Los alucinantes barcos Bethesda, los nuevos buques médicos de la Marina de Estados Unidos

Los alucinantes barcos Bethesda, los nuevos buques médicos de la Marina de Estados Unidos

La Marina de EEUU va a dedicar casi 900 millones de dólares a dotarse de tres nuevos barcos que tendrán unas características poco comunes en su flota. Gracias a sus colores, blanco y rojo, los tres buques pretenden ser bien visibles desde lejos. Además solo dispondrán del armamento necesario para defenderse, no para atacar, y su objetivo no será causar bajas entre los soldados, sino evitarlas. 

Y tiene todo el sentido que así sea. Aunque los bautizados como clase Bethesda son catamaranes diseñados para desplazarse allí donde caen bombas y zumban las balas, lo harán con un cometido especial: actuar como embarcaciones médicas.

Y quieren hacerlo mejorando a sus predecesores.

En buque blanco de la Armada. Cuando pensamos en la flota naval de la Armada, tanto la de EEUU como de cualquier otro país, lo más probable es que lo primero que se nos venga a la mente sean acorazados, destructores, portaaviones, fragatas o incluso submarinos. Hay sin embargo otro tipo de naves diseñadas para la Marina: los barcos hospital. Su misión es prestar asistencia a los soldados y ayuda humanitaria, apoyar en evacuaciones y actuar en desastres y emergencias. Tras su casco no hay munición, ni modernos sónares, sino quirófanos.

Su papel es tan importante como el de cualquier otro navío fabricado para acudir al frente y de ahí que la Armada estadounidense haya decidido invertir 867,6 millones de dólares —casi 800 millones de euros— para dotarse de tres nuevos buques de este tipo, lo que denomina “buques médicos expedicionarios”. Dos de ellos ya tienen incluso nombre: el USNS Bethesda (EMS-1), un guiño al Hospital Naval de Bethesda; y el USNS Balboa (EMS-2), bautizado así en homenaje a otro centro médico de San Diego.

Objetivo: evitar bajas. Las infografías de Austal muestran que el USNS Bethesda será bastante distinto al común de los buques de la Armada, aunque la mayor diferencia no se apreciará en el exterior pintado de blanco con cruces rojas, sino en qué ocurre tras su casco. Su propósito es tan fácil de entender como difícil de ejecutar: salvar vidas. La idea es que los barcos estén dotados de los recursos necesarios para ofrecer atención médica rápida tanto en el mar como el litoral.

Naval Technology precisa que los nuevos navíos dispondrá de 34 camas para enfermos graves, 12 de aislamiento, 14 para cuidados intensivos (UCI), 12 para recuperación y tres quirófanos. Todo lo necesario para las labores de triaje y garantizar desde atención primaria o dental a cuidados críticos. Dentro se realizará trabajo de laboratorio, radiografías e incluso habrá banco de sangre. Y eso entre un largo etcétera que incluye la evacuación de víctimas y labores de salvamento. Además de servir en guerras, el objetivo es que preste ayuda humanitaria e intervenga en desastres.

Usns Burlington T Epf 10

El USNS Burlington (T-EPF-10) en 2021.

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El USNS Mercy, buque hospital de la clase Mercy.

Con el espíritu del EPF. El contrato de 867,6 millones de dólares contempla el diseño y construcción de tres EMS, pero los técnicos encargados del proyecto no partirán de cero: los EMS clase Bethesda se basarán en el barco Expeditionary Fast Transport (EPF) de Austal y de hecho la propia compañía explica que el EMS se construirá en sus instalaciones de EEUU una vez haya completado el EPF 16. “Esta adjudicación es una prueba más de la confianza de la Armada en Austal USA para producir embarcaciones multicasco de aluminio de poco calado y alta capacidad”, presume la firma.

No es casualidad que para su nuevo propósito la Marina se haya fijado en los EPF, embarcaciones rápidas y de escaso calado. Los EMS se han pensado precisamente para que puedan operar en aguas pocas profundas y aproximarse a puertos desde los que evacuar a los enfermos. “Este barco, y sus navíos hermanos, servirán como columna vertebral de futuras misiones, permitiéndonos brindar atención médica ágil y receptiva cuando y donde sea necesario”, explica el contralmirante y cirujano de la Armada Darin Via al valorar el futuro rol del USNS Bethesda.

Repasando la ficha técnica. No son los únicos detalles que han trascendido sobre los clase Bethesda. Naval Technology precisa que el EMS incorporará un casco de catamarán, medirá 110 metros de largo por 31,4 de manga y tendrá un calado de 4,6 m. Al desplazarse será capaz de superar los 18 nudos y tendrá un alcance de más de 5.000 millas náuticas. Popular Mechanics insiste en que el diseño de los EMS está pensado para que el acceso de los pacientes resulte más sencillo que con barcos hospitales actuales como los de la clase Mercy, enormes buques con un calado de casi 10 m que les impide acercarse a pueblos costeros.

La Convención de Ginebra de 1949 recoge con claridad que, siempre y cuando cumplan su cometido, los buques hospitales se consideran no combatientes. De ahí que suelan estar desarmados y solo se les permita portar armas de corto alcance para defensa propia. Las infografías de los EMS compartidas por Austal parecen mostrar cuatro puestos para ametralladoras. “El USNS Bethesda supone un paso significativo en la capacidad de nuestra Armada para brindar apoyo médico expedicionario a nuestras fuerzas”, reivindica Darin Vila.

Imágenes: Austal (X), Wikipedia (C3 Clay M. Whaley) y Wikipedia (Petty Officer 2nd Class Jack Aistrup)

En Xataka: El barco militar más antiguo en activo tiene 225 años, está hecho de madera y luchó contra piratas


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por
Carlos Prego

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