El cambio a un monitor de 144 Hz, contado por alguien que lleva toda la vida con uno de 60 Hz
Llevo toda la vida, o al menos hasta donde me alcanza la memoria, usando monitores de 60 Hz. Primero tuve uno de 21 pulgadas, luego di el salto a un ultrawide que me parece fabuloso y la semana pasada decidí comprar un monitor de 144 Hz. La historia es un poco más larga, porque todo comenzó queriendo cambiar la gráfica del PC y terminó montándome un ordenador por piezas completamente nuevo, pero eso lo dejamos para otro día.
El caso es que me surgieron un montón de dudas, desde si se notará o no el cambio a si se sacrifica alguna cosa. Por ello, voy a aprovechar este espacio que tengo todos los sábados para hablar de mis movidas para contaros mi experiencia personal. Mi idea es despejar aquellas dudas que puedan asaltar nuestra mente antes de pasar por caja. De hecho, os invito a que expongáis vuestras dudas en los comentarios o, en el caso de que ya uséis un monitor de este tipo, que contéis vuestra experiencia.
Lo primero: por qué el cambio
Porque me he montado un PC por piezas para jugar, simple y llanamente. Le he metido una MSI Radeon RX 5700 XT Mech OC (389,90 euros), un Ryzen 5 3600 (189,99 euros) y 32 GB de RAM DDR4 a 3200 MHz (176 euros) así que la máquina está más que preparada para mover todo en ultra jugando en FullHD, que es como me gusta jugar a los triple A. Para gozar de los juegos, sobre todo de los competitivos (le doy mucho a ‘Valorant‘ y ‘Counter Strike‘), muchas personas hablaban maravillas de los monitores de 144 Hz, así que puestos a hacer la inversión, hagámosla del todo.
El modelo elegido ha sido un BenQ Zowie XL2411P (199 euros), que tiene 24 pulgadas, resolución FullHD, 144 Hz de tasa de refresco y un milisegundo de tasa de respuesta. Es un monitor muy pensado para deportes electrónicos, en concreto para el ‘Counter Strike’. Tiene una función para levantar las sombras de los juegos y eso puede ser útil para ver a alguien escondido.
¿Y por qué en los deportes electrónicos se usan estos monitores? Porque “ves antes”, me explico (con lenguaje llano). Cuando el monitor se refresca más veces, lo que está haciendo es reproducir más imágenes del juego. Un monitor de 60 Hz muestra 60 imágenes, uno de 144 Hz 144 imágenes, más del doble. Eso ayuda a que veas mejor el movimiento de tus enemigos y puedas reaccionar antes, algo importante en competiciones de ESports. Con todo, dependerá de la potencia de la gráfica.
Yo no soy ningún profesional, o sea, soy Bronce 3 en ‘Valorant’, tampoco me voy a poner exquisito, pero quería probar un monitor de este tipo por mí mismo y, de paso, compartir con vosotros la experiencia y lo que he aprendido. Así, os digo que os habla alguien muy aficionado a los triple A, que disfruta de los buenos gráficos y que se pica muchísimo en los juegos competitivos.
Lo aprendido: bienvenido a los paneles TN; el stuttering y demás palabras raras
Lo primero que aprendí son las diferencias entre paneles TN, VA e IPS, que son los tres más comunes. Hay mucho escrito y análisis en profundidad sobre estas tecnologías, así que voy a resumir qué significa cada cosa a efectos prácticos:
- Panel TN: de Twisted Neumatic, es barato de producir, ofrece tiempos de respuesta de un milisegundo, tiene unos ángulos de visión regulares, ofrece tasas de refresco altas y los colores se ven peor.
- Panel VA: de Vertical Alignment, tiene un tiempo de respuesta más alto, permite alcanzar tasas de refresco altas, tiene unos ángulos de visión regulares y ofrece un color más fiel que los paneles TN.
- Panel IPS: de In-Plane Switching, tiene un tiempo de respuesta mucho más alto y la tasa de refresco suele ser más baja (y los que la tienen alta son caros), pero su reproducción de color suele ser mucho más realista.
Mi monitor tiene un panel TN y el que usaba antes era IPS. ¿Se nota el cambio? Sí, bastante, sobre todo en los colores. El XL2411P, además, tiene una mala calibración de fábrica, por lo que hay que armarse de paciencia y configurarlo manualmente. Yo seguí este tutorial (modificando algunos parámetros) y lo dejé bastante bien, pero ante la pregunta de si se notan o no los colores, sí, en mi panel TN se notan más apagados y menos fieles.
Otro tema con el que me topé sobre la marcha es el stuttering y el tearing. El tearing aparece cuando la tasa de imágenes que produce la gráfica supera la tasa de refresco del monitor. El stuttering es lo contrario, aparece cuando la tasa de refresco del monitor es más alta que los fotogramas producidos. El tearing aparece en pantalla como una imagen cortada momentáneamente y el stuttering como un pequeño parón.
