Si la empresa no está digitalizada, trabajar desde casa es muy difícil
No todo el mundo puede apostar por el teletrabajo. Hay ciertos empleos que son presenciales casi de forma obligatoria. Pero en muchos otros se puede apostar por trabajar desde casa en muchos casos. El problema es que si la empresa no está digitalizada, trabajar desde casa es muy difícil.
Porque en estos casos nos damos cuenta de la dependencia del papel que tenemos en nuestro puesto de trabajo. Conectarnos desde nuestro hogar a nuestro ordenador de la oficina puede ser relativamente fácil. Así ya tenemos nuestro entorno de trabajo, pero no tenemos la documentación de la que en muchos casos echamos mano en el día a día.
El papel es un lastre para la productividad
Me refiero a esos armarios de carpetas que en muchas oficinas todavía se ven, y no es que estén precisamente en desuso. Es aquí donde muchas empresas verán la necesidad de cambiar sus procedimientos para empezar a digitalizarse. Pueden hacer gran parte de su trabajo pero dependen en gran medida de un trabajo manual que no ha variado en los últimos 80 años.
Los archivadores A-Z tendrían que ser hoy en día más una copia de seguridad en papel que la forma de mantener la documentación que nos entregan los clientes. No siempre podemos hacer que el papel desaparezca. Por muchos que habilitemos alternativas para entregar la documentación de forma digital, no todo el mundo lo hará. Pero en estos casos somos nosotros los que tenemos que habilitar la fórmula para que cada vez que tengamos que recurrir a ella esté a mano.
Las empresas que invirtieron en digitalización lo tienen mucho más fácil para trabajar desde casa
Y aquí el esfuerzo de digitalización tiene recompensa. Porque luego seremos mucho más ágiles cuando tengamos que recuperarla, cuando tengamos que buscar y también a la hora de mantener una copia de seguridad o la integridad de los datos ante cualquier problema.
Para muchas empresas que ya trabajan en la nube, que no dependen del papel, implementar medidas de teletrabajo es sencillo y no penaliza la productividad de sus empleados. Para otras, aunque teóricamente podrían, sería todo un problema a la hora de llevarlo a la práctica. Esperemos que por lo menos esta crisis sirva para que algunas tomen nota de aquello que están haciendo mal.
En este sentido las medidas de conciliación y flexibilidad, impuestas en muchos casos, también podrían servir como ejemplo para probar su viabilidad e implantación. No es una medida difícil de llevar a cabo y que requiere más voluntad organizativa que otra cosa.
Imagen | fancycrave1
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La noticia
Si la empresa no está digitalizada, trabajar desde casa es muy difícil
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Pymes y Autonomos
por
Carlos Roberto
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