He probado muchas aplicaciones de tareas y al final me he quedado con Things. Estas son las razones
He aquí una paradoja: pocas cosas gustan más a los amantes de la productividad que hacer algo tan improductivo como ir dando tumbos de una aplicación de productividad a otra. Hay honrosas excepciones, pero es una constante entre este tipo de perfil y yo, por qué no decirlo, me declaro culpable.
La cosa es que en los últimos años he probado unas cuantas aplicaciones de esta categoría en general y de gestión de tareas en particular. Y aunque todas tienen ventajas e inconvenientes, hay una que lleva en mi pantalla de inicio y mi dock más de dos años: Things.
Un diseño diferencial y un rara avis en el desarrollo
Primera premisa: Things está disponible únicamente para los sistemas operativos de Apple. A quien no esté en ellos o no quiera un producto únicamente ahí le recomendaría, sin duda, Todoist.
Hechas las presentaciones, vamos con los hechos. Things brilla, sobre todo, por su diseño. Ni un solo píxel, cada detalle está cuidado y enamora desde la simplicidad. No solo está alineada con el estilo de Apple para las interfaces de las aplicaciones, sino que lo lleva dos pasos más allá y lo mejora.
Esa simplicidad no solo aplica al diseño, sino también a su experiencia de uso. Things está libre de fricciones, cualquier proceso a través de ella fluye. No es solo cómo se ve, sino la sensación que provoca. Sin animaciones recargadas, sin elementos duplicados, consigue el equilibrio perfecto.
Y un detalle sobre el diseño: tiene dos opciones de modo oscuro. El clásico gris oscuro, que sirve de poco; y el negro puro, que es el que realmente aprovecha sus ventajas en forma de un menor consumo energético, especialmente en paneles OLED, y de reducción del brillo emitido en escenarios de baja luz.
Más allá del diseño, Things tiene todo lo que necesita una aplicación de su ramo, y muy pocas concesiones. A una próxima versión le pediría la posibilidad de adjuntar archivos a las tareas, de fechar subtareas o de tener otras vistas para ciertos proyectos.
Por lo demás, es muy completa: jerarquiza por áreas y proyectos, permite añadir encabezados para separar ítems de un mismo proyecto y mantiene a la vista un pequeño listado con nuestros eventos del calendario para el día en curso.
Y por supuesto, suma el resto de elementos necesarios para que una aplicación así sea lo suficientemente completa: bandeja de entrada en la que introducir información de forma rápida, etiquetas, fechas de vencimiento, indicadores de prioridad…
Además, Cultured Code, el estudio de desarrollo tras Things, ha tomado algunas decisiones poco frecuentes hoy en día: no cobra suscripción ni inserta anuncios, “solo” se monetiza mediante las compras individuales de cada versión de la app (eso sí, no son baratas); no permiten personalizar nada más allá del modo oscuro o claro, no hacen ruido en redes… No todo es bueno, pero desde luego son singulares.
Hay aplicaciones más avanzadas, como Omnifocus, que acaba de estrenar su versión 4, o por las que no hace falta pagar ni un euro y ya vienen instaladas, como la infravalorada Recordatorios. O la mencionada Todoist, una gran aplicación freemium muy generosa en su parte gratuita.
Sin embargo, una aplicación así nos tiene que hacer sentir cómodos y como en casa, y ninguna otra me ha generado esa sensación como Things.
Tampoco es que sea perfecta (¿quién lo es?). Me encantaría que su desarrollo fuese algo más veloz e implementasen las novedades que permiten los sistemas operativos bastante antes, así como la opción de adjuntar archivos a las tareas, o que los recordatorios tuviesen avisos por geolocalización, algo que permite el sistema desde hace años. O, por pedir, una discreta opción para forzar a que el desarrollo de tareas sea secuencial, como hace Omnifocus.
Luego hay opciones que no son exactamente alternativas de Things, porque no rivalizan con los gestores de tareas, sino que más bien son gestores de proyectos con una interfaz atractiva, no disuasoria. Hablo de Trello, una estupenda herramienta que puede usarse sola o en compañía y llega donde no llega Things. Pero eso quizás es un tema para otro día.
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Imagen destacada | Cultured Code.
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He probado muchas aplicaciones de tareas y al final me he quedado con Things. Estas son las razones
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Javier Lacort
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