dos o tres años sin realizar ningún tipo de ventas. Sin embargo, la política de inversión de Apple o Microsoft es más conservadora, prefiriendo comprar empresas y patentes antes que activos financieros de riesgo.
Jaime Medina, CEO de The Startup CFO, opina que sí es un movimiento arriesgado, ya que hablamos del 10% de sus reservas de efectivo en un activo extremadamente volátil. “La propia noticia ya ha hecho subir el precio de bitcoin, pero es fácil que éste vuelva a bajar por debajo del precio en la compra. Una caída del 50% del precio de Bitcoin ya supondría una pérdida equivalente al beneficio total de Tesla antes de impuestos de los últimos cuatro trimestres“.
Jordi Lainz, CFO de Wallbox, cree que la cifra no es relevante para la caja de Tesla y que se trata de una apuesta por la diversificación del exceso de cash en divisas, valores o ahora en criptomonedas.
“Es un riesgo super ponderado y que apuesta sobre seguro en el corto plazo”, opina Lainz. “Tesla es líder y la cotización del Bitcoin tras su movimiento así lo ha demostrado”. Un movimiento que los expertos creen que también tiene un fuerte componente marketiniano.
Julio Alonso, fundador de Weblogs SL e inversor, apunta también a que se trata de un movimiento para diversificar sus reservas, tomando una decisión algo más arriesgada en activos como el bitcoin y el resto en dólares u otras monedas.
“Lo peor que le puede pasar de repente es que el bitcoin, por lo que sea caiga. En ese caso has puesto en riesgo no mucho más del 5%, pero no quiebras. Si me dices que han puesto el 50 o 70%, entonces sí es mucho más arriesgado“, explica Alonso. Una medida que es innovadora, pero donde Tesla no ha sido la única gran empresa en invertir en el Bitcoin.
Al ser Tesla y tener esa exposición mediática, la capacidad para generar valor en función de las expectativas es brutal nos explican. “Es como si jugaran con las cartas marcadas, ya que van a hacer que suba más. Lo que mitiga mucho el riesgo”.
Qué papel ha podido tener el CFO de Tesla en la decisión de Musk
Por un lado tenemos a Elon Musk, abiertamente defensor de las criptomonedas y fundador de la compañía, y por otro lado a Kirkhorn, un experto en finanzas e ingeniería de 35 años con dos años de experiencia como CFO. La decisión parece haber recaído completamente en el CEO de Tesla, pero cabe preguntarse qué rol puede haber tenido el máximo responsable del área financiera de la compañía.
“No sé si tanto en la decisión, pero obviamente es algo donde el CFO habrá participado. Al menos en el ticket“, explica Lainz.
Se da el caso que Tesla es una compañía muy unipersonal, centrada en un perfil mediático como es Elon Musk. El CEO tiene una influencia fuerte y por él pasan la mayoría de decisiones. Al contrario que en otras empresas, donde se reparten más las responsabilidades, el CEO de Tesla lidera las conferencias de inversores, participa en los debates e incluso se queda a dormir en las fábricas.
“Me imagino que tienen poca flexibilidad de acción, pero de seguro que la exigencia es máxima”, apunta Fernández, en relación a la figura del CFO. Mientras la inversión de Tesla en bitcoin ha podido ser promovida por los designios de Musk, el CFO de Factorial nos explica que en una empresa más pequeña hay VCs que ponen dinero y como director financiero hay que rendir cuentas.
Tesla tiene algo que el resto de compañías no tiene y por ello han podido realizar esta inversión con menos preocupaciones. “Si a Elon Musk se le pone algo en las narices, lo hace”, apunta Alonso. No es tanto así en fabricantes como General Motors, donde todo está super establecido, el CFO regulado y hay que vender cada decisión al consejo de administración.
Para Tesla es muy fácil hacerlo, pero para el resto de competidores el esfuerzo es muy superior para lo mismo. Una diferencia que ya veíamos en su modelo de negocio a la hora de fabricar y vender coches, pero que también se refleja a la hora de controlar sus finanzas.
El uso transaccional sigue siendo complicado
La importancia del anuncio de Tesla no fue tanto la cantidad, sino anunciar que iban a permitir su uso transaccional para poder comprar coches. Abrir la posibilidad de vender y/o comprar Tesla en Bitcoins, dando un valor material a estas criptomonedas. Pero los expertos rebajan la expectativa.
El uso de los Bitcoins para comprar coches supondría un riesgo operativo, “salvo que tengan planes para “bitconizar” su cadena de suministro“, expone Lainz. En este punto, no es lo mismo que toda la operativa se haga en Bitcoins, que simplemente aceptar la criptomoneda e inmediatamente pasarlo a dólares. Esta segunda vía sería mucho más sencillo y no tendría tanto impacto.
“En sí mismo la aceptación de Bitcoin como forma de pago es más un movimiento de imagen que una decisión financiera. A pesar de la volatilidad de Bitcoin, si los precios se mantienen permanentemente actualizados según el tipo de cambio y la empresa cambiara el dinero recibido a dólares inmediatamente, Tesla no correría ningún riesgo de tipo de cambio. No obstante, es una decisión que ayuda a la imagen de Tesla como moderna e incluso futurista”, explica Medina.
Elon Musk confía en la nueva tecnología distribuida y le es atractiva la idea. Los expertos nos recuerdan que Musk viene de Paypal, eBay y tiene un gran interés por el mundo financiero. Esta inversión puede entenderse como una “primera piedra”, una “apuesta” o un “juego”, según algunos términos utilizados por los CFO consultados.
Si en un momento dado, una compañía admite Bitcoin para hacer una operación, pero según entran se cambian a dólares, eso no tiene mucho riesgo, nos explica Alonso. El caso es que Tesla vende directamente, mientras que otros fabricantes lo hacen a través de concesionarios y estos tendrían que adaptarse para aceptar el Bitcoin. Es una diferente manera de trabajar que de nuevo facilita que Tesla haga este tipo de apuesta.
“Lo del uso transaccional es complicado, el problema es que su valor no es suficiente estable como para usarlo como moneda de cambio. Si crees que va seguir subiendo, ¿por qué ibas a utilizarlo para pagar? Mejor pagar en euros y seguir manteniendo el Bitcoin”, apunta Alonso.
Los expertos entienden el bitcoin como un activo de reserva de valor, similar al oro. Pero hasta que no se estabilice se les antoja difícil que tenga un papel relevante a la hora de adquirir bienes. El anuncio de Musk se entendería por tanto más como un valor financiero para aumentar las arcas y no tanto como un intento real de impulsar el Bitcoin como moneda para comprar.
En la práctica, las expectativas son que el bitcoin acabará imponiéndose, pero los directivos financieros todavía no ven claro qué pueden aportarles a su empresa. Como expone Fernández: “yo creo que sí se acabará pagando en bitcoins, pero no tengo ni idea de cuándo ni de cómo. Por el momento, ningún cliente nos ha pedido nunca pagar en bitcoin“.
Imagen | Many Becerra
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La inversión de Tesla en bitcoin, analizada por directores financieros: preguntamos a CFOs y expertos si es (o no) una buena idea
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Xataka
por
Enrique Pérez
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