Qué modelo de Raspberry Pi comprar: un repaso a las principales placas y los proyectos más habituales para dar con la mejor

Aunque los resultados y posibilidades son de lo más alentadoras, empezar con este pequeño ordenador llamado Raspberry Pi puede dar un poco de vértigo: no tiene disco duro, ni carcasa, ni pantalla… pero abre las puertas a grandes proyectos a bajo coste – al menos atendiendo al precio de la placa –. Pero claro, teniendo cuenta que entre modelos industriales y “caseros”, generaciones anteriores y diferentes versiones encontramos más de dos docenas de Raspberry Pi, es fácil no tener claro cuál elegir.

¿Qué modelo de Raspberry Pi comprar? Dependerá del uso futuro que vayamos a darle, si bien la complejidad del proyecto y la versatilidad de este dispositivo hacen que la línea de separación sea muy fina: estas son nuestras recomendaciones.

Tabla resumen de las Raspberry Pi más interesantes

Desde que la primera viera la luz en 2012, las Raspberry Pi han ido evolucionando y aumentando su presencia en proyectos de todo tipo. Así, mientras que los modelos más veteranos ya no están a la venta de forma oficial, han ido surgiendo diferentes versiones con variaciones más o menos importantes.

En la web oficial de Raspberry Pi vas a encontrar nueve modelos de placa doméstica, cinco variaciones para uso industrial y una buena colección de accesorios – aunque si sales de lo oficial, las posibilidades crecen exponencialmente en oferta –. Restringiéndonos al uso doméstico y englobando opciones con leves diferencias, en esta tabla resumimos las principales opciones:

Un vistazo a las candidatas

Raspberry Pi Model 4B

La Rasbperry Pi Model 4B (55 euros) es la última y más potente de las raspis y llega con avances que los usuarios agradecemos mucho. El primero es su mayor rendimiento, gracias a las especificaciones de su procesador y sus opciones de memoria de acceso aleatorio, llegando incluso a los 8GB. Gracias a este salto puede emplearse para aplicaciones más exigentes en RAM como puede ser el formato de ordenador de escritorio o como servidor.

La segunda gran novedad tiene que ver con el abanico de opciones que ofrecen sus puertos. Así, cuenta con una oferta de puertos USB 3.0 y 2.0 donde las generaciones anteriores se quedaban en el estándar antiguo, un estándar que ofrece una mayor transferencia de datos.

Asimismo viene con dos HDMI, lo que abre las puertas a soporte multimonitor. Además su nuevo procesador gráfico permite la salida de vídeo a 4K y 60Hz de tasa de refresco. Finalmente, con esta Raspberry podrás aprovechar las redes Wi-Fi AC y dispone de soporte para Bluetooth 5.0

Raspberry Pi Zero/ Zero W/ Zero WH

En 2015 la Fundación Raspberry Pi lanzaba la Zero, un modelo que destaca por ser baratísimo – del orden de 5 dólares – más compacto, con menos componentes y también menor oferta de puertos. En este caso para conectarla a internet podremos emplear su puerto Ethernet o enchufarle un dongle USB para el Wi-Fi.

Dos años después se lanzaba la Zero W (10,53 euros), que seguía la estela de precios bajos – 10 dólares – pero implementaba Wi-Fi y Bluetooth, una novedad de lo más útil para usarla en proyectos. Para paliar uno de esos problemas inherentes a su sencilla propuesta disponemos de la Raspberry Pi Zero WH (14,60 euros), que en este caso lleva los pines GPIO presoldados.

Si eres principiante, mejor apostar por otros modelos ya que pese a su bajo coste y reducidas dimensiones, es un modelo básico, adolece de puertos USB estándar y como hemos visto, en algunos casos no inluye pines GPIO, lo que en la práctica se traduce en tener que soldar los pines y tener que emplear un adaptador microUSB-USB. No es ni mucho menos el modelo más rápido, pero resulta particularmente útil para proyectos que conllevan iluminación, motores o cámaras.