Para solucionar este problema, NVIDIA tiene G-Sync y AMD tienen FreeSync, diferentes nombres para dos sistemas que en esencia hacen lo mismo: sincronizar los fotogramas producidos por la gráfica con la tasa de refresco del monitor. De esa forma, si un juego se ejecuta a 100 FPS, el monitor se refrescará a 100 Hz y no notaremos ningún efecto raro.
“¿Y tú has notado tearing o stuttering jugando?”, te preguntarás. No. Mi monitor no tiene ninguna de estas dos tecnologías y no he notado ni tearing en ‘Valorant’, que lo muevo a 250 FPS, ni stuttering en ‘Gears 5’, que lo muevo a 90-100 FPS. Sin embargo, sí notaba tearing en mi antiguo monitor, pero el nuevo se refresca más, por lo que si aparece, no se aprecia porque la imagen pasa la mitad de tiempo en pantalla. Está bien tener FreeSync o G-Sync, pero no creo que sea algo con lo que obsesionarse para jugar a nivel amateur.
La experiencia: otro rollo, pero en competitivo
Reconozco que la toma de contacto fuera rara. Como decía, llevo toda la vida usando monitores de 60 Hz y no había probado uno más alto hasta ahora, por lo que el salto ha sido considerable. Cuando lo dejé calibrado y configurado empecé a usarlo y el primer sitio en el que lo noté fue en el navegador. Después de todo, aunque sea mi ordenador para jugar, también lo uso para trabajar y escribir este texto que lees, por ejemplo, y gran parte de mi trabajo se hace en el navegador.
Todo se mueve más fluido, la lectura es más cómoda porque las letras no se “emborronan” al hacer scroll rápidamente y las animaciones del sistema se ven más suaves. Sin embargo, y si bien aquí me llevé un grata sorpresa, donde más lo he notado es en los juegos. Siempre he sido de consolas, pero en los últimos dos años he estado jugando en el PC y he tenido tiempo de jugar a muchos títulos, y no me quiero centrar en la calidad que supone tener una gráfica potente, sino en la tasa de refresco per se.
Donde más lo he notado es en ‘Valorant’ y en ‘Counter Strike’, algo que tiene sentido porque son juegos competitivos con muchos movimientos bruscos. Es difícil de explicar con palabras e incluso mostrarlo en vídeo, pero se nota. Hay cierto debate sobre sí se nota o no, sobre si es esto de los hercios es puro marketing o no, y yo os puedo decir que, según mi experiencia, se nota bastante, pero hay gente que no nota nada.
Sobre si te da ventaja o no en los juegos, yo no tengo el ojo de jugadores como Mixwell o ScreaM (dos jugadores profesionales de ‘CS:GO’), así que quizá no “siento” esa ventaja tan claramente, pero no deja de ser cierto que puedes ver mejor el recorrido de los enemigos y, por lo he podido probar, tienes más precisión al moverte y al apuntar (cuando te acostumbras a los 144 Hz, claro, porque las primera partidas son un desastre). Es lo que decía anteriormente, ves “antes”, pero no ves “mejor”.
En juegos triple A más mainstream, digamos ‘Battlefield V‘, ‘Gears 5‘ o cualquier juego que sea más de historia, no lo noto tanto. Es cierto que se ve más fluido, evidentemente, porque hay más FPS desfilando delante de tus ojos, pero se consigue a costa de sacrificar color. Hay juegos que se disfrutan más por los paisajes, el diseño de mapas o la propia historia en sí, y en esos juegos quizá no merezca la pena sacrificar esos detalles por una tasa de refresco más alta, o al menos no en un panel TN.
De hecho, mi conclusión tras haber jugado más horas de las que estoy dispuesto a admitir en público es que los monitores TN de 144 Hz merecen la pena si vas a jugar en competitivo, pero no tanto para juegos más convencionales. En un juego como ‘Gears 5’, ‘Star Wars: Jedi Fallen Order‘ o ‘Skyrim‘ no importa tener más FPS, porque no te dan ventaja. De hecho, para jugar a esos juegos yo, a título personal, me iría a un monitor IPS de 27 pulgadas 1.440p o 24 pulgadas FullHD de 60 Hz con FreeSync o G-Sync. La experiencia va a ser muy parecida y no creo que se eche en falta fluidez.
Cuando más he notado los 144 Hz, o más bien su ausencia, ha sido al usar el portátil, que es de 60 Hz. Es curioso, pero ahora los juegos me parecen que van lentos o que no van del todo finos. Sé que no es así, porque antes jugaba y lo veía todo bien, pero los ojos se me han acostumbrado rápido a los 144 Hz y ahora los 60 Hz se me antojan escasos. ¿Serán los 144 Hz un camino solo de ida? Veremos, pero algo me dice que sí.
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La noticia
El cambio a un monitor de 144 Hz, contado por alguien que lleva toda la vida con uno de 60 Hz
fue publicada originalmente en
Xataka
por
Jose García
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