La alucinante historia de la cámara perdida en un glaciar: 85 años bajo el hielo hasta que alguien decidió rescatarla
Esta historia parece sacada de una película, pero es verdad. Dos aventureros conquistaron, hace 85 años, la cima del Monte Lucania de Canadá. Se vieron obligados a abandonar gran parte de su material en el glaciar, entre ellos cámaras de fotos y cine. Una expedición reciente lo ha recuperado.
Hace muchos años, Bradford Washburn y Robert Bates se vieron obligados a abandonar su equipo para poder descender del monte Lucania, que con 5.226 metros es el tercer pico más alto de Canadá. En una situación límite, tienes que dejar atrás todo lo que supone un lastre. Y ellos apostaron por sus cámaras (muy pesadas) y el material que habían utilizado para ascender.
Y esta primavera, el esquiador Griffin Post decidió organizar una expedición para encontrar aquel tesoro enterrado. Como curiosidad, destacar que Bradford Washburn terminó siendo fotógrafo, cartógrafo y director del Museo de Ciencias de Boston.
La historia del rescate
La historia llegó a manos de Griffin Post después de leer un libro donde contaban dicha historia. Desde los lejanos años 30 del siglo XX, nadie había encontrado todo ese material, así que decidió embarcarse en la aventura para tratar de recuperarlo todo, pero sobre todo las cámaras.
Cuando se sentó con el equipo de Teton Gravity Research, se dio cuenta de la locura en la que se había embarcado, por el tamaño del glaciar de dicha montaña y por el movimiento que tienen estas grandes masas de hielo.
Contrataron a una especialista en glaciares, Dorota Medrzycka, para estudiar cómo se movía el glaciar y poder estimar con más precisión dónde podía estar el tesoro que estaban buscando. En la primavera de 2022 hicieron una primera aproximación, pero no hubo suerte.
Decidieron darse una segunda oportunidad, sobre todo después de que Dorota Medrzycka se diera cuenta del movimiento más rápido, a lo largo del tiempo, del glaciar. Lograron encontrar el material una hora antes de que el helicóptero les recogiera.
El tesoro encontrado
Desde luego, lo más valioso de toda esta historia es poder analizar científicamente el comportamiento de un glaciar. Pero entre los restos encontraron equipo de escalada, tiendas de campaña, elementos de cocina y restos de alimentos. Y por supuesto, las cámaras.
Allí estaban las cámaras de Bradford Washburn, una cámara de fotos Fairchild F-8, y dos cámaras de cine con película, una DeVry ‘Lunchbox’ y una Bell & Howell Eyemo 71. La primera es una cámara de uso militar que pesa más de 7 Kg y que permitía hacer tomas aéreas. Precisamente Bradford Washburn y Margaret Bourke-White la utilizaron en otros campos, como el que estamos viendo.
Las cámaras de cine también son muy curiosas. La DeVry ‘Lunchbox’ es una cámara conocida como la Fiambrera por su forma. Era un modelo muy fácil de usar, bastante dura y muy económica. La Bell & Howell Eyemo 71 es otro modelo robusto de los años 20 que tampoco era réflex, por lo que el enfoque era por estimación. Y podía grabar más de un minuto de película con una carga de 30 metros.
Ahora solo queda saber si se puede recuperar el material sensible para ver cómo era dicho glaciar hace 85 años, cuando era imposible recuperar algo que se hubiera quedado perdido allí arriba.
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La noticia
La alucinante historia de la cámara perdida en un glaciar: 85 años bajo el hielo hasta que alguien decidió rescatarla
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Fernando Sánchez
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