Raspberry Pi 3 Model B/ B+ /A+

La generación anterior de Raspberry Pi es menos potente y obviamente carece de las novedades de la 4 Model B, pero existe una gran cantidad de accesorios, podemos ahorrarnos algo de dinero y el consumo energético – y el calor generado – es inferior. También disponen de toma HDMI y podrás alimentarlas con un cargador estándar o desde el USB con un PC (se recomienda 5V y 2,5 A). Su modelo más completo es la Raspberry Pi 3 Model B+ (39,95 euros)

Las diferencias entre la Raspberry Pi 3 B y la 3 B+ son escasas más allá de una CPU ligeramente más rápida, el salto al Wi-FI AC y una conexión Ethernet con mayor transferencia de datos y que ofrece la posibilidad de alimentarla desde ese puerto.

Con la Raspberry Pi 3 Model A+ (25,02 euros) tenemos una versión recortada en tamaño, especificaciones y precio frente a la Raspberry Pi 3 Model B+. Concretamente la mitad de memoria RAM, la ausencia de un conector RJ45 para conexiones de red y la drástica reducción de 4 a 1 puerto USB, todos ellos con interfaz USB 2.0. Constituye una buena opción para una aplicación que requiera un factor de forma más pequeño y la transferencia de datos llegue a través del Wi-Fi

Entonces, ¿Raspberry Pi 3 o Raspberry Pi 4? Con el modelo anterior es lo suficientemente potente para muchas aplicaciones pero, a no ser que encuentres una gran oferta, mejor ir a la última generación.

¿Y los modelos anteriores?

En resumen, desde 2012 la Raspberry Pi Foundation ha lanzado modelos siguiendo la siguiente nomenclatura:

• Número de la versión: 1, 2, 3 y 4.
• Modelo: A / B
• La adición de un “+” indica cambios menores

Qué Raspberry Pi elegir

Ahora que ya conocemos las principales características de las Raspberry y en qué se diferencian, procedemos a trazar una serie de recomendaciones generales para elegir un modelo concreto u otro en función del proyecto, si bien dada la flexibilidad y personalización, no dejan de ser orientaciones.

Para principiantes

Si has decidido meterte de lleno en el mundo de las raspis y teniendo en cuenta que se trata de un dispositivo moderadamente barato – esa fue una de las razones de su desarrollo –, lo mejor es estirarse hasta la última versión y allí, la versión más básica de 2GB de RAM (39 euros) será suficiente para trastear. Eso sí, si tienes claro que la quieres como ordenador o simplemente no te importa gastar algo más, mejor invertir en la de 4GB (55 euros).

Al margen de que el salto económico no es significativo, disponer de Wi-Fi inalámbrico resulta cómodo y nos evita un cable más, y la diversidad de puertos es algo que se agradece cuando estamos cacharreando, ya sea para poner un teclado, un ratón, un disco duro…en este último caso, el salto el USB 3.0 nos vendrá genial en la práctica. Que venga con notablemente más RAM y un chip más potente posibilita un mayor rendimiento en operaciones exigentes.

Un apunte más: aunque el reclamo de esta placa es el precio, en la práctica te vendrá bien una carcasa y quizás algunos cables y accesorios como puede ser una SD, el HDMI, un cargador… en este caso, valora adquirir un kit.

La quiero como consola retro

Con emulador retro podemos emular consolas míticas como la NES, la SuperNES, la Game Boy o incluso una máquina Arcade. Y además, existe una gran cantidad de accesorios como la carcasa que está sobre estas líneas, de modo que aparte de disfrutar de los juegos de nuestra juventud, la estética de la Raspberry recuerde a la consola original.

Aunque el modelo más básico de la Raspberry Pi Model B es una buena opción, la Raspberry Pi 3 Model B es más que suficiente para ejecutar emuladores como RetroPie sin problema a nivel de rendimiento, y su oferta de puertos hace que trabajar con ella sea cómoda en este escenario de uso que implica, entre otros pasos, conectarla a la TV y montar un par de mandos.

Quiero un ordenador

La Raspberry Pi es un pequeño ordenador así que, ¿por qué no usarla como un ordenador de toda la vida? Navegar por internet, ofimática, jugar con Scratch o programar en Python son algunas de las tareas que puedes hacer con Raspbian o Ubuntu, algunos de los OS que puedes descargar e instalar.

Por comodidad, rendimiento y potencia, mejor irse a la Raspberry Pi 4 Model B con 4GB de RAM (55 euros), ya que la multitarea o los navegadores con varias pestañas abiertas consumen bastante RAM. También puedes optar por la versión de 8GB pero con el software actual disponible los 4GB ofrecen un buen comportamiento.

Quiero un set top box

Con una Raspberry es posible instalar plataformas como Kodi y emplearlo para ver series, películas y otros contenidos procedentes de unidades de almacenamiento externas, servidores o servicios de streaming como Amazon Prime o Netflix. El proyecto es muy sencillo y aquí cuentas con un tutorial para llevarlo a cabo paso a paso.

Si tu televisor es 4K, la elección es clara: la Raspberry Pit 4 Model B con 2GB de RAM para aprovechar su salida de vídeo y su conectividad. Si no es el caso – después de todo, si tu televisor alcanza esa resolución probablemente cuente con algún tipo de funcionalidad inteligente – y encuentras una buena oferta, sin duda puedes decantarte por una Raspberry Pi 3 (39,95 euros).

Domótica: cámaras, sensores, iluminación…

Aunque existen soluciones comerciales que simplifican esta tarea, hay quienes prefieren montar la domótica por su cuenta con sensores, cámaras, iluminación y sistemas open source como Home Assistant… en este caso, la Raspberry Pi Zero W/ Zero WH constituye una gran opción por lo ligera y compacta que resulta para integrarla en tu instalación, la comodidad de poder conectarla de forma inalámbrica y su bajo consumo energético.

Quiero montar un servidor

Montar un servidor con Raspberry Pi es muy práctico y la instalación del popular Apache resulta moderadamente sencilla. Aunque una Zero puede con este programa, la realidad es que para descargar contenido sin desesperarnos merece la pena irse a una Raspberry Pi 4 Model B. Si se van a conectar varios usuarios o vas a ejecutar grandes volúmenes de datos, mejor estirarse con el modelo de 8GB.

Quiero usar inteligencia artificial

Hace tres años se oficializaba que Google dotaría a la comunidad maker de una serie de herramientas de inteligencia artificial y machine learning para proyectos como drones, robótica, IoT, impresoras 3D, wearables, domótica, o aprendizaje automático.

Si quieres probarlas, la candidata ideal es la Raspberry Pi 4 B y el punto de partida son los 4GB de RAM. Y una adquisición extra más para el rendimiento: Google Coral Accelerator (68 euros), que potencia la inferencia en Machine Learning

Quiero usarla como cámara/ webcam

Independientemente del reconocimiento facial – englobado en el uso de IA – o las cámaras de seguridad – domótica –, quizás nos interese el proyecto de hacer una cámara donde que se vea bien sea lo más importante. Aquí la familia Pi Zero son buena opción ya que son compactas y puedes conectarlas vía cable al ordenador, reduciendo la latencia de la conexión inalámbrica.

Si buscas calidad de imagen, un accesorio que te puede venir muy bien: el módulo Raspberry Pi High Quality Camera (58,95 euros), un sensor de 12,3 MP para la RPi que permite usar objetivos intercambiables. Para este caso, mejor apostar por modelos con más memoria como pueden ser la Raspberry Pi 3 y posteriores.

Quiero hacer un wearable

Un reloj inteligente, ropa conectada… proyectos para los que la ligereza de la Raspberry Pi Zero W/ Zero WH ofrece una solución ligera y de bajo consumo ideal para ocultar en pequeños espacios. Que disponga de Wi-Fi y Bluetooth es esencial para tener acceso a los parámetros registrados desde un controlador.

Quiero hacer un robot

En este caso dependerá de lo ambicioso que sea el proyecto. Si simplemente quieres uno que actúe como una especie de coche teledirigido puede valer con una Zero W / Zero WH – el Wi-Fi y Bluetooth es imprescindible para controlar el robot –, pero si la idea es montar sensores, mejor apostar por una Raspberry Pi 4 Model B de 2 o 4GB.

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La noticia

Qué modelo de Raspberry Pi comprar: un repaso a las principales placas y los proyectos más habituales para dar con la mejor

fue publicada originalmente en

Xataka

por
Eva Rodríguez de Luis

